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PETRÓLEO

Sin salida: la trágica historia de la industria petrolera de Venezuela

Las perspectivas a corto y mediano plazo son complejas para la producción y las exportaciones del vecino país, según un estudio del Instituto de IIF que analizó el impacto de sanciones impuestas ´por Estados Unidos a otros países petroleros.

26 de marzo de 2019

Los rumores parecen confirmarse. La producción petrolera en Venezuela viene en picada en los últimos meses, cuando los estimativos más optimistas hablan de que esta alcanza los 1,3 millones de barriles diarios, mientras que hace cinco años llegaba a 3 millones de barriles por día. Y hay razones para creer que incluso estará por debajo del millón de barriles, lo cual deja a la economía venezolana en una verdadera encrucijada.

Aunque la abrupta caída se ha hecho más evidente desde que el líder de la oposición, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente el 23 de enero pasado y dio inicio a una estrategia que busca llamar la atención de la comunidad internacional para buscar una solución pronta a la prolongada crisis política, económica y social en el vecino país, lo cierto es que el problema de caída en la producción petrolera comenzó a agudizarse desde la llegada al poder del presidente Nicolás Maduro, de acuerdo con un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés), que analizó el proceso histórico que ha tenido la producción de crudo en este país.

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El colapso de esta industria ha complicado el desempeño de la economía venezolana debido a la baja diversificación que exhiben sus exportaciones y a la fuerte dependencia que tradicionalmente ha tenido el sector productivo de las divisas que genera el petróleo, que son las que mueven en realidad la economía vecina.

En este país, se estima que el petróleo provee cerca del 95% de los ingresos externos y una proporción similar de los ingresos para el Estado. Por eso, si deja de funcionar de manera eficiente este ‘motor’, poco a poco comienzan a paralizarse otras piezas de este engranaje.

La desaceleración en la producción petrolera, en los últimos cuatro años, ha provocado una caída sustancial en la importación de bienes tanto para el sector productivo como para la compra de bienes finales, pues con menos divisas el gobierno ha tenido que comenzar a decidir con mayor tacto cuáles son las empresas que pueden recibir dólares para importar –materias primas o maquinaria- y cuáles no.

De igual manera, se ha acelerado la escasez de algunos bienes finales, pues menos divisas implican menos recursos para importar desde medicinas y alimentos hasta los bienes de primera necesidad para los venezolanos.

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Y no son los únicos afectados. Con la desaceleración de la industria petrolera, el pago de la deuda externa acumulada durante la última década se ha frenado y algunos de los tenedores bonos han dejado de recibir el pago de sus intereses y capital, pues varios títulos han entrado en default.

El análisis histórico de IIF señala que la caída de la producción petrolera se precipitó a finales de 2015, aunque se aceleró mucho más en febrero pasado, luego de que Estados Unidos acentuara las sanciones económicas al régimen de Nicolás Maduro.

Luego de comparar el colapso del sector petrolero de Venezuela con un grupo de 21 casos similares registrados históricamente en otros países, donde la producción de petróleo cayó un 20% o más de manera acumulada al menos durante tres años, los expertos de IIF encontraron que si bien esta situación que enfrenta el vecino país tiene antecedentes, “es significativamente peor que otros episodios” y considera que a corto y mediano “es probable que las sanciones depriman aún más la producción de petróleo”.

Citando datos de la agencia Bloomberg, que señala que en febrero hubo una caída moderada en las exportaciones petroleras de Venezuela, que indica que el país habría podido redirigir sus exportaciones a otros mercados distintos de Estados Unidos, los expertos encontraron, sin embargo, que la experiencia de pasadas sanciones petroleras a otros países sugieren que el impacto en Venezuela podría ser significativo.

En el caso de Irán, la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos provocó una fuerte caída de exportaciones petroleras y lo mismo le ocurrió a Irak, donde se derrumbó en 1990 tras la adopción de sanciones petroleras de la ONU. “El alcance de un rebote en la producción de petróleo es un aspecto crítico de cualquier escenario de reforma de políticas, ya que el petróleo es la única fuente significativa de sus ingresos”, aseguran los analistas de IIF, quienes advierten que los colapsos en otros países petróleo fueron prolongados y en el caso de Venezuela, podría ser muy profundo.

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Sin embargo, los expertos son optimistas de que una vez se restablezcan las condiciones de normalidad y se levanten las sanciones, las recuperaciones en términos de producción y exportaciones podría alcanzar los niveles previos a la crisis y esto restablecería las condiciones económicas del país.

El escenario no parece muy halagüeño a corto y mediano plazo, a juzgar por la dureza con que Estados Unidos está castigando al gobierno de Nicolás Maduro. Solo la expectativa del retorno de la democracia hace prever que el país retome el nivel de ingresos, producción y exportaciones de hace unos años, y la prosperidad retorne al país.