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Eduardo Pacheco, presidente del Grupo Colpatria, aseguró el 10 de octubre que solo cuando se entregue el cheque sería un hecho la operación.

Banca

El nuevo socio

Al cierre de esta edición y en medio de rumores de prensa –no desmentidos– se conoció que el banco canadiense Scotiabank, que desde el año pasado está en Colombia, se quedará con 51% de Colpatria.

13 de octubre de 2011

Cinco meses después de que los inversionistas colombianos recompraran 49,7% de las acciones del banco Colpatria a la estadounidense GE Money, que las había adquirido en 2007, todo parece indicar que ya encontraron un nuevo socio: el canadiense Bank of Nova Scotia, también conocido como Scotiabank.

Aunque el negocio aún no está oficializado, los directivos de Colpatria tampoco lo niegan y, de hecho, en diálogo con Dinero el lunes 10 de octubre, Eduardo Pacheco, presidente del Grupo Colpatria, aseguró que “por ahora no tenemos nada que informarle al mercado en ese aspecto. Nosotros no controlamos la forma como se desarrollan las negociaciones, llevamos un buen tiempo trabajando y solo cuando se entregue el cheque se podría decir que es un hecho”, reiteró.

Sin embargo, los rumores al cierre de esta edición con respecto a que Scotiabank es el socio internacional elegido para Colpatria son cada vez mayores e, incluso, ya se dice que la venta fue del 51% del banco, por unos US$1.000 millones. En caso de ser así, los actuales dueños de Colpatria, mayoritariamente la familia Pacheco, habrían hecho un excelente negocio, pues se estima que a GE le compraron su parte en US$550 millones.

Por el lado del Scotiabank tampoco dieron muchas luces. Desde Canadá, voceros de la entidad se limitaron a contestar un correo electrónico con la frase “no hacemos comentarios sobre rumores o especulaciones del mercado”.

No obstante, es claro que para el Scotiabank, Colombia es un mercado interesante y que le caería como anillo al dedo en su plan de expansión en América Latina. De hecho, acaba de adquirir la subsidiaria brasileña del Commerzbank, transacción en la que sus directivos ratificaron que quieren crecer en banca universal en la región, pues con esa compra de Brasil, donde llevan 40 años con una oficina de representación, ahora podrá ofrecer más servicios.

Igualmente, en Colombia opera desde el año pasado, tras adquirir la filial del Royal Bank of Scotland, un banco pequeño en el país y que se dedica más a operaciones de tesorería. Con Colpatria, Scotiabank podría ampliar su negocio significativamente, pues la entidad de los Pacheco es hoy la número diez por patrimonio y la número ocho por utilidades entre los establecimientos de crédito (entre enero y agosto ganó $156.303 millones). Además, es la segunda mayor colocadora de tarjetas de crédito del país, con 1,5 millones de plásticos, solo superada por Davivienda.

Con más mundo
Por su parte, Scotiabank también tiene mucho que ofrecerle a Colpatria, cuyos dueños habían indicado que les interesaba asociarse con una firma extranjera para tener una mayor presencia internacional y el banco canadiense cumple muy bien con ese requisito.

Fundado en 1832, opera en 50 países, tiene 74.902 empleados y una capitalización bursátil de US$54.560 millones, que lo ubica como el tercer mayor banco de su país y uno de los más grandes de Norteamérica. Justamente la semana pasada la Reserva Federal lo incluyó en su exclusivo club de creadores de mercado, que son los encargados de proveer liquidez en el millonario mercado de los Tesoros (bonos de deuda estadounidense).

La idea de la Reserva Federal de incluir bancos extranjeros como creadores de mercado se debe a que con la crisis financiera de 2008 cuatro de los locales tuvieron que salir (Countrywide Financial, Lehman Brothers, Bear Stearns y Merrill Lynch).

Precisamente, la pasada crisis financiera fue una prueba de la que el Scotiabank, y en general sus colegas canadienses, salieron muy bien librados, pues además de evitar los rescates, fueron rentables. Parte del éxito de la banca canadiense es que, al igual que la colombiana, tiene una regulación bastante estricta y eso implica otro punto de encuentro entre Colpatria y Scotiabank.

Complementarios
Para la prensa canadiense, la expansión de Scotiabank en América Latina es positiva, gracias a que esta es una región que muestra buenas tasas de crecimiento. Lo mismo ocurre con sus operaciones asiáticas. Es más, algunos analistas bursátiles estiman que pronto su operación internacional será mucho mayor que la doméstica, que ya se da en algunas cifras: en Canadá tiene 1.024 sucursales y 2.998 cajeros automáticos, en el exterior cuenta con 2.000 oficinas y 3.686 cajeros. Con estos recursos atiende un total de 18,6 millones de clientes.

Además de la operación bancaria tradicional, el posible nuevo socio de Colpatria tiene un banco de inversión, Scotia Capital, que da crédito corporativo, asesora operaciones bursátiles así como fusiones y adquisiciones.

Scotiabank cuenta además con una unidad de administración de recursos (Global Wealth Management) que maneja portafolios de inversión y seguros. En el negocio financiero en el que está ausente es en pensiones, pero Colpatria sí compite allí con Colfondos. Sin embargo, además de concretar el negocio y dejarlo en firme, uno de los grandes retos del Scotiabank en Colombia será ganar mercado en uno de los pocos países de América Latina en donde los que mandan la parada son los bancos locales.

Desde que llegaron las entidades españolas al país, a mediados de los 90, se ha especulado que los extranjeros venían a barrer y a quedarse con gran parte de los clientes, pero no lo han logrado, ni siquiera el Citi, que lleva más de 100 años en Colombia. Así mismo, uno de los grandes desafíos estará en capturar nuevos clientes, particularmente en el segmento no bancarizado, que es donde, para muchos, está el futuro de la banca en el país. Si lo logran, no solo los Pacheco habrán hecho un muy buen negocio, también Colombia.