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Ghisliane Echeverry, directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam)
Ghisliane Echeverry Prieto, directora del Ideam. (Colprensa - John Paz) | Foto: El país

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Directora del Ideam anticipa en SEMANA qué pasará con las lluvias en Bogotá y en los embalses: el pronóstico es desalentador

Ghisliane Echeverry explicó que, si bien en la ciudad se espera que entre abril, mayo y junio empiecen a aumentar las precipitaciones, otro es el panorama para la zona donde está ubicado Chingaza, el principal embalse que abaste de agua a la ciudad. Reveló además si va a llover o no en las zonas donde están los embalses de generación de energía en el país.

Redacción Semana
21 de abril de 2024

SEMANA: ¿Cuál es el panorama meteorológico en Bogotá y la región?

Ghisliane Echeverry (G.E.): Bogotá se encuentra ubicada en la región Andina, así que el régimen pluviométrico responde a esta región del país, que tiene dos temporadas de más lluvias y dos temporadas de menos lluvias en el año, esta es la climatología histórica. La temporada de menos lluvias o temporada seca usualmente es en diciembre, enero y febrero y ya empieza a transitar a la temporada de más lluvias en marzo, pero esta temporada de más lluvia se establece en abril, mayo y junio. Eso es lo que ocurre históricamente en esta zona.

Lo que hemos tenido en los últimos meses, de hecho en el último año, es que otros fenómenos meteorológicos han tenido impacto sobre el territorio nacional y esto hace que esa climatología se vea alterada. Uno de ellos es el Fenómeno de El Niño, que es el calentamiento del océano Pacífico, el cual viene con una anomalía térmica, con un aumento de temperatura desde mayo del año pasado. Cuando el océano se empieza a calentar, genera un impacto sobre la atmósfera para el territorio nacional y especialmente para la región Andina. Este impacto tiene que ver con disminución de precipitaciones y aumento de temperaturas. Esto está ocurriendo.

En el momento en que el Ideam declara el fenómeno de El Niño, que fue en noviembre, no es porque en ese momento se instaló, sino porque se cumplió un criterio técnico, el cual indica que tenía que sostenerse durante cinco trimestres móviles esa temperatura para poder hacer la declaratoria, pero ya había unos efectos. Entonces, aunque estaba lloviendo en esa temporada, porque en la segunda temporada de lluvias lo que registramos desde el monitoreo es que el total de precipitación total de agua que cayó el año pasado estuvo por debajo de lo normal, de todas maneras, siempre dijimos que este fenómeno de El Niño se intensifica o se exacerba en la temporada seca.

Ghisliane Echeverry, directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam)
Ghisliane Echeverry Prieto, directora del Ideam. (Colprensa - John Paz) | Foto: El país

Para decirlo, digamos en términos muy coloquiales, en temporada seca tenemos cinco gotas de lluvia, pero, con el fenómeno de El Niño, solamente vamos a tener una o cero gotas, porque se intensifica esa temporada. Y eso es lo que ha venido pasando.

SEMANA: Y en los primeros meses de este año, ¿el fenómeno de El Niño se intensificó?

G.E.: Lo que ha ocurrido en este año, especialmente en enero, es que tuvimos un mes muy seco, fue uno de los eneros más secos y el enero más caliente en la historia. Este fenómeno sigue vigente y empezó a surtir también sus efectos para febrero y marzo, y en abril el fenómeno aún sigue. El océano Pacífico sigue caliente. Ya está normalizando su temperatura y hablamos de una transición a fase neutra en este momento entre abril y junio, que ya se estabilice la temperatura, pero es importante decir también que hay un rezago en el impacto, es decir, así como en el momento en que el océano empezó a calentarse, inmediatamente no tuvimos efectos, también en el momento en el que el océano empiece a estabilizar su temperatura no significa que, inmediatamente, cese el impacto. Habrá un rezago.

Y también, como hemos tenido un déficit de precipitación acumulado, los caudales, los ríos, también toman un tiempo en recuperarse después de que lleguen las lluvias. Esto no es inmediato. Eso es lo que, en general, ha ocurrido en Bogotá y en la región Andina.

Aunque también hemos tenido otros fenómenos meteorológicos. Por ejemplo, en las dos primeras semanas de abril, nos llegó algo que se llama la oscilación de Madden and Julian, que es algo normal para esta época, pero lo que no fue normal es que esta oscilación ocurrió con mucha más intensidad. Incluso abril fue mucho más seco que marzo.

SEMANA: ¿En qué consiste la oscilación de Madden and Julian?

G.E.: Se le conoce así porque es una onda que está usualmente pasando. Ella tiene dos fases, una fase que se llama subsidente y otra que se llama convectiva. La subsidente, que fue la que nos pasó, genera sequía, y la convectiva es la que favorece la lluvia. En este momento, está pasando una fase convectiva, pero también depende de la intensidad.

Esto ocurre porque hay un exceso de energía térmica, toda vez que el océano Atlántico está muy caliente también y eso es absolutamente inusual. Lo que suele ocurrir en un fenómeno de El Niño, es que se calienta el océano Pacífico y se enfría el océano Atlántico, por compensación térmica. El año pasado, el océano Atlántico estuvo caliente todo el año y sigue caliente y eso hizo que el 2023 fuera un año sin análogo climático en la historia. Eso nunca había sucedido e hizo que abril, donde sí estábamos esperando lluvias por encima de lo normal, haya tenido dos semanas bastante secas entonces.

Varias vías se han visto afectadas por cuenta de las fuertes lluvias este martes, 6 de febrero.
En Bogotá no ha llovido con la intensidad que se esperaba en estos meses. | Foto: Twitter: @BogotaTransito

SEMANA: ¿Podríamos decir que hasta el momento es el abril más seco en años?

G.E.: Nosotros ese análisis lo haremos al final de abril, porque comparamos el mes total, pero si en las próximas dos semanas no tenemos lluvias abundantes, es muy probable que estemos ante un abril de los más secos en la historia. Lo que podemos decir es que estas dos semanas que hemos tenido han sido absolutamente atípicas.

SEMANA: ¿Y el primer trimestre sí fue el más seco en años en Bogotá y la región?

G.E.: Enero sí cerró como el mes más caliente. Y febrero y marzo, si bien no cerraron como los meses más calientes, sí observamos que las precipitaciones han estado por debajo de lo normal. En todo caso, definitivamente, este primer trimestre sí estaría dentro de los más calientes y más secos.

SEMANA: Se han visto temperaturas muy altas en Bogotá, ¿la ciudad ha superado el récord histórico?

G.E.: Sí, hemos registrado aumentos de hasta de 2 grados centígrados y hemos alcanzado una temperatura de hasta de 26 grados.

SEMANA: ¿Cuándo empezará a llover en Bogotá?

G.E.: Ya estamos empezando a ver lluvias, y esperamos que esta temporada de lluvias se establezca en mayo y junio.

SEMANA: ¿Y cuándo empezará a llover en las zonas donde están ubicados los embalses de agua, principalmente en Chingaza?

G.E.: Ahí tengo que entrar a dar otra explicación, porque, hasta el momento, hemos hablado de la región Andina, pero el sistema Chingaza depende del régimen pluviométrico de la Orinoquía. Allí tuvimos un enero muy seco, pero en febrero, para esa región, se recibieron lluvias importantes, que no se esperaban. Se constituyó como un mes con lluvias por encima de lo normal; marzo sí estuvo por debajo de lo normal y abril ha estado también afectado por esta sequía.

En ese orden de ideas, lo que se esperaría para la Orinoquía, a diferencia de la región Andina, es que no se instalen con fuerza las lluvias para este trimestre y para después de junio, para el segundo semestre del año, tienen una temporada seca.

La temporada de ciclones tropicales que trae lluvias en la región Andina no alcanzan a llegar hasta la región Orinoquía y el Fenómeno de La Niña no tiene este impacto a estas lluvias sobre la Orinoquía, entonces, en general, lo que estamos esperando para el resto del año en esta zona es que no se instalen lluvias fuertes y que, al contrario, tengamos déficit de precipitación, no ausencia total de lluvias, por supuesto que va a llover en algún momento, pero tal vez no lo suficiente para la recuperación total y el llenado del embalse.

SEMANA: Es una situación preocupante para el resto del año...

G.E.: Para el sistema Chingaza, porque es muy importante diferenciar, sí. Se prevén lluvias, pero no con la fuerza que llegarían a la región Andina y a la región Caribe y Pacífica.

 El nivel del Sistema Chingaza, que es el que provee la gran mayoría del agua en Bogotá, se encuentra en 16,19 por ciento. Está conformado por los embalses de San Rafael y Chuza.
El Sistema Chingaza, que es el que provee la gran mayoría del agua en Bogotá. Está conformado por los embalses de San Rafael y Chuza. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA / Acueducto de Bogota

SEMANA: Aunque no es de su competencia, al pronosticarse menos lluvias, obligaría a la Alcaldía de Bogotá a mantener el racionamiento...

G.E.: Es muy probable que ellos tengan que mantener las medidas durante el resto del año.

SEMANA: ¿Y qué pronóstico de lluvias se tiene para el resto del país, principalmente para las zonas donde están ubicados los embalses de generación de energía?

G.E.: Allí la situación es un poco diferente. Los embalses están ubicados en la región Andina, región Pacífica y región Caribe. Nosotros generamos un pronóstico el lunes e informamos al país que se iban a instalar algunas lluvias para el día miércoles, jueves, viernes y sábado de esta semana que termina. Son los días en los que esperábamos lluvias en los embalses. Hasta ahora, los pronósticos nos está mostrando que el día domingo vuelve a disminuir la precipitación y es probable que la próxima semana tengamos predominancia de tiempo seco. No tan seco como estas dos últimas semanas, pero tampoco las lluvias con la fuerza que se esperarían para abril. De ahí en adelante, el mes de mayo nos está mostrando una climatología normal, es decir, no va a estar con exceso de lluvia, pero tampoco deficitario. En junio, un poco más de lluvia, de acuerdo a lo que es junio normalmente.