GREGORIO GANDINI

¿Qué es y cómo se analiza el crecimiento económico?

Con la publicación del tan esperado dato del Producto Interno Bruto para el primer trimestre de 2018, decidí prender el letrero de profesor y dedicar esta columna a explicar qué es y cómo se analiza el crecimiento económico, para que podamos entender mejor la información disponible al respecto.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
23 de mayo de 2018

Por fin salió el dato de crecimiento económico para el primer trimestre de 2018 y podemos decir que estuvo en línea con las expectativas del mercado publicadas en la última Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo de 2,2%. Esto sin duda nos pone en camino hacia la meta de 2,5% también esperada por el mercado. Sin embargo, vale la pena detenernos un momento y hablar un poco del concepto del crecimiento económico y su medida base, el Producto Interno Bruto.

El Producto Interno Bruto

La definición en economía del Producto Interno Bruto o PIB es el total de bienes y servicios producidos en un país en determinado periodo de tiempo. Sin embargo, esta definición nos haría pensar que el PIB solo se puede calcular como la suma de la producción; sin embargo, existe más de una forma de realizar este cálculo. Aquí les presentaré dos, vía oferta y vía gasto:

Vía gasto: Se basa en cómo se demandan los bienes y servicios de la economía y se divide en el consumo de los hogares (C), Inversión (I), Gasto Público (G) y Exportaciones netas (Exportaciones – importaciones) y se calcula con la siguiente fórmula:

Vía oferta: Es la sumatoria de todos los sectores productivos de la economía, que en Colombia son 10, entre los cuales, como es lógico, no todos los sectores tienen el mismo peso dentro del cálculo, donde los más representativos son el comercio (18,9%) e industrias manufactureras (13,3%) por lo que hay que ser cuidadosos a la hora de analizar las variaciones.

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Por último, otro detalle a tener en cuenta es que existe dos tipos de cálculo adicionales respecto al precio, el PIB a precios corrientes o nominal y el PIB a precios constantes o real. La diferencia básica entre ellos es que el real deja los precios fijos en un año y registra solo el cambio en las cantidades o producción, mientras el nominal registra variaciones de precios y cantidades producidas.

¿Qué nos dicen los datos del primer trimestre de 2018?

Lo primero que se puede afirmar de los datos de crecimiento de 2018 es que para el primer trimestre, tal y como se puede en la gráfica 1, se presentó una tasa anual de 2,2%, mayor al 1,5% del mismo periodo de 2017 y muy cerca al nivel de 2016 de 2,5%. Otra medida clave a tener en cuenta es el promedio de todos los primeros trimestres, representado con una línea en la gráfica, el cual es de 3,7% lo que ubica el registro actual todavía muy por debajo de la dinámica histórica.

                                                                               Grafica 1. Elaboración propia. Fuente: Dane.

Para ubicarnos en las metodologías descritas anteriormente este primer cálculo publicado del PIB es hecho vía oferta por lo que la forma de revisarlo es a través del comportamiento de los diferentes sectores y, en especial, aquellos que tienen un peso significativo sobre el resultado final. De tal forma que los sectores que jalonaron la economía para el primer trimestre de este año fueron principalmente comercio al por mayor y al por menor que tiene un peso aproximado de 18,9% y presentó un aumento de 4,3% trimestral y actividades profesionales, científicas y técnicas con un peso de 7,9% y una variación de 4,5%.

                                                                                Grafica 2. Elaboración propia. Fuente DANE.

Sin embargo, el sector de peor desempeño en lo que va de 2018 fue el de la construcción que se contrajo, tanto de forma trimestral con -5,5%, como de forma anual -8,2%. Este hecho tiene implicaciones más allá de solo el PIB, ya que, al ser un sector tradicionalmente intensivo en mano de obra, su contracción también se sentirá en la tasa de desempleo y posteriormente en el nivel de consumo de los hogares.

En la gráfica 2 se puede ver el comportamiento histórico de las tasas trimestrales tanto para la construcción como para el comercio y se puede notar que, para el caso de la construcción, esta reducción viene dándose desde el último trimestre del año anterior, con lo que se completan 6 meses de contracción en ese sector en particular. Este efecto se vio marcadamente en 2018 donde el comportamiento del pedido de cemento gris, aquel que se usa para construcción, presentó una reducción con un despacho de 976.000 toneladas frente a 1‘083.000 toneladas de 2017.

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Por su parte, el comercio es más volátil, pero vale la pena aclarar que el de este trimestre es el mayor registro trimestral desde 2010, lo cual está soportado también por aumentos consecutivos en el índice de la encuesta de ventas reales de la Encuesta Mensual de Comercio al por Menor y de Vehículos (EMCM) del Dane que tuvo crecimientos anuales de 5,23%, 5,90% y 6,18% para enero, febrero y marzo de este año.

Definitivamente, la gran conclusión de los datos de crecimiento económico para el 2018 es que, si bien están en línea con lo esperado por el mercado y eso en sí mismo da algo de tranquilidad, el comportamiento del sector de construcción es algo que hay que seguir de cerca ya que son dos trimestres de contracción y su impacto más allá del producto puede ser importante para otros sectores. Será interesante ver este comportamiento para el segundo semestre del año, después de las elecciones presidenciales, para poder analizar si este registro respondió a efectos de esperar para invertir por riesgo político o si continúa cayendo y existe alguna variable estructural como el nivel de precios de los inmuebles o el nivel de demanda que esté afectando al sector como un todo.

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