Masticar hielo.
Masticar hielo aunque puede ser un hábito inofensivo podría verse asociado con un trastorno. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Los trastornos que podría sufrir una persona que siente la necesidad de masticar hielo

Es importante autoexaminarse y, si es necesario, consultar con un profesional de la salud para descartar cualquier afección.

11 de febrero de 2023

Aunque comer hielo puede ser un hábito común que no se asocia aparentemente con ninguna enfermedad, puede ser indicio de algunos trastornos, según la ciencia.

De acuerdo con el doctor Rajiv K. Pruthi, de la Clínica Mayo, masticar constantemente hielo -hábito conocido como pagofagia- puede ser asociado con anemia, estrés e incluso con un trastorno obsesivo-compulsivo.

El experto asegura que se han registrado otro tipo de hábitos como comer arcilla, papel o tierra. Estos elementos no tienen un valor nutricional y pueden causar daño al organismo dificultando su correcto funcionamiento.

Anemia

El centro especializado en salud explica que la anemia es “una afección en la cual careces de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo.” Así mismo, señala que este tipo de enfermedad tiene variaciones y cada una tiene su propia causa.

La anemia aplásica, la anemia de células falciformes, la anemia por deficiencia de hierro o vitaminas, junto a la talasemia, son algunos de los tipos de esta afección. Los síntomas que aparecen tras su desarrollo son: debilidad, piel amartillenta, dificultad para respirar, mareos, fatiga, dolor en el pecho, cefaleas, entre otros.

La anemia consiste en la deficiencia de glóbulos rojos.
La anemia consiste en la deficiencia de glóbulos rojos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La Clínica asegura que cuando una persona constantemente mastica hielo es señal de que en su cuerpo hay un déficit de hierro, un mineral “que nuestro cuerpo necesita para poder llevar a cabo muchas funciones, como producir las proteínas hemoglobina y mioglobina”, señala la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus.

Estrés

Durante el estrés, el cuerpo libera hormonas enviando una señal para actuar en un momento determinado. Sin embargo, la glucosa en la sangre y la presión arterial se pueden ver altamente afectadas.

Cabe señalar que no se considera que el estrés sea malo, ya que puede ayudar en la reacción ante situaciones que pongan en riesgo la vida de una persona. No obstante, convivir con él puede desarrollar graves afecciones sobre la salud.

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El estrés es una emoción que puede ser buena o mala, según sea el caso, precisa MedlinePlus. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

De acuerdo con Medline Plus, el TOC es una afección mental en que las obsesiones son protagonistas, afectando la calidad de vida de una persona, porque aunque intente controlar dichos pensamientos, se le dificulta hacerlo.

La entidad explica en un informe que los factores asociados son: estrés y ansiedad, entre otros, asegurando que tanto adolescentes como adultos se ven implicados en este trastorno.

Aunque las causas son muchas, se considera que algún trauma en la infancia puede ser una variable para que se desarrolle el TOC, como por ejemplo, un abuso. Sin embargo, la ciencia necesita corroborar aún más lo dicho, concluyendo que quienes tienen compulsiones y obsesiones no necesariamente tienen este trastorno, incluso quienes tienen un diagnóstico de ansiedad.

Un estudio evaluó los límites al emplear el deporte como salida para aliviar el estrés y la ansiedad.
La ansiedad es considerada un trastorno donde las preocupaciones abruman. | Foto: Getty Images / Guido Mieth

Cabe aclarar que las obsesiones o pensamientos son impulsos, imágenes mentales que tienden a causar ansiedad y son repetitivas. Siendo este un trastorno que, de acuerdo con la Clínica Mayo, se debe al miedo excesivo y las preocupaciones constantes que experimenta una persona, que necesita estar bajo la supervisión de un profesional de la salud.

Entre tanto, las compulsiones se relacionan con comportamientos que intentan reducir la ansiedad, cómo limpiar, ordenar e incluso “verificar repetidamente cosas, como si la puerta está cerrada o el horno apagado”, precisa la Biblioteca. Por tal razón, masticar hielo puede ser un comportamiento que mitigue -para algunas personas- los síntomas de la ansiedad.