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La Secretaría de Educación Distrital deberá responder por 52 hallazgos administrativos que hizo la Contraloría del Distrito | Foto: Archivo Semana

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Hallan irregularidades por $2.069 millones en Secretaría de Educación de Bogotá

La Contraloría de Bogotá desarrolló una auditoría en cuatro instituciones educativas de la ciudad, en la que estableció 52 hallazgos administrativos, de los cuales cuatro corresponden a hallazgos con alcance fiscal por $2.069 millones.

31 de enero de 2012

Los hallazgos fiscales se trasladarán a la Dirección de Responsabilidad Fiscal, mientras que otros 46 tienen alcance disciplinario y serán llevados a la Personería Distrital y dos más tienen alcance penal y serán asumidos por la Fiscalía General de la Nación.

La auditoría se llevó a cabo en obras que se ejecutaron en cuatro instituciones: Ofelia Uribe de Acosta – El Bosque, Matilde Anaray Sede B, Colegio Fanny Mikel y Nicolás Buenaventura Sede B.

En la evaluación de los contratos de obra, la Contraloría determinó que en general, se sigue presentando incumplimiento normativo por parte de la Secretaría en lo relacionado con la obligatoriedad de disponer de la correspondiente licencia de construcción previo al inicio de la ejecución contractual.

Es el caso del Colegio Distrital Nicolás Buenaventura (Chorrillos- Las Mercedes), cuya obra se inicia y se suspende el mismo día, por no contar con este requisito previo, según el ente de control.

“Se presentan casos tan graves como el del Colegio Simón Bolívar Sede B- Matilde Anaray, proyecto que fue modificado en su totalidad, pasando de ser un reforzamiento estructural a una construcción nueva, con una consecuente modificación en el objeto contractual”, dijo la Contraloría.

Otro ejemplo de esta irregularidad es el Colegio Fanny Mickey – Villa de Diamante, en el que “la entrega de diseños incompletos y deficientes se hizo evidente cuando se comprobó el cambio total de diseño de cimentación y la falta de diseño de las obras de mitigación del riesgo del fenómeno de remoción en masa que ocasionaron aumentos considerables en las cantidades de obra del proyecto y posterior reclamación del contratista”.

En general, la Contraloría estableció que todos los proyectos evaluados fueron modificados, en razón a las deficiencias en los diseños y/o a decisiones tomadas unilateralmente por la SED al momento de iniciar los trabajos.

Es por eso que en ninguno de los casos el presupuesto alcanzó para dar cumplimiento a las metas físicas originales, debido en gran medida a que los diseños o no cumplían con los estándares o no fueron utilizados por la SED, dijo el ente de vigilancia.

“Se generan entonces, una serie de situaciones tales como adiciones en valor para tratar de terminar las obras, reclamaciones de los contratistas por mayor permanencia en obra y actualizaciones de precios, que en algunos casos son exclusivamente responsabilidad de la entidad, por falta de planeación y control dentro del proceso contractual”.

En conclusión y tomando esa muestra de cuatro colegios, la Contraloría del Distrito de Bogotá aseguró que “la entidad no tuvo la planeación y control suficiente para solucionar a tiempo estas irregularidades, no hubo un control suficiente, ni se exigió el cumplimiento de las funciones a las interventorías contratadas”, entre otros.

De otra parte, la Contraloría observó que la SED está poniendo en funcionamiento colegios sin debida prestación de servicios públicos y sin haber terminado adecuadamente las instalaciones, como es el caso del colegio Simón Bolívar Sede B.

Esta institución, al momento de la auditoría, funcionaba con provisional de energía eléctrica, lo cual “pone en peligro la salud de los estudiantes y desmejora en gran medida la calidad del servicio ofrecido”, concluye la auditoría.