Nadal está cansado del debate sobre la brecha salarial en el deporte

Nadal expresó que desconocía las razones por las cuales se presentaba este fenómeno, sin embargo, le resto importancia al tema al manifestar que en negocios como el modelaje, las mujeres son mejor remuneradas que los hombres. Además, cerró el tema afirmando que “en algunas cosas ganarán más las mujeres y en otros los hombres pero se tiene que ganar más o menos no por ser mejor, no por ser hombre o ser mujer. Sino por los méritos y por lo que generas”.

No es la primera vez que el español se ve envuelto en este tipo de polémica, en días anteriores en otra rueda de prensa cuando se le preguntó por la disparidad entre las premiaciones de hombres y mujeres, el español afirmó que  “todos somos personas y somos iguales pero algunos merecen más y otros merecen menos. Si estamos en la misma compañía y yo hago mejor mi trabajo, debo ganar más que el resto. No importa si es hombre o mujer. Estoy un poco cansado sobre este debate todo el tiempo”.

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Este no es un tema menor, la diferencia salarial entre géneros en el deporte es monstruosa,  la última vez que una mujer apareció en el listado de los 100 deportistas que mas dinero reciben que publica la revista Forbes fue en el 2017, cuando Cristiano Ronaldo ocupó el primer puesto con una ganancia de US$93 millones y Serena Williams ocupo el puesto 51 con US$27 millones.

Es cierto que en el tenis se han hecho esfuerzos importantes en esta materia y ya varios Grand Slams han equiparado sus premiaciones. Sin embargo, aún se está muy lejos de reducir las brechas y muchas disparidades se mantienen. Es habitual que la diferencia de ingresos entre el que encabeza el ranking masculino y la que encabeza el femenino sea cercana al 50%.

En otros deportes el panorama no es muy distinto: en el fútbol por ejemplo, según un informe  del sindicato internacional de futbolistas, 49% de las jugadoras ni siquiera cobra por  jugar y se calcula que el 87% dará fin a su carrera deportiva antes de los 25 años por la pobre remuneración.

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En las ligas de futbol de España (Liga Santander y Liga Iberdrola), por ejemplo, según cifras del mismo sindicato y la Asociación de Futbolistas Españoles, el sueldo mínimo de un jugador está por el orden de los 155.000 euros anuales, mientras que el de una jugadora es cercano a los 20.000 euros.  La misma tendencia se presenta en otras disciplinas como el golf o el ciclismo, en donde los competidores masculinos ganan 5 o 6 veces mas que sus pares femeninas.

Cuando se reclama por estas situaciones, en la mayoría de los casos, las organizaciones se limitan a responsabilizar a los patrocinadores y a las empresas que compran los derechos de transmisión, quienes a su vez, consideran que el problema está directamente relacionado con las audiencias que demandan mas contenido de deportes masculinos que femeninos.

Es evidente que la industria de los deportes está en mora de mejorar las condiciones salariales y laborales de las mujeres. Sin embargo esta problemática no solo se restringe al mundo del deporte,  pues en el resto de industrias a pesar de que la brecha se ha venido cerrando, según cálculos publicados en el Informe Global sobre la Brecha de Género, aún faltan 200 años para equiparar los salarios entre hombres y mujeres.

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