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Alejandra Carvajal Reyes Columna Semana

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Un verdadero crimen ambiental

Las políticas del Gobierno en el ramo deben ser sostenibles, lógicas y ante todo reales.

Alejandra Carvajal
26 de marzo de 2024

La lucha contra el cambio climático debe ir más allá de discursos populistas. El cambio climático es una real amenaza contra la continuación de la especie humana, sobre la cual se requieren acciones concretas.

Sin embargo, el no explotar ni explorar petróleo y gas, así como desarrollar una política en materia de hidrocarburos que espanta la inversión, es quizá lo peor que se le puede hacer al ambiente. Entre 2019 y 2024, Ecopetrol alcanzará una inversión superior a 3,6 billones de pesos, lo cual es posible gracias a los ingresos que reporta por cuenta de los hidrocarburos.

Escribo esta columna rodeada de verde, de árboles y ríos. Cantos de aves de distintas especies, azulejos, limoneros, cardenales, toches, garzas morenas, blancas y amarillas, siendo estas últimas mis preferidas no solo por su hermosura, sino también por los sonidos que emiten a su paso. El agua de los ríos es completamente cristalina, en algunos lugares incluso con tonalidades azules gracias a su pureza.

Me encuentro en una zona en la que hay presencia de varios pozos petroleros. Suena increíble, pero es gracias a estos pozos que puede existir toda esta naturaleza, tal como se contempla. Las inversiones que ha hecho Ecopetrol en el área ambiental no solo mitigan el impacto de sus actividades, sino que hacen que el turismo sea uno de los atractivos de la región.

¿Por qué para algunos sectores, mal llamados ambientalistas, es tan difícil entender esto? Quizá sea porque no conocen la realidad de los territorios y su necesidad de recursos. Para adaptarnos y mitigar el cambio climático se necesitan recursos, al igual que para preservar el medio ambiente.

Buena parte del bienestar de las comunidades de las regiones petroleras, depende de las regalías que deja la exploración y explotación de hidrocarburos. Colegios, vías y hospitales existen gracias al recaudo que se hace por este concepto. En distintas regiones del país, comedores para niños, así como para personas de la tercera edad, son posibles gracias a los ingresos que por concepto de regalías tienen las regiones ¿Por qué acabar con eso?

Es urgente que el Gobierno devele un plan coherente en materia de minas y energía, así como en el ambiental. Una política responsable en estas áreas implica propuestas serias, concretas y financieramente sostenibles para desarrollar una verdadera transición energética.

Sin recursos no es posible efectuar la tan anhelada transición energética. El no permitir que se explore ni se explote petrolero es garantía de que no tendremos una transición energética deseable.

Un verdadero crimen ambiental es permitir que millones de colombianos que se benefician de las regalías, muy especialmente en los territorios más apartados, se queden sin ellas. Un verdadero crimen ambiental es quitar oportunidades a aquellos colombianos que solo tienen una gracias a las regalías y a las inversiones que por concepto de hidrocarburos se hace en sus regiones.

La sostenibilidad, no solo ambiental sino social, de las regiones petroleras, gasíferas y mineras del país, está comprometida por cuenta de una política pública irresponsable en materia ambiental y mineroenergética. La nueva junta directiva de Ecopetrol tiene una gran responsabilidad. Ojalá tengan bien claro sus miembros que pueden evitar que se cometa un crimen.

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