Como si tuviera una bolsa de cristal, Thomas Frey predice el futuro, pero lo hace con sus conocimientos actualizados, con su formación de ingeniero y sus habilidades mentales superiores a las del promedio de la población. Vive en Estados Unidos y es un reconocido futurólogo en diferentes campos del conocimiento, consultado permanentemente por empresas como Google.

Ha señalado varias veces las tendencias en la industria, las que surgirán y las que se acabarán, así como las habilidades y los trabajos que requerirán para funcionar. Sus cálculos se basan en las nuevas tendencias de la tecnología, en los emprendimientos de figuras como Elon Musk y en los cambios que los científicos e investigadores estudian para el mundo.

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Este año, una vez más, publicó cuáles serán las habilidades, las industrias y los trabajos más demandados en el futuro. Llama la atención que muchos ni siquiera existen.

Algunas de las habilidades que el experto plantea como necesarias aún no tienen palabras para nombrarlas, pero él ha creado las propias: serán necesarios los ‘transicionistas’, aquellos que ayuden a hacer una transacción; los ‘expansionistas’ o personas con talento para adaptarse en un entorno en crecimiento; los ‘maximizadores’, capaces de maximizar procesos, situaciones y oportunidades, y los ‘optimizadores’, personas con la habilidad y la persistencia para ajustar las variables hasta producir los mejores resultados. No podrán faltar los ‘contextualistas’ o conocedores del contexto operativo para cada nueva tecnología.

Estas destrezas serán necesarias en nuevas industrias, como los sistemas personales de tránsito rápido, donde la gente buscará opciones con el fin de moverse a mayor velocidad. Para funcionar requerirán ingenieros de circulación, analizadores de flujo de tráfico, ‘transicionistas’ del tráfico y ‘optimizadores’ de la demanda.

La economía colaborativa, que está creando nuevos modelos de negocios basados en el uso de productos y servicios de otras personas, estará a la orden del día. Para que opere, serán indispensables auditores de compartibilidad, es decir, personas que analizan hogares y negocios en busca de activos compartibles; también gerentes corporativos de recursos compartidos, observadores de oportunidades, evaluadores de impacto y especialistas en participación.

La industria de los sensores ocupará un lugar muy importante y serán necesarios inventores, diseñadores e ingenieros, organizadores de flujo de datos, evaluadores de puntos de falla, optimizadores de transmisión de datos, actuarios de datos y personas que se especialicen en cerrar la brecha entre donde terminan los campos de datos y comienzan las comunidades de usuarios.

No podía faltar, por supuesto, la impresión 3D, sector que necesitará personas que evalúen cuáles piezas, procesos y sistemas pueden automatizarse, expertos en materiales, ingenieros de diseño, estimadores de costos, personas con una habilidad innata para pensar en tres dimensiones, desarrolladores de tinta para impresoras 3D, chefs expertos en impresión de comida en 3D, diseñadores de moda para ropa impresa en 3D y agentes de órganos. De hecho, los órganos impresos en 3D ya son muy frecuentes en el mundo y cada vez son más demandados para salvar pacientes.

Los ‘expansionistas’ son personas que ayudarán a las empresas a adaptarse a los cambios y al entorno de crecimiento permanente.

Los menos futuristas

Entidades y organizaciones diferentes a Frey fijan su mirada en tiempos más cercanos y en carreras que aún existen en el mundo, no sin hacer la salvedad de que al interior de estas muchas cosas han cambiado, la tecnología ha transformado procesos, aprendizajes y desempeños, y en estos tiempos no se enseñan como antes.

De acuerdo con el Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL), carreras como la medicina, la odontología y la veterinaria, que cuidan la salud de los seres humanos y de los animales nunca pasarán de moda y siempre serán necesarias en el mundo; la diferencia es que dentro de ellas se han dado grandes avances en tecnología que les exige a los profesionales actualizarse permanentemente si no quieren quedarse atrás.

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La fisioterapia y la terapia ocupacional también serán importantes en los próximos años, porque la población del mundo está envejeciendo y esto hace que sean más necesarias para atender a la población mayor.

Aquellas personas que sean capaces de analizar datos y manejar información también serán muy demanda das en el futuro. Pueden ser ingenieros de sistemas, de software, matemáticos y actuarios. Saber encontrar, administrar, entender y proyectar datos y números será una habilidad muy solicitada.

La unión entre la tecnología y la ciencia ha traído y traerá muchos cambios en el conocimiento y en los trabajos de las personas, por ello, quienes sepan de biotecnología, ingeniería biomédica y tecnologías de la salud tendrán buenas opciones laborales.

Y, como siempre, no podrán faltar los financieros y los administradores de empresas, quienes tendrán que estar muy enfocados en las nuevas tecnologías con emprendimientos digitales, las criptomonedas y la virtualidad de las transacciones bancarias y financieras. Es muy posible que el dinero físico desaparezca en varios países, como ya está sucediendo en algunos de los nórdicos, y esto hará que se piense de otra forma el intercambio de bienes y servicios.

Así las cosas, el futuro estará lleno de tecnología, pero siempre basado en la ciencia, en la biología y en el conocimiento del ser humano, y más con esta pandemia, que ha puesto de presente la necesidad de repensar el consumo, el uso de los recursos y el regreso a las cosas esenciales de la vida.