Cinco retos que tendrán los nuevos mandatarios regionales

Este domingo los alcaldes y gobernadores electos se convirtieron en los primeros actores invitados por el Gobierno Nacional para iniciar la “Conversación Nacional” convocada por el presidente Iván Duque luego de tres días de marchas y protestas sociales en varias regiones del país.

El objetivo de este encuentro es redefinir la agenda política y social y atender los clamores surgidos de la protesta social. Esta reunión se dará en la antesala de una cumbre de gobernadores que esta semana se cumplirá en Medellín en la que los actuales mandatarios regionales tendrán un espacio de diálogo con sus sucesores para definir cuáles son los temas clave en las regiones durante los próximos años.

La meta de esta cumbre es analizar, a instancias de un encuentro denominado la “Cumbre del Empalme”, los principales retos que deberán asumir durante su gestión de los próximos cuatro años en temas claves como la salud, la educación, el financiamiento de los programas de gobierno y el advenimiento de una nueva era en materia de competitividad económica, dice el director de la Federación Nacional de Departamentos, Carlos Camargo Assis,

¿Cuáles son los principales desafíos que deberán enfrentar los nuevos mandatarios regionales? Estos son cinco de los temas que más darán de qué hablar en los próximos años de gobierno de los funcionarios recién elegidos.

1. Saldar las deudas pendientes con el sistema de salud
La expedición de un decreto que reglamenta la llamada “Ley de Punto Final” en salud se conocerá esta semana, y se ha convertido en una coyuntura propicia para que los gobernadores entrantes y salientes analicen los alcances de un vasto plan que, según las previsiones, debe concluir con el saneamiento financiero del sistema de salud.

Su partida será la abolición del actual método de recobros “No PBS”, cuya gestión, financiamiento y manejo tecnológico quedará ahora a cargo de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social (Adres), y ya no en los hombros de los departamentos, como ha venido ocurriendo hasta el momento.

La meta del Acuerdo es ambiciosa: garantizar el acceso de 44 millones de personas a los regímenes contributivo y subsidiado. Sin embargo, primero es necesario saldar deudas con los proveedores de insumos, cuyo monto reconocido por el gobierno nacional a través del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, es de $7 billones ($4 billones al régimen contributivo y $ 3 billones al subsidiado).

Para lograr este saneamiento los departamentos se han declarado dispuestos a contribuir con 7 puntos de los recursos del Sistema General de Participaciones girados para el financiamiento, es decir, con cerca de $700.000 millones anuales.

2. Mejorar el rendimiento de las regalías
En momentos en que en el Congreso de la República está a dos debates de su aprobación final la reforma constitucional al régimen de regalías, el tema se ha convertido en uno de los puntos de mayor interés para los nuevos gobernantes. Este tema será analizado en el marco de la Cumbre del Empalme en el módulo denominado “Retos y oportunidades para el fortalecimiento institucional de las regiones”, el en cual los mandatarios entrantes y salientes analizarán el nuevo proyecto de ley del Sistema de Regalías. Allí tendrán en cuenta varios puntos transversales de la discusión: primero, el hecho de que la Contraloría General de la República acaba de calcular en $15,6 billones el saldo de recursos del Sistema que se quedó sin ejecutar durante la vigencia del año pasado. Esa cifra representa el 54% de los recursos disponibles.

El segundo aspecto es que una de las causas principales para que eso ocurriera fue la modificación en la política de giro de regalías establecida por el Gobierno mediante el Decreto 2190 de 1980, que se tradujo en un mayor “congelamiento” de recursos que son vitales para el desarrollo de las comunidades. Eso explica, a juicio de varios gobernadores, porqué $5,9 billones de esos dineros se quedaron en el Tesoro Nacional.

A pesar de todo, el desempeño de los departamentos en cuanto a la ejecución ha ido mejorando. Al cierre de la vigencia anterior Norte de Santander, Guaviare, Vichada, Cundinamarca, Boyacá, Meta, Guainía, Casanare y Arauca presentaban los niveles más altos, con porcentajes entre el 52% y el 62%. Los departamentos aportaron además $2 billones de estos recursos para el mejoramiento de la infraestructura de la educación pública superior, lo que hizo posible el levantamiento del paro del sector de comienzos de año.

Uno de los desafíos más importantes para las regiones le apunta a mejorar la calidad y cantidad de los proyectos de inversión que son tramitados a través del Órgano Colegiado de Administración (OCAD) de Ciencia y Tecnología.

3. Educación: cómo espantar los “elefantes blancos”
Los gobiernos departamentales han venido trabajando en una iniciativa para el rescate del Fondo de Infraestructura Educativa (FIE) y el salvamento de no menos de 155 proyectos que estaban al borde del siniestro, básicamente por incumplimiento de los contratistas.

La mayoría de esos proyectos, representados en la construcción de más aulas escolares, se encuentran aún en peligro de convertirse en “elefantes blancos” por el incumplimiento de los contratistas.

Otra preocupación para los mandatarios actuales y los recién elegidos es que el Banco de la Excelencia, diseñado por el Gobierno Nacional para la garantizar la calidad de la educación y la formación de los docentes, se haya vuelto ineficiente y que no consulte las necesidades regionales. Por eso la cumbre en Medellín pasará revista a la situación.

A esta se suma la expectativa que hay por la constitución de la Unidad Administrativa del Programa de Alimentación Escolar (PAE). Los mandatarios están de acuerdo con los órganos de control en que es necesario mejorar la contratación de operadores locales y recientemente la Contraloría realizó una evaluación concertada que cubrió 11 departamentos y 31 municipios y evidenció que aún persisten fallas como la falta de cobertura a la totalidad de los estudiantes, recursos insuficientes para la adecuada operación del programa, irregularidades en contratación y pagos, insumos insuficientes y menús no adecuados a las necesidades nutricionales de los niños.

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4. Ganar en autonomía para la descentralización
A los nuevos gobernadores les corresponderá impulsar el trabajo de la Misión de Descentralización, creada mediante la Ley 1961 de 2019 o Ley de Regiones. La clave estará en el manejo de nuevas herramientas para sacar adelante, mediante esquemas asociativos, proyectos de desarrollo regional.

Todos prevén un auge de las Regiones Administrativas y de Planificación (RAP), cuyo objetivo es permitir gestionar recursos de cofinanciación de los distintos niveles de gobierno y de cooperación internacional para desarrollar obras de gran impacto en varios departamentos.

La Misión dispondrá de un plazo de 18 meses para llevar ante el Congreso de la República iniciativas constitucionales y legales para generar los nuevos espacios para definir la relación Nación-Región y para regularla a través de instrumentos fundamentales como un nuevo Código de Régimen Departamental y Municipal.

5. Mayor competitividad
Luis Carlos Vélez Cardona, gobernador electo de Caldas, moderará durante la Cumbre del Empalme un segmento dedicado a examinar en perspectiva las apuestas para la competitividad y la productividad en las regiones.

Un insumo para esta discusión es el índice Departamental de Competitividad (IDC), calculado por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, que señalaba que, después de Bogotá, los departamentos de Antioquia, Caldas y Santander son las regiones más competitivas del país. Además, Chocó y La Guajira se perfilan como los departamentos con mayores oportunidades de mejora en la medición. Cómo serán administradas esas oportunidades es una de las grandes preguntas que tendrán que resolver los mandatarios regionales, que este jueves 28 y viernes 29 se reunirán en Medellín.