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AT&T anunció la compra de T-Mobile a Deutsche Telekom por US$39.000 millones.

Telecomunicaciones

La unión de T-Mobile y AT&T preocupa a los defensores de la competencia

La anunciada adquisición en Estados Unidos de la compañía de telefonía celular T-Mobile –perteneciente a Deutsche Telekom- por parte de AT&T coloca a las autoridades frente al dilema de garantizar la libertad de empresa y, a la vez, la libre elección de los consumidores.

22 de marzo de 2011

El acuerdo alcanzado implica unos US$39 mil millones y se traduciría en la unión de las dos firmas que ocupan el segundo y cuarto lugar en el mercado de la telefonía celular, respectivamente. De concretarse la operación, AT&T sumaría unos 34 millones de usuarios a los 96 millones que ya tiene y se convertiría en la mayor empresa del sector en EE.UU., superando a su competidora directa, Verizon.

La anunciada fusión encendió las alarmas en el Congreso, donde los representantes del Subcomité de Comercio, Tecnología y Comunicaciones advirtieron que supervisarán de cerca el proceso para estar seguros de que se cumpla la legislación antimonopolio. Desde la empresa, en tanto, dicen que mejorará la calidad del servicio y que se incorporarán nuevas tecnologías.

Los riesgos de la concentración
El profesor Spencer Waller, director del Instituto de Estudios de Defensa de la Competencia y del Consumidor de la Universidad Loyola de Chicago, sostiene que la operación "va a significar que en la mayor parte del país la gente va a pasar de tener cuatro grandes compañías para elegir a tener tres, si la fusión se aprueba". 

En diálogo con BBC Mundo explica que "esto aumenta las posibilidades de que la competencia pueda resultar afectada, que los precios puedan aumentar y que las opciones de elección del usuario puedan disminuir".

Para Waller, uno de los motivos de preocupación es que "si bien T-Mobile con el 10 o 12%, no tiene una gran porción de mercado; es vista como un competidor vigoroso a menudo con precios más bajos que AT&T, Verizon y otras compañías". En ese sentido agrega que "si se la saca del mercado, existe la preocupación de que los precios aumenten y las opciones se reduzcan".

La cuestión que se plantea es si la fusión "va a permitir obtener ventajas como la reducción de costos con la consecuente rebaja de precios y, a la vez, estar seguros de que las posibilidades de elección de los consumidores no se van a reducir notablemente", explica William Shughart investigador de The Independent Institute y docente de la Universidad de Misisipi.

Según le dijo Shughart a BBC Mundo, las autoridades tratarán de ver que "en cada área del mercado, los consumidores tengan al menos dos opciones para servicios de telefonía celular" y la cuestión es saber si "podrán identificar los estados o zonas geográficas donde la fusión puede reducir a uno el número de opciones".

Un largo proceso
Tras el anuncio de la adquisición se inicia ahora un proceso que concluirá con la autorización o el rechazo de la compra, cuya duración se estima en un año. "Este acuerdo será revisado por la Comisión Federal de Comunicaciones y también por la División Antimonopolio del Departamento de Justicia; este último en particular va a examinar si la competencia y los consumidores pueden ser afectados por esta fusión", explica Waller.

Aunque no puede predecir el resultado, sostiene que "el gobierno es muy cuidadoso cuando un 30 o 40% del mercado queda concentrado en una sola firma".

Otra de las cosas que las autoridades tendrán que evaluar es "si la fusión puede producir mayor eficiencia o incorporar nuevas tecnologías que beneficien al consumidor y entonces al final habrá que hacer un balance".

Ese parece ser uno de los argumentos que AT&T presentará a las autoridades.

En ese sentido Randall Stephenson, director ejecutivo de la compañía, se mostró confiado y anunció que la fusión permitirá mejorar la calidad de la cobertura a partir de la incorporación de más antenas para telefonía celular.

En declaraciones a la prensa, Stephenson agregó que con la combinación de AT&T y T-Mobile ampliarán el acceso a banda ancha a través de conexiones inalámbricas en zonas rurales, un objetivo que –según los analistas- es impulsado por la Comisión Federal de Comunicaciones.

Aunque el final está abierto, el mercado celebró el anuncio con significativos aumentos en la cotización de las acciones de las compañías involucradas.