RODRIGO JIMÉNEZ

Aprendizajes de Abbey Road

La crisis de la covid-19 presenta retos que requieren de una respuesta ambiciosa a la demanda de la sociedad de más y mejor conectividad. Un análisis de Rodrigo Jiménez.

29 de abril de 2020

Sin vecinos ni turistas andando por las calles, Londres ha elegido este momento para pintar de nuevo el famoso paso de cebra de Abbey Road, inmortalizado en 1969 en la portada del disco de los Beatles del mismo nombre. Este ícono turístico de la capital británica, que es visitado por miles de viajeros cada día para recrear en sus fotografías la famosa escena, es la representación en tiempos de crisis de las claves sociales y económicas que plantean los desafíos para las ciudades que aspiran a liderar el crecimiento en América Latina.

Ahora más que nunca, algunas infraestructuras críticas que pasaban desapercibidas son clave para el funcionamiento, incluso en condiciones adversas, de la economía de los países. La capacidad de responder a una emergencia sanitaria, conectar con nuestros familiares o teletrabajar, depende de una compleja red de telecomunicaciones que se ha hecho indispensable. Así como repintar un paso de cebra puede parecer una acción sencilla sin importancia, tiene un enorme impacto económico para un barrio o una ciudad, una intervención urbana para instalar un sitio de telecomunicaciones aporta beneficios indispensables para esa comunidad. Un mejor acceso a internet para miles de usuarios supone aportar acceso a clases escolares y universitarias, videoconferencias médicas y a otros servicios digitales. 

En este sentido, es importante fortalecer el desarrollo de la economía y crear oportunidades: país, ciudad, pueblo y barrio son unidades territoriales que requieren de distintos modos de acción e intervención para mejorar la vida de los ciudadanos, la competitividad de las empresas y la eficacia del Gobierno. Los retos requieren de una agenda integrada que facilite actuaciones rápidas y coherentes para el desarrollo de infraestructuras críticas. Desde el nivel nacional al local, la normativa, acciones y desarrollos deben responder de forma coherente a sus necesidades. Por esto, la regulación en telecomunicaciones tiene distintos niveles que deben ser coordinados para su eficacia y promoción del desarrollo. 

La crisis de la covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con redes robustas de telecomunicaciones que conecten a las poblaciones. Debemos afrontar este desafío e invertir en las oportunidades y ¿cuándo mejor para pintar un paso de cebra que sin tráfico ni transeúntes? ¿Qué mejor momento para mejorar la conectividad de una ciudad que este, en el que personas y empresas están haciendo un mayor uso de los servicios de telecomunicaciones y son más necesarios?

Hoy, la infraestructura de telecomunicaciones es indispensable para el funcionamiento del país, como lo son la electricidad o el agua y se ha hecho evidente que esta infraestructura es crítica no solo para el para el crecimiento futuro sino para el presente. Sin conectividad no puede haber un desarrollo sostenido e inclusivo, ni la resiliencia necesaria para dar respuesta a los desafíos de la covid-19.

En Colombia ya se declaró a las telecomunicaciones e internet como un servicio esencial y las compañías proveedoras han tomado medidas para garantizar su funcionamiento y prestación, no obstante, es importante facilitar los procesos de instalación y expedición de permisos para responder con más rapidez a la creciente demanda por una mejor conectividad. Los gobiernos nacionales y locales, junto con el sector privado, deben ser ambiciosos para responder a esta crisis, apostar por el futuro y salir reforzados para sentar las bases de la recuperación.

La oportunidad es hoy y ahora. Mañana, volverán los coches y los turistas a los Abbey Road de nuestras ciudades.