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Luis Carlos Sarmiento Angulo, a través de Promigas -donde Corficolombiana, su brazo con el sector real, tiene participación- y José Francisco Arata, presidente de Pacific Rubiales, analizan la opción de exportar gas.

Gas

Más allá de ‘El Tiempo’

Pacific y el grupo Sarmiento avanzan en acercamientos de negocios que superan el interés mutuo por la Casa Editorial El Tiempo. La exportación de gas natural, una opción real.

1 de marzo de 2012

Mientras la atención mediática en la relación de negocios entre Pacific Rubiales y el Grupo Sarmiento Angulo se está centrando en lo que podría pasar con El Tiempo Casa Editorial, donde estos cacaos tienen participaciones accionarias, avanza otro negocio en el que hay un interés compartido.

Se trata de la exportación de gas a Centroamérica y el Caribe, que les permitiría a las generadoras de energía de países como Jamaica, Aruba, República Dominicana y Panamá, suplir combustibles líquidos por otro más confiable y económico.

“Las ventas de gas a otros destinos son vitales. Si no abrimos las posibilidades de exportación se paralizaría la exploración para buscar este recurso porque los productores hoy tienen satisfecho el mercado”, dice Eduardo Pizano, presidente de Naturgas.

Promigas –donde Corficolombiana, banca de inversión que pertenece a la Organización Sarmiento Angulo, tiene participación accionaria– y Pacific están definiendo los alcances del proyecto. Pacific sería el productor del gas que vendría desde su pozo La Creciente –en Sucre– y de otros que están en exploración, mientras que Promigas sería el transportador del gas de este yacimiento hasta el puerto en el Caribe, en un proyecto de construcción de un nuevo gasoducto.

Además, la empresa belga Exmar desarrollaría la infraestructura y la tecnología para transportar el gas. Existen dos formas, primero, convertir el gas en líquido (proceso al que se llama licuefacción) y, segundo, comprimirlo.

Esta movida se da en uno de los momentos más complejos del sector, cuando está sobre la mesa un debate sobre las señales que debe dar la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) para el desarrollo de más infraestructura. Y, precisamente, el futuro de este proyecto está hoy en manos de la Creg, pues Promigas está a la espera de la viabilidad que le dé esa entidad para avanzar en la construcción del gasoducto.

El contexto y el negocio
Las exportaciones de gas de Colombia se han convertido en una verdadera mina de oro. Según cifras de Naturgas, durante 2011, en promedio se exportaron 200 millones de pies cúbicos diarios de gas a Venezuela, lo que corresponde a cerca de 20% del total de la producción colombiana. Esta operación representó el año anterior US$330 millones en ingresos. Dado el aumento de precios del gas y de los volúmenes, para este año se calcula que las ventas en esta operación pueden llegar a US$500 millones.

A pesar del buen ánimo en la relación entre los dos países, que entró en una nueva etapa con la llegada del presidente Santos al poder, no hay que olvidar que la relación comercial y de negocios con Venezuela depende, en gran parte, del estado de ánimo del presidente Hugo Chávez y de la discrecionalidad que le dé a las operaciones.

Bajo esta premisa, lo mejor es mirar otros destinos, como Centroamérica y algunas islas del Caribe.

Según José Francisco Arata, presidente de Pacific Rubiales Energy, en Centroamérica y el Caribe hay una demanda cautiva de casi 400 millones de pies cúbicos al día de gas. ?“Hoy tienen una demanda pequeña y no han podido hacer las grandes inversiones para contar con plantas de regasificación que les permitan importar el gas que produce Trinidad y Tobago. Entonces, generan electricidad con base en combustibles líquidos y su costo es muy alto”, dice Arata.

De acuerdo con Pizano, de Naturgas, el valor del gas natural para la generación de energía es casi la tercera parte de lo que pagan en la actualidad los generadores en esos países.

¿Cómo sería el negocio? Pacific, en su pozo La Creciente produce 70 millones de pies cúbicos y el tubo por el que se transporta está en su máxima capacidad, frente a un potencial de 120 millones de pies cúbicos que tendría en sus campos.

Para Pacific, el tubo es clave. La razón es que si descubre nuevos yacimientos no puede certificar las reservas si no tiene la infraestructura. “Necesitamos un nuevo tubo. Además, con este tipo de proyectos empezamos a explorar. Acabamos de perforar un pozo en un nuevo bloque que se llama Guama, donde anunciaremos nuevas reservas”, asegura Arata.

Allí entra en el escenario Promigas. “Vamos a ampliar el gasoducto de forma que podamos transportar ese gas natural adicional, no solo de Pacific, sino también de otros productores. Además, le da redundancia al sistema, pues entrega una mayor capilaridad a la red de transporte de la Costa Caribe”, dice Antonio Celia, presidente de Promigas. Según él, la inversión asciende a US$90 millones y daría una capacidad adicional de 100 millones de pies cúbicos.

La idea es ampliar la capacidad de transporte actual a través de una línea paralela en esa zona y, según Celia, luego se definiría qué parte del gas se coloca en el mercado interno y qué porcentaje iría a la exportación, de acuerdo con los planes de Pacific.

“En esa zona hay más producción que se puede exportar y se puede colocar una parte en el mercado interno porque hay suficiente demanda. Ya hemos acordado hacerlo y lo propusimos desde diciembre de 2010 y aún está en discusión de la Creg, a quien le pedimos que acelere el proceso de aprobación por la importancia que tiene el proyecto”, agrega Celia.

Para Arata, el negocio con el Caribe y algunos países de Centroamérica está en dos fases: “tener el gas, que nosotros lo tenemos, y cómo llevarlo hasta allá a un precio competitivo”.

Allí entra un nuevo jugador. La empresa belga Exmar, especializada en almacenar y transportar –vía licuefacción– gas en volúmenes pequeños. Pacific ya tiene con esta empresa una carta de intención y se calcula que las inversiones que tendría que hacer Exmar para el desarrollo de este negocio ascenderían a entre US$200 millones y US$250 millones. Pacific estudia la posibilidad de tener una participación en estas inversiones para tener algo de control en lo que se va a hacer en esa parte del proceso.

“Nuestro negocio es vender gas FOB puesto en puerto en Colombia. El cliente pagará el transporte, el precio de licuefacción y tendremos un precio que va a estar atado al del combustible, menos un descuento de lo que están pagando los centroamericanos y las islas del Caribe hoy en día. Eso nos va a garantizar a nosotros un precio FOB que pudiera estar entre los US$8 y US$9 por millón de pie cúbico, que hoy estamos vendiendo entre US$6 y US$6,5”, puntualiza Arata.

Este proceso debe estar listo para 2013. Tanto Sarmiento Angulo como Pacific Rubiales quieren aprovechar la coyuntura de los buenos precios del gas y la tendencia de mayor consumo de este tipo de combustibles, tras los problemas que se han generado con la energía nuclear luego del terremoto del Japón. Pero también para demostrar que hay negocios más allá de ‘El Tiempo’.