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Desde el inicio de la cuarentena, las unidades odontológicas están con vacías. Solo atienden urgencias y complicaciones dentales.

ODONTOLOGÍA

Odontólogos en riesgo

Cerca de 60.000 odontólogos y más de 300.000 personas que viven de este sector han visto deteriorados sus ingresos pues la práctica de su profesión permanece paralizada.

30 de abril de 2020

Los ojos del país están puestos en el sector salud. Pero el sistema no solo se enfrenta a la pandemia sino a la disminución de sus ingresos. Los médicos ya no atienden consultas, no programan cirugías ni tratamientos y apenas cubren servicios de urgencias. Las clínicas y hospitales tampoco reciben recursos por estas prácticas y los dineros del acuerdo de ‘punto final‘ todavía no llegan a sus arcas.

No solo ellos están amenazados en el sector. El confinamiento también tiene en jaque a los odontólogos y a esta cadena productiva, pues en su mayoría hacen parte del grupo de independientes que no está facturando.

“Tuvimos que parar y solo estamos atendiendo urgencias. Pero ya ha pasado bastante tiempo y muchos de los procesos se pueden complicar y hay que preparar a los odontólogos para que atiendan de la mejor manera a los pacientes. En este momento estamos cerrados”, dice María Fernanda Atuesta, presidente de la Federación Odontológica Colombiana.

Según esta entidad, en el país hay cerca de 60.000 odontólogos, pero en el registro en el Ministerio solo aparecen 38.000. De su trabajo, en ese ecosistema, pueden depender cerca de 300.000 personas en Colombia.

Se trata de una profesión en su mayoría independiente que depende de su trabajo del día a día. Solo 10% están vinculados pero también pasan momentos difíciles porque a muchos les adeudan 4, 5 o 6 meses de salarios. “Si no trabajo, no hay ingresos”, dice un odontólogo que prefirió mantener su nombre en reserva. “Los ahorros pueden alcanzar unas semanas más, pero el tiempo corre y hay otras obligaciones por atender”, agrega.

Varios temas copan hoy la agenda de este sector. Por un lado, la posibilidad de acceder a las ayudas del Gobierno, por medio de créditos bancarios; y, por otro, adelantar los protocolos de bioseguridad para estar preparados en el momento en que puedan abrir de nuevo sus consultorios. Pero también mitigar los riesgos de contagios para ellos mismos.

Las ayudas anunciadas por el Gobierno, según Atuesta, no se han visto. “Estamos esperando, con las medidas del Gobierno, cómo se comportan los bancos, pero en general es muy difícil la situación de créditos. Los bancos nos elevaron como profesión de riesgo financiero, entonces, ¿quién genera confianza financieramente?”, agrega la dirigente gremial.

Los odontólogos alistan los protocolos para estar listos cuando abra el sector.

La parálisis de los consultorios también golpea a la cadena: las casas de suministros, los técnicos dentales y el personal de apoyo de la profesión.

Sin embargo, para acceder a las ayudas tendrán que entrar en el radar del sistema financiero y del Gobierno. Y muchos profesionales independientes, no solo odontólogos, no lo están porque no han cotizado ni tributado y están en medio de la informalidad. “Los independientes preferían no estar en el radar del Gobierno para no pagar impuestos. Ahora seguramente necesitarán ayuda y esto puede impulsar la formalidad”, agrega el odontólogo.

Frente al tema de los esquemas de bioseguridad, el sector viene elaborando lineamientos para que el Ministerio de Salud los acoja.

Al cierre de esta edición, el gremio tenía programado enviar los lineamientos al Ministerio para que este los analice y dé la última palabra en protocolos.

Atuesta considera que deben estar preparados porque las urgencias van a venir en mayor número desde el 11 de mayo, cuando, según el presidente Duque terminará la cuarentena. “Y en medio de la contingencia tenemos que estar protegidos y proteger a los pacientes. Estamos vigilados por el sistema de habilitación y por los entes territoriales; atendemos las consultas odontológicas de la mejor manera posible, con toda la asepsia y la protección al paciente. Pero acá hay que sumar el tema de la pandemia. Eso es lo que estamos revisando: cómo manejaremos la atención para que el paciente esté seguro”, agrega Atuesta.

Este también es un gran reto para el sector, por el nivel de informalidad y comercios que brindan atención odontológica y no cumplen las normas de habilitación. La crisis se convierte en una oportunidad para controlar más la informalidad.

Además, el gremio solicita retirar el IVA de los insumos y elementos de odontología y que haya control de precios, pues están especulando con elementos de protección. “Necesitamos que las ARL cumplan su papel y cubran con los elementos necesarios a los profesionales de la salud”, puntualiza Atuesta.