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ECONOMÍA

¿Por qué se revalúa el peso colombiano?

Para preocupación de los exportadores, la apreciación del peso colombiano ha regresado con fortaleza. ¿Será prolongada?

16 de abril de 2018

El viernes pasado el dólar de los Estados Unidos se negoció en promedio a $2.705 pesos colombianos en el mercado interbancario local, con lo cual completó una apreciación de 9,3% en lo corrido del año y de 8,2% anual. En algunas transacciones incluso alcanzó un precio por debajo de $2.700, con un mínimo fue $2.686.

Si prevalece la tendencia a la baja, a lo largo de esta semana podría caer de nuevo por debajo de ese valor e incluso permanecer allí durante algunos días.

Las principales causas que han determinado la apreciación del peso son el incremento del precio del petróleo, que constituye el principal producto de exportación; y la debilidad internacional del dólar de los Estados Unidos.

El incremento del precio del crudo eleva los ingresos por exportaciones y contribuye a aumentar la inversión extranjera en el sector de hidrocarburos, porque eleva su rentabilidad. Por este motivo, al aumentar el precio del petróleo tiende a elevarse la oferta de moneda extranjera y en consecuencia tiende a preciarse la tasa de cambio.

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Desde mediados del año pasado el precio del petróleo ha repuntado de una manera significativa (52% en el caso del Brent), gracias al cumplimiento estricto del acuerdo entre los países miembros de la OPEP y otros nueve productores no miembros, incluida Rusia, para limitar la producción, con el fin de eliminar el exceso de oferta que prevaleció en el mercado en 2015 y 2016. La disminución de la extracción en Venezuela ha ayudado a este propósito. En estas condiciones, la Agencia Internacional de Energía considera que ese exceso está al borde de ser eliminado.

Además, el mayor riesgo geopolítico en el Medio Oriente, que hace temer una caída adicional de la producción, reforzó la tendencia alcista del precio del crudo en lo corrido de este año. Tanto que, como consecuencia del endurecimiento de la posición de los Estados Unidos en contra del gobierno sirio, por la utilización de armas químicas en contra de la población civil, y de su enfrentamiento verbal con Rusia por este motivo, el precio del crudo se incrementó la semana pasada a valores a los cuales no llegaba desde 2014 (por encima de 70 dólares por barril).

Hoy el precio del crudo disminuyó por la percepción entre los operadores de los mercados de que, luego del ataque con misiles a blancos específicos relacionados con la producción y el almacenamiento de las armas químicas en Siria, liderado por los Estados Unidos con el apoyo del Reino Unido y Francia, no habrá una respuesta militar de Siria ni de Rusia e Irán, que respaldan el gobierno sirio. Sin embargo, si hay declaraciones agresivas de los países envueltos, es probable que retorne la volatilidad a los mercados.

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En lo que atañe a la debilidad internacional del dólar, en lo corrido del año esta moneda se ha devaluado 3% y alrededor de 13% desde su pico más alto, a finales de 2016, respecto de las divisas de sus principales socios comerciales. Esta depreciación  resulta paradójica porque las medidas económicas de la administración Trump deberían contribuir a apreciarlo.

La reforma tributaria que recortó los impuestos a las firmas y a los contribuyentes de altos ingresos debe estimular la demanda interna. Por esta razón, el mayor gasto doméstico en una economía próxima al pleno empleo, como está la de Estados Unidos,  debería incrementar en el mediano plazo la inflación y en el corto plazo las expectativas de variación de los precios, con lo cual debería forzar a la Reserva Federal a apretar más rápido su postura monetaria. Además, el proteccionismo tiene consecuencias inflacionarias, con lo cual debería también ejercer una presión alcista sobre las tasas de interés en los Estados Unidos. Por último, los cambios tributarios introdujeron incentivos para que las multinacionales estadounidenses repatríen utilidades.

Por tanto, las expectativas de unas tasas de interés más altas y de unos mayores flujos de utilidades deberían fortalecer el USD. Pero sucedió lo contrario: el dólar se debilitó desde que Donald Trump asumió la presidencia.

Quizá el principal motivo por el cual ello ocurrió sea que su manera errática de gobernar no genera confianza entre los inversionistas. En consecuencia, sus decisiones vacilantes contribuyen a debilitar la moneda de los Estados Unidos.

Por el momento, entonces, las dos principales causas de la apreciación del peso en el mediano plazo –la elevación de los precios del petróleo y la debilidad internacional del dólar– se mantendrán.

Además el descenso del riesgo soberano de Colombia en el mediano plazo, a pesar de la degradación de la calificación de la deuda por una de las agencias y del cambio a negativo de su perspectiva por otra, también contribuye a estimular los flujos de capital hacia el país y a mantener un acceso amplio y barato a los mercados internacionales de capital. Estas condiciones ayudan a aumentar en el mediano plazo la oferta de moneda extranjera y a apreciar el peso.

Por estas razones, lo más probable es que la moneda nacional permanezca fuerte en lo que resta del año, aunque no tanto como durante las últimas semanas. Debido a ello, los analistas que reportan sus pronósticos en la encuesta mensual del Banco de la República prevén, en promedio, que la TRM se devolverá a $2.778,25 a final de este y  que aumentará a $2.882,57 al terminar el presente año.

El descenso del precio del petróleo el día de hoy (1,4%) por un menor riesgo geopolítico, a medida que disminuyó el temor por una represalia de Rusia por el ataque de Estados Unidos a Siria, motivó una depreciación de la tasa de cambio en el mercado interbancario local, donde el dólar se negoció en promedio a $2.727.

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