ERICK BEHAR VILLEGAS

La clave olvidada del emprendimiento en Colombia: ¿un tema del que nadie quiere hablar?

El emprendimiento en Colombia florece; ha sido ampliamente cubierto por discursos, pero pobremente impulsado con hechos reales.

Erick Behar Villegas, Erick Behar Villegas
21 de septiembre de 2018

Los estímulos son exiguos y los temas fundamentales quedan a veces en la oscuridad que conceden las arengas políticas.

Para apoyar este fenómeno, sin duda debemos hablar de flexibilidad, incentivos tributarios, aceleración y creación. Pero hay otro tema vital que al Estado nunca le ha interesado: la liquidez o el flujo de caja de los emprendedores.

La moda del emprendimiento ha permitido que se pongan sobre la mesa las dificultades que viven los emprendedores colombianos.

La Asociación de Emprendedores de Colombia y otros actores han logrado documentar algunas de las duras cifras y realidades que ilustran el mundo del emprendedor en nuestro país.

Sobrevive el 55% de las empresas creadas en el primer año y solo el 6% después de tres años. Con las cifras de Confecámaras para el primer semestre de 2018, sabemos que se crearon más de 185.000 empresas, pero a la vez que se cerraron o “cancelaron” más de 142.000 entre enero y junio.

El desafío es enorme y justo por eso no podemos ignorar lo que Gene Marks llama “el activo más importante de los emprendedores”.

Según CB Insights (2015), la falta de liquidez mata al 29% de las empresas creadas en EE. UU. Pero la historia es algo más compleja.

Un estudio de Hvide & Møen (2007) muestra que tener poca o mucha liquidez puede acabar con una empresa y que a la vez la riqueza previa de sus dueños influencia su tamaño y rentabilidad.

Partiendo de la descripción de Adam Smith sobre todo lo que debe saber un emprendedor, los autores nos dicen que ya en el siglo 18 había consciencia sobre la importancia de tener “suficiente capital” y que hoy es una variable vital para entender el desarrollo empresarial.

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Mientras que empresas que tienen un flujo de caja pobre sencillamente no pueden aspirar a pagar salarios, endeudarse más y expandirse, las que nadan en liquidez pierden el norte eventualmente y no toman decisiones inteligentes, confiando poder pagar sus obligaciones.

Uno de los consejos típicos o reglas de oro de la liquidez dice que un emprendimiento debe tener suficiente liquidez para 6 meses de obligaciones, ni más ni menos.

Ahora, pensemos en los debates que se dan en Colombia sobre el emprendimiento. ¿En dónde tematizamos la liquidez como política pública?

En este momento, las instituciones parecen es estar amparando una tragedia de flujo de caja exangüe y y el tema se posiciona como algo irrelevante. Veamos dos ejemplos para ilustrar el caso.

Por un lado, Juanita decide montar su empresa de muffins. La afanaron en múltiples capacitaciones para formalizarse antes de testear bien su producto en el mercado. Al vender varios muffins, ya facturó y por ende le debe a la DIAN, pero sus clientes, acostumbrados a pagar a 90 días, simplemente no le pagan.

Juanita debe entonces avanzar el pago de sus impuestos. Si no lo hace, le embargan su cuenta y ahora sí que no podrá pagar nada. Sin duda nuestra tasa efectiva de tributación es alta al superar el 55%, pero la desidia con la liquidez de los pequeños es aún peor. Juanita cierra su empresa luego de 1 año.

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Otro emprendedor, Sebastián, logró firmar con un gran cliente, pero éste le paga a 180 días. Sebastián tiene que preparar el pedido y ve que la única opción que tiene, ya que su familia no lo puede ayudar, es endeudarse por un crédito de libre inversión. Le prestan entonces al 22% efectivo anual.

Su cliente termina pagándole y con esto Sebastián alcanza a cubrir parte del crédito y los intereses, viendo su margen fuertemente reducido. A esto se suman todos los costos financieros y los cobros que el banco le hace por la absurda razón que sus clientes le consignaron en municipio lejano. Así, debe subir sus precios y se vuelve cada vez menos competitivo. A los 6 meses, cierra su empresa.

Para ser concretos, propongo estas medidas para que el tema del cash flow tenga la relevancia que merece:

  • Crear conciencia desde las instituciones públicas, ya que se hacen tantos foros y conversatorios en donde el emprendimiento sobresale. Es importante hablar sobre el tema de la liquidez y proponer algunas medidas concretas, como las que presento a continuación.
  • Tal y como lo hizo la Unión Europea, se propone limitar la fecha máxima de pago de clientes medianos y grandes a máximo 60 días calendario a sus proveedores.
  • Reducción y simplificación del cobro de rentencicones.
  • Se propone prohibir la limitación impuesta por parte de empresas grandes a la radicación de facturas. ¿Por qué algunas empresas simplemente deciden que las facturas se pueden radicar una vez al mes? En este caso, la factura electrónica sirve como medida.
  • Ampliar gama de créditos de tasa de interés subsidiadas para emprendimientos y acabar con la absurda discusión legal sobre la imposibilidad de subsidiar tasas de interés, dado que algunos juristas lo interpretan como una donación. Eso implica reformar el Artículo 355 de la Constitución, porque no todo se puede dividir en inversión o donación. También existe el capital semilla, y en nuestro sistema legal no encuentra una base clara.