Home

País

Artículo

Coyuntura Internacional

Venezuela, ganar es perder un poco

La llegada de beligerantes líderes de la oposición a la Asamblea Nacional venezolana podría convertirse en una amenaza para el proyecto reeleccionista de Chávez en 2012.

2 de octubre de 2010

Durante los próximos cinco años, los partidos de oposición en Venezuela tendrán en el recinto de la Asamblea Nacional un nuevo escenario de discusión con el Gobierno, lejos de las calles y plazas públicas donde se atrincheraron desde 2005.

Tras lograr 65 diputados -de los 165 elegidos el pasado 26 de septiembre- la oposición, agrupada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) vuelve con fuerza al escenario político. Sin embargo, este regreso podría estar lleno de escollos. ¿Qué tanto impacto puede tener el ingreso de la oposición a la Asamblea Nacional para frenar los planes del presidente Hugo Chávez de consolidar su proyecto socialista?

La principal victoria de los opositores está en haber derrotado la aspiración de Chávez de sumar dos tercios de la Asamblea (110 parlamentarios). El partido del Presidente obtuvo 98 escaños, mayoría que no le permite aprobar por si solo leyes orgánicas -cambios en la Constitución- ni elegir dignatarios como el Contralor, Fiscal, los magistrados del Tribunal Supremo o los rectores del Consejo Electoral.

Aunque es prematuro hablar de cambios substanciales en la política en Venezuela, hay quienes sugieren que, hacia el futuro, el Presidente no la tendrá fácil para profundizar su modelo socialista y hacerse reelegir en 2012. Chávez tendrá que tomar, por lo menos, tres acciones para mantener la gobernabilidad: dialogar, corregir y negociar.

En materia de diálogo, el mandatario enfrentará duros opositores que lograron copiosas votaciones en distritos como Caracas, Maracaibo y San Cristóbal.

Una de las mayores votaciones de la oposición la logró María Corina Machado, una beligerante ingeniera a quien Chávez ha descalificado públicamente, señalándola como una 'burguesa' a quien quisiera tener como rival en las elecciones presidenciales de 2012 "para derrotarla". Otro opositor que llega con fuerza es Stalin González, líder estudiantil que derrotó en Caracas a la actual presidente de la Asamblea Nacional, Cilia Flórez, del partido de gobierno Psuv.

Para el ex presidente Néstor Kirchner, cercano a Chávez, el mandatario tendrá que reflexionar sobre lo que tiene que mejorar. "Lo veo -a Chávez- con voluntad de corregir. Esperemos que Venezuela pueda volver a la normalidad y lo que estaban discutiendo en la calle ahora pasen a discutirlo en el Parlamento", dijo Kirchner el lunes pasado en Nueva York, al comentar los resultados electorales.

Pero, quizá un tema fundamental y que definirá el rumbo del país es la capacidad del mandatario para negociar con la oposición. Aunque hasta el momento se ha mostrado desafiante por los resultados obtenidos en las elecciones del domingo y ha descalificado a los opositores -en Twitter escribió en tono irónico: "Dicen los escuálidos que ganaron. Bueno, que sigan ganando así"-, la difícil situación que enfrenta en el plano económico y social podría obligarlo a rectificar esta posición.

Los pronósticos de una caída del PIB venezolano del 4% para este año, una inflación que podría superar el 25%, el desabastecimiento, los cortes de energía y la pérdida de empleos se han convertido en caldo de cultivo de un creciente inconformismo social. Esto quedó ratificado en las urnas y puede resultar determinante en el futuro político del presidente. Por eso, si Chávez quiere reelegirse en 2012, tendrá que dialogar, corregir y negociar.