CLAUDIA VARELA

La entrevista virtual puede ser ganadora

Es evidente que los retos ante una situación de virtualidad permanente son bien grandes. La capacidad de adaptación y de soltar, porque no todo se controla de manera presencial, se vuelve difícil para muchos gerentes por la falta de presencialidad.

28 de junio de 2020

En este momento muchas cosas pasan virtualmente de manera habitual. Siendo una cultura latina y cercana, hay un reto adicional para manejar lo no presencial.

Hay que vivirlo como una realidad, sin juicios, sin drama, sin extrañar lo “normal”. Y, en este proceso adaptativo, llega entonces el formato de entrevistas virtuales, en el que incluso los empleados inician su onboarding sin realmente haber conocido su potencial ambiente de trabajo, ni la cara real de su jefe.

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Al tipo de perfil que es más extrovertido y, digamos, enfocado en las relaciones, esta modalidad de entrevistas para un nuevo trabajo le cuesta mucho. Su encanto se ve bastante sofocado ante la cámara y el posible freeze a mitad del proceso por una infortunada mala señal repentina.

Pero como todo en la vida, la situación se puede sortear si tenemos actitud y planeación. Ya he tenido que vivir, como entrevistadora, varios procesos en esta normalidad 100% virtual y hoy quiero compartir unos tips para que los que buscan trabajo, en esta época diferente, tengan mejor gestionada su entrevista.

  • Conocer bien la empresa. Aunque esto funciona para entrevistas presenciales o virtuales, dado que aquí no hay opción de tiempo de espera en el lobby, ni lectura de la revista de la compañía, ni hablar en la recepción mientras esperas, es vital leer mucho y tener apuntes claros sobre la persona a quien te estas dirigiendo y la empresa a la que quisieras entrar. 
  • Ser puntual. Aunque llegar a tiempo a una reunión es parte del protocolo normal siempre, es mejor llegar antes de tiempo por si la tecnología falla o si el entrevistador es demasiado formal.
  • Lucir impecable. Los códigos de vestir con esto de la virtualidad permanente se han modificado bastante, pero no hay que relajarse. La imagen es la imagen y esta primera impresión puede ser de mucho impacto. Aunque no sea presencial, al final es en vivo y en directo. Planea tu look; no lo dejes a la improvisación ese día.
  • Mirar a los ojos. Esto que es absolutamente improbable a través de una pantalla de un computador se puede lograr con el efecto de observar siempre la cámara, no dirigir la mirada a la pantalla. Un buen tip es ensayar con alguien de confianza antes de la entrevista.
  • Leer el ambiente. Además de tener datos del entrevistador anteriores al momento de la entrevista, es bueno dar una rápida mirada a su entorno cuando se conecte. Quizás su casa es cálida o tiene fotografías familiares o una mascota que puede ayudar a romper el hielo. Pero mucho cuidado con ser invasivo. Hay que ser rápido leyendo lo que hay del otro lado, bajo ningún punto de vista, entrometido o imprudente.
  • No sobreactuarse. Las entrevistas virtuales deben ser rápidas, pero no aceleradas; dar espacio para un diálogo cordial manejando bien el lenguaje corporal sin exageraciones. Tampoco es prudente dejar silencios incómodos o momentos mirando hacia otro lado, como con una distracción. Recuerda que el entrevistador no ve lo mismo que tú y puede pensar que perdiste interés.
  • Hacer preguntas inteligentes. Esto lo recomendaría siempre. Hay que llevar algunas preguntas preparadas para el final, cuando tengas la opción de indagar más sobre el cargo o la empresa. Es mejor tener varias y no usar la frase de cajón “ya pregunté; creo que no tengo nada más que decir”.
  • Elegir el ambiente adecuado. Así como estás entrando a la casa del entrevistador, están entrando también a tu casa, así que elige un ambiente sobrio, sencillo, nada exagerado, pero algo simple (una pared blanca al fondo, por ejemplo) quita mucho ruido visual y evita prejuicios automáticos sobre el ambiente en el que vives.

¡Mucha suerte! Al final solo hay que tratar de ser genuino y mostrar mucho interés sin que esto suene a ansiedad ni desesperación.