Opinión Online

Equivóquese pero innove

“Si usted no se equivoca una y otra vez, es señal de que no está haciendo algo muy innovador” Woody Allen

Invitado
18 de julio de 2015

Había mencionado anteriormente que hablaría sobre los diferentes procesos que modulan la innovación; por eso y con un matiz desafiante, el primer paso sugerido para sus empresas es equivocarse, así como lo leen, hay que experimentar y buscar la concentración plena en las necesidades del entorno; mejorando cada día la forma en que identifican, generan y aprovechan las oportunidades para crear.

La innovación requiere de ideas transformadoras y diferenciadoras que provoquen y estimulen a los clientes, sugiriendo nuevos productos, creación de mercados, incluso, desafiando las metas ya establecidas. Pero, ¿Cómo desarrollarlas en las empresas?

La respuesta más fácil sería contar con genios que pudieran adivinar el futuro éxito de la organización; y de esos no hay tantos, por eso y para eso, existe la innovación como motor de las ideas, que pueden no adivinar el futuro, pero si marcar un camino directo a la conquista de la creatividad y la diferenciación en el mercado.

Ya mencioné antes que debido a la inestabilidad actual del entorno, las empresas deben fomentar la agilidad, flexibilidad y variabilidad; con el único fin de descubrir las tan anheladas ideas innovadoras. Sin embargo, esto debe extenderse más allá de los límites operacionales de la empresa e incluir lo que denominamos “ecosistemas experimentales”. Aunque pueden ser externos o internos, estos que deben: pensar, probar, equivocarse, levantarse y volver a ensayar, convirtiendo así la experimentación en el “flujo sanguíneo” de la innovación, lo que le da la vida.

Dentro de estos ecosistemas de experimentación, podemos buscar ideas potenciales de forma metódica y sistemática examinando tres posibles fuentes:

1. Buscar resolver algún problema específico en la organización.
2. Indagar en sitios donde la tecnología pueda dar una solución.
3. Crear modelos de negocios con ingresos alternativos a los ya existentes.

La intersección de estos tres elementos significa una innovación exitosa, las empresas que ensayen incesantemente, recopilen, sinteticen y hagan "colisionar" a estos elementos, encontrarán el éxito con mayores probabilidades.

Si al estar experimentando metódicamente se consigue “dar en el clavo” de lo que el cliente está necesitando, se cuenta con el conocimiento profundo de nuevas tecnologías y se logra encontrar un mecanismo de cómo estos dos elementos pueden “convivir”, entonces podríamos lograr tres cosas: generar un nuevo modelo de negocio, conquistar nuevos mercados o alcanzar una nueva categoría de producto.

Hoy en día muchas empresas realizan investigación de mercado y conocimiento del consumidor mediante lluvia de ideas (“focus groups”), nuevos modelos financieros y sólidos modelos de marketing. Pero una vez que el nuevo producto o servicio de la empresa sale al mercado, no funciona como se esperaba. ¿Qué pasaron por alto?: la experimentación.

En una cosa quiero enfatizar, el experimentar es un proceso iterativo, que implica el uso activo de prototipos, modelos o simuladores en ambientes controlados, ayudando a las empresas a continuar aprendiendo a medida que desarrollan, prueban, validan y refinan sus innovaciones.

Creo firmemente que el interrelacionar los tres elementos descritos anteriormente logrará una innovación efectiva y un ecosistema de experimentación auto sostenible en el tiempo.

“Cuando se innova se corre el riesgo de cometer errores. Es mejor admitirlo rápidamente y continuar con otra innovación” Steve Jobs