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¿Sabes con qué conectas?

Hay atributos que no pueden pasar sin ser vistos cuando estas en una carrera profesional en crecimiento. La capacidad de conectar, crear alianzas y hacer networking son vitales hoy en día.

31 de enero de 2021

Hay atributos que no pueden pasar sin ser vistos cuando estás en una carrera profesional en crecimiento. La capacidad de conectar, crear alianzas y hacer networking son vitales hoy en día.

Sin embargo, en un mundo que se mueve cada vez más rápido, las cosas ya no funcionan por los amigos que tienes en un lado o en otro. Si bien es cierto que tener buenas relaciones termina siendo muy útil, si no conectas con los intereses de los stakeholders, o simplemente no conectas con la empresa en la que trabajas, la historia puede no tener un final feliz.

He estado hablando últimamente con líderes de alto nivel y de varios países. Cuando les pregunto cuál es la clave para generar una carrera exitosa y cual es la clave para un liderazgo inspirador en días de tanta virtualidad, la respuesta casualmente ha sido siempre la misma: la conexión.

¿Qué es entonces este nuevo concepto? ¿Qué se vuelve vital para crecer en una organización o un negocio? No es, por supuesto, tener fabulosos amigos en buenos cargos, ni ser parte de la rosca. Tampoco se trata de las mejores universidades o de los muchos títulos que demuestran lo mucho que has estudiado y viajado. Se habla más de una real conexión con los demás.

Lo que leo de estos líderes es que creen que donde hay conexión hay una relación genuina. Hace poco, escuchando a mi hijo, entendía que hay sitios en los que definitivamente no trabajarían los nuevos profesionales. ¿Cuál es la razón? No se sienten conectados.

Esto implica que para quedarse en una empresa hay que sentirse de verdad, desde el corazón, ligado a su misión y propósito. Las nuevas generaciones se comprometen con la coherencia y lo genuino. Las experiencias, el aprendizaje, el buen trato son mejores motivadores para ser parte de un equipo.

Si pensamos con quién deberíamos conectar se trata también de entender a nuestros clientes. De nuevo, desde un punto de vista de absoluto gerenciamiento y gestión, vuelve a aparecer la empatía, la forma de comunicarse, la manera de conectar con el otro cuando ya tenemos más barreras presenciales.

Es evidente que de manera física podemos tener conversaciones más largas, vernos más, entender mejor el lenguaje no verbal; la lógica de la virtualidad y las plataformas tecnológicas no nos dejan entender y muchas veces tampoco conectar.

Para lograr la tan ansiada conexión hay que estar en el lugar correcto. Hay que estar también con la gente correcta. Esto no implica que nuestros interlocutores deban pensar exactamente como tú crees que es correcto. Es más bien abrazar la diferencia, pero entender cómo llegar a propósitos colectivos que hagan que todos ganen.

Al final, entonces, la conexión –cuya definición nos lleva al enlace, la unión, la atadura– nos muestra de manera clara que tenemos que comprometer para influenciar y que hoy las personas no venden su alma tan fácilmente porque están creando vínculos permanentemente que les permiten tener experiencias que se van a llevar para toda su vida.

No podemos vivir sin conectar. Estamos entendiendo (por fuerza) que somos parte de un universo que esta interconectado, como un sistema mecánico en donde si falla una pieza se daña el resultado total.

Piensa entonces primero con qué conectas tú antes de buscar que otros conecten contigo. Hazte preguntas para entender eso. Por ejemplo: ¿Dónde te sentiste realmente feliz alguna vez? ¿Qué personas te llevan a recuerdos que te hacen sonreír? ¿Cuál fue el mayor aporte que hiciste al ultimo logro de tu empresa? ¿Alguien te lo reconoció? Estas son tremendas pistas que te llevan a entender con qué conectas desde lo profundo.

El afán de la vida diaria a veces no nos deja pensar y luego de que pasa el tiempo sentimos de repente que algo falla. Quizás sea nuestra propia conexión entre el cuerpo, el alma y la mente que no tienen el balance justo para autogestionarnos. Conócete y sabrás con que conectas mejor, luego como consecuencia orgánica muchos querrán conectar contigo. ¡Haz tu magia!

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