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El financiamiento del BIRF llegó a los US$13.500 millones en el ejercicio pasado

La liquidez, el activo más valorado

Fondos adicionales para mantener empleos, avances sociales e inyectar Liquidez ofreció el Banco Mundial y la IFC para responder al impacto de la crisis en América Latina

14 de octubre de 2008

En una iniciativa coordinada con instituciones regionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y su entidad a cargo del sector privado, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), anunciaron hoy que los países de América Latina y el Caribe afectados por la crisis financiera mundial podrán recurrir a fondos adicionales del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) –el servicio de financiamiento para países de ingreso mediano– y de IFC con el objeto de mantener los empleos, los avances sociales e inyectarle liquidez a sus economías.

“El BIRF cuenta con la capacidad financiera para duplicar con comodidad el financiamiento anual hacia los países en desarrollo a fin de satisfacer la demanda adicional de los clientes. El financiamiento del BIRF llegó a los US$13.500 millones en el ejercicio pasado”, según el Comunicado del Comité del Desarrollo, la entidad que dirige al Banco Mundial y que está conformada por los ministros de hacienda y desarrollo de los países miembros.

El anuncio es especialmente trascendente para América Latina ya que la región ha utilizado entre el 35% y el 40% del financiamiento total del BIRF.

El mandato del Comité de Desarrollo es asesorar a la Junta de Gobernadores del Banco sobre temas críticos del desarrollo y también sobre los recursos financieros necesarios para propiciar el avance económico en los países en desarrollo.

“Durante los últimos cinco años, América Latina mantuvo un crecimiento promedio del 5%, logró reducir la pobreza y, por primera vez en 30 años, comenzó lentamente a disminuir la desigualdad. En este sentido, los países de la región quieren proteger estos avances y el Banco está preparado para aumentar el financiamiento para programas en marcha e inyectar liquidez donde sea necesario, al tiempo que se protege a los sectores más vulnerables de la sociedad”, dijo Pamela Cox, vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. Varios países han expresado interés en recibir financiamiento adicional.

Por su parte, IFC proporcionará hasta US$500 millones para apoyar a la microempresa y a las pequeñas y medianas empresas (PyME). "IFC ha estado en comunicación constante con sus clientes del sector privado de la región. Algunos de ellos se han visto afectados por la menor disponibilidad de crédito a corto plazo mientras que otros han expresado su interés en que se adopten planes de contingencia. Por lo tanto, estamos aumentando la disponibilidad de financiamiento para el comercio y disponiendo de paquetes de fondos, tales como el paquete de US$150 millones para financiamiento de la vivienda en México que anunciáramos la semana pasada”, sostuvo Atul Mehta, director del departamento de América Latina de IFC.

Un informe del Banco Mundial publicado por la Oficina del economista en jefe de América Latina indica que la crisis se está propagando por la región a través de tres canales:

a) Contagio financiero (disminución en los flujos de las carteras, grandes reducciones en los índices de precios de las acciones y considerables ajustes monetarios); b) Demanda externa (la disminución en la demanda de las exportaciones de la región se acentuará con la caída de las remesas, el debilitamiento de los precios de los productos básicos, el aumento en los costos de los empréstitos y el impacto retardado de políticas monetarias más estrictas); y c) Variación en los términos de intercambio (más del 90% del PIB y de los habitantes de la región se encuentran en países exportadores netos de productos básicos).

El informe pone énfasis en que las economías de la región están, en promedio, superando la crisis bastante mejor que en el pasado, debido a mejoras notables en las políticas macroeconómicas y financieras. En este sentido, los países muestran una exposición más diversificada y menos dependencia neta del ingreso de flujos de capital externo.

La expectativa es que el crecimiento se reduzca de 5,6% en 2007 a 4,6% en 2008, y a entre 2,5% y 3,5% en 2009.

“Esta desaceleración ocurrirá desde una tendencia de crecimiento relativamente alta en los últimos años”, dijo Augusto de la Torre, economista en jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial. “En comparación con otros períodos, se trata de un acontecimiento positivo. En el pasado, el impacto de una crisis mundial de esta magnitud habría implicado crecimiento negativo”, agregó.

Los países estrechamente vinculados a la economía de Estados Unidos, como México y las naciones de América Central, ya están sintiendo los efectos con la disminución de las remesas, las exportaciones y el turismo. Aquellos países más vinculados a otras regiones, como Argentina, Perú y Brasil, sufrirán efectos en cierto modo aplacados y retardados, siempre y cuando el crecimiento de China siga siendo sólido. El crecimiento proyectado para 2009 del país asiático se calcula en torno a 9%.