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| Foto: Ruta del Sol Archivo

INFRAESTRUCTURA

Así intentan enderezar la Ruta del Sol

Lo que era el proyecto de infraestructura vial más ambicioso del país se convirtió en ícono de corrupción y falta de previsión. Gobierno actual intenta reactivar las obras.

23 de abril de 2019

Ante el desastre que ha significado la ejecución de la doble calzada entre Villeta y Santa Marta (Ruta del Sol) el gobierno nacional intenta darle una bocanada de aire a este proyecto que se convirtió en símbolo de corrupción y falta de planeación. Un importante tramo de la Ruta del Sol 1 (proyecto que va de Villeta a Puerto Salgar) se concluyó satisfactoriamente hace un tiempo por parte del consorcio Helios. Sin embargo, otro tramo de unos 20 kilómetros entre Guaduas y Villeta que hacía parte de este contrato, nunca se pudo ampliar de 2 a 4 carriles debido a complejidades geológicas y a la necesidad de cambiar el trazado más allá de lo que permitía el contrato, lo que derivó en pleitos y demoras.

Ante esa realidad, la constructora MHC presentó hace unos años una iniciativa privada para terminar este difícil segmento del proyecto. La iniciativa no fue bien recibida por parte de la comunidad de Guaduas teniendo en cuenta que se proponía la instalación de un nuevo peaje en ese municipio, todo para cofinanciar las obras que se acercaban a $2 billones.

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El tema se enfrió y el fue el actual gobierno, de la mano de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el que viene adelantando nuevos trabajos de sensibilización con la comunidad de Guaduas para sacar adelante la iniciativa.

“Hemos hecho un acompañamiento con la comunidad y las autoridades locales para sacar adelante el proyecto. Estamos viendo con MHC cómo logramos bajar el precio de las obras”, explicó Louis Klein, presidente de la ANI.

La no construcción de este tramo en Cundinamarca se ha traducido en sobrecostos para el transporte de carga que viene y va del centro del país.

El diseño propuesto por MHC implica la construcción de túneles y viaductos que evitan las fallas geológicas de la región. Las montañas en esa parte del país están casi en permanente movimiento, lo que afecta la estabilidad de este tipo de obras.

La ANI tiene previsto en los próximos meses llegar a un acuerdo con MHC y sacar la iniciativa a licitación tal y como está previsto en la Ley. Si nadie más se presenta la constructora podría iniciar obras en 2020.

En cuanto a Ruta del Sol 3, que va de San Roque a la Y de Ciénaga, se afina un acuerdo con la firma italiana Impregilo para reactivar las obras en el segundo semestre de este año.

Según la ANI, la obra comenzó en 2010 y nueve años más tarde solo se ha ejecutado 31% del proyecto.

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Antes de firmar el acuerdo de reactivación, el Gobierno pide a Impregilo que se ponga al día con las deudas que se tiene con proveedores de la zona. La ANI considera como viable continuar con el proyecto, antes que sacar una nueva concesión que demandaría mayor tiempo y recursos. Tras alcanzar un acuerdo de pago a proveedores, se prevé el reinicio de las obras y la puesta en operación de 60 kilómetros de vía en los 6 meses siguientes a la reactivación del proyecto.

La Ruta del Sol sector tres hace parte de la 3G de concesiones viales, tiene una extensión de 465 kilómetros y la complementan los tramos Valledupar – Bosconia – Carmen de Bolívar.

Vale la pena recordar que en el caso del segundo sector de la Ruta del Sol (entre El Korán y San Roque), y donde estaba Odebrecht, el Invías hizo varios contratos para continuar con algunas obras y terminar otras que había iniciado el concesionario anterior.

La primera versión de la Ruta del Sol fue planeada hace más de 30 años con el fin de mejorar la movilización de mercancías y pasajeros entre el centro del país y la costa Atlántica. La intención era hacer una vía en doble calzada, que permitiera reducir el tiempo de desplazamiento a máximo 18 horas y facilitar la competitividad.

Después de muchas consideraciones, en 1997 por fin se dio vía libre al proyecto, que tuvo su primera gran frustración con el concesionario del Magdalena Medio (Commsa), conformado por 12 empresas que terminaron por demandar al Estado y no construyeron ni un solo kilómetro de la vía.

Luego, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, se contrató esta obra dividida en tres sectores para facilitar su construcción y ejecución. Hoy buena parte de los sectores 2 y 3 está invadidos por la maleza y por la vergüenza.

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