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Jorge Bustamante, director del Dane.

Servicios Públicos

La cenicienta del PIB

Mientras la economía creció el año pasado 5,9%, el renglón de electricidad, gas y agua desplazó al agro y se convirtió en el sector que menos crece. Menor demanda y La Niña, las explicaciones.

11 de abril de 2012

Para muchos sectores, 2011 fue un año para enmarcar en materia económica: terminó con uno de los mejores indicadores de crecimiento de la última década, impulsado por el aumento en el consumo de los hogares, de 6,5%, y una industria que avanzó 3,9%. Por eso, no deja de ser paradójico que uno de los sectores que debería replicar ese buen desempeño no lo esté haciendo.

Se trata del renglón de los servicios públicos, que comprende electricidad, gas de ciudad y agua, que avanzó apenas 1,8% el año pasado, frente a un vigoroso PIB de 5,9%, lo que ubicó a esta actividad como la más rezagada entre las nueve que mide el Dane, desplazando al agro, que tradicionalmente ha sido el sector que menos crece.

Los servicios públicos están quedados por el gas, que se contrajo 1% el año pasado. Eduardo Pizano, presidente de Naturgas, el gremio del sector, atribuye la baja a un tema estadístico, pues las inversiones que se hicieron en gasoductos en 2010 fueron muy altas (superaron los US$800 millones) y el año pasado llegaron a US$648 millones.

En el Dane culpan al fenómeno de La Niña, que implicó muchas lluvias e hidroeléctricas funcionando a tope, lo que llevó a los usuarios industriales (que son los que más pesan en el consumo de gas) a pasarse a electricidad, afectando la cifra final. A esto se suman los deslizamientos provocados por la catástrofe invernal, que junto con las carreteras también afectaron los gasoductos, situación que se reflejó severamente en ciudades como Manizales, donde se registraron racionamientos.

Un balance de 2011 de Naturgas señala que, si bien los usuarios conectados ya llegan a 6,12 millones y el consumo promedio por hogar subió 3,2%, la demanda total nacional se redujo 6% el año pasado.

Poca energía 

A diferencia del gas, la energía eléctrica sí crece, pero también muy lentamente (1,8%). De hecho, desde 2003 la demanda por este insumo se rezagó del PIB. Solo en 2010, la demanda de energía superó el crecimiento de toda la economía, gracias a la sequía atada al fenómeno del Niño, que trajo mayor consumo por cuenta de aires acondicionados, refrigeración y ventilación.

El año pasado –con La Niña– esa situación cambió y se usó menos luz, pues en su caso los que más pesan son los usuarios residenciales y no los empresariales. Según la firma XM, administradora del sistema, el consumo industrial estuvo afectado por el mantenimiento de OXY y porque uno de los hornos de Cerromatoso –el mayor consumidor de energía del país– estuvo apagado entre febrero y julio del año pasado.

Otra situación se evidenció en agua, alcantarillado y aseo, los servicios que más crecieron el año pasado (2,4%), pero aún muy por debajo del resto de la economía. En este caso, el mayor consumidor es la industria, pero los hogares están tratando de disminuir el consumo por las altas tarifas y para eso compran dispositivos ahorradores. Lo mismo ocurre con la luz.

Aunque es innegable que la creciente cobertura de agua y electricidad, al menos a nivel urbano, frena los grandes crecimientos, los servicios públicos deben ponerse las pilas para no quedarse de la locomotora.