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El gran debate de las cifras industriales

Las diferencias en las estadísticas de producción industrial entre el Dane y otros centros de investigación revelaron aspectos interesantes para tener en cuenta en las proyecciones de la economía nacional.

5 de agosto de 2005

La economía colombiana desaceleró su marcha en el primer trimestre de 2005. El crecimiento del PIB fue de 3,61%, menor al 4,49% del último trimestre y al 3,96% del primero de 2004. Sin embargo, entre los académicos, las malas noticias no generaron una gran preocupación por el desempeño de la producción, sino por la precisión de las estadísticas. Los datos parecen contradictorios.

A la vez que las exportaciones no tradicionales crecían 28,8% -que en su mayoría son de bienes industriales-, la producción manufacturera del trimestre según el Dane caía 1%. Simultáneamente, la encuesta de la Andi mostraba un crecimiento de la producción de 6,6% del primer trimestre de 2005 contra el mismo lapso de 2004, mientras que los balances de la encuesta de opinión de Fedesarrollo caían de 17 en febrero a 7 en marzo.

La discrepancia abrió una discusión en la que se dudó de todas las cifras, en un debate relevante porque se trata de saber si los indicadores muestran o no el estado de la economía. Ahora, dos meses después y con estadísticas a mayo, ¿qué se puede decir sobre las estadísticas de producción industrial del país?

Hasta hoy, las cifras del Dane no han sido modificadas. Ernesto Rojas, director de esa oficina, señala de forma categórica que no está dispuesto a discutir los resultados. Sin embargo, los investigadores de Fedesarrollo están seguros de que tendrán que revisar los datos de los primeros meses del año, para incorporar el aumento de las exportaciones en el total de la producción manufacturera nacional. "El trimestre no fue tan malo como lo planteó el Dane", dice Mauricio Cárdenas, director de Fedesarrollo.

El problema para Fedesarrollo es el Índice de Precios del Productor, IPP, que calcula el Banco de la República. El Dane usa ese índice para poner en precios constantes los valores de producción que recoge en su encuesta mensual a las firmas manufactureras. En opinión del centro de investigación, el índice de precios debería haberse modificado para capturar un fenómeno en el mercado de las exportaciones industriales: los volúmenes aumentaron, pero los precios de venta se redujeron. Si hubiera crecido la participación de los exportadores en la canasta con la que se calcula el IPP, el índice habría sido menor y con ello la caída en la producción también hubiera sido más reducida.



Tres elementos nuevos

Las cifras de la Andi también recibieron críticas por su aparente exagerado optimismo. Algunos incluso dijeron en su momento, que el gremio trataba de dar una 'ayuda estadística' a la popularidad del presidente Uribe. "La producción tampoco fue tan buena como dijo la Andi", anota Cárdenas.

Cuando se estudia con algún cuidado, esta encuesta tiene una sorpresa. La de la Andi difiere de la del Dane en la metodología, pero curiosamente se aproxima bastante bien cuando se desfasan las dos series. La primera podría anticipar en algunos meses los datos del Dane (ver gráfico). La razón podría ser que las condiciones de los encuestados por la Andi se toman un tiempo en llegar al resto del sector. Si eso es cierto, el optimismo del gremio de los industriales podría ser, más que el reflejo de las condiciones actuales, el presagio de las que vienen. La comparación con los datos del Dane mes a mes sería entonces desacertada.

Otro elemento que puede incorporarse en la discusión sobre la producción industrial es la de los días hábiles. La producción agregada de la economía por día hábil en el primer trimestre de 2005 fue mayor que en los trimestres anteriores. Esto sugiere que la desaceleración de enero a marzo se explica casi completamente por las vacaciones de Semana Santa. Ya en abril, la producción industrial creció 10,9% y las ventas del comercio 16,3%. Por eso, el Dane debería corregir sus datos por días hábiles, para tener resultados comparables cada mes.

Finalmente, al margen del nivel de producción, hay otra discusión interesante en la producción industrial. Para el economista Eduardo Sarmiento, se avecina otro problema estadístico en la industria porque ahora le añade menos valor a la producción. Las cifras le dan la razón. Una relación entre un índice de producción manufacturera y un índice de importación de materias primas para la industria (ver gráfico) ilustra claramente esa situación. La falta de valor agregado se reflejará más adelante en las cuentas trimestrales del PIB industrial, que posiblemente será menor de lo que se espera con los datos de producción mensuales.

Así, con estas consideraciones, se puede esperar que la interpretación de las cifras de producción industrial se refine en el país y que haya algo más de consenso sobre la situación real de la economía.