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El ataque fue cometido el martes en la noche por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cerca al pueblo de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, 480 kilómetros al noreste de Bogotá y obligó a suspender el suministro de agua potable en la zona, dijeron autoridades locales.

Petróleo y Gas

Ataque paraliza bombeo en oleoducto

Ataque de las Farc contra la infraestructura petrolera. Cerca de 4.000 barriles de crudo causan de nuevo daños ecológicos y racionamientos de agua en Tibú.

2 de mayo de 2008

 

El grupo guerrillero de las Farc explotó el oleoducto que va de Caño Limón a Coveñas, muy cerca del municipio de Tibú, Norte de Santander. El daño en la tubería fue detectado por Ecopetrol, el operador del ducto, el miércoles hacia las 10 de la noche.

El atentado produjo el derrame de 4.000 barriles de crudo, que contaminaron un caño que desemboca en el Río Tibú.

De inmediato, Ecopetrol puso en marcha un plan de contingencia que incluye la suspensión del bombeo de petróleo, y el montaje de barreras de protección para recuperar el crudo derramado. Hasta la mañana del jueves, con un equipo de 60 personas habían recuperado 1.500 barriles.

La petrolera tiene previsto reanudar el bombeo durante el fin de semana, pero las exportaciones no sufrirán ningún contratiempo, porque las instalaciones portuarias de Coveñas, al final de la tubería, tienen una capacidad de almacenamiento de ocho días, suficiente para que no disminuya el abastecimiento.

El campo de Caño Limón produce cerca de 90.000 barriles diarios y la capacidad máxima del oleoducto es de 250.000 barriles por día. Para aprovechar mejor la capacidad de transporte, el bombeo se hace solo en algunos días de la semana a capacidad plena.

 

Esta es la segunda vez que las Farc han atentado contra el oleoducto este año. En 2007 lo hicieron 11 veces y en 2006 veinticinco. Las cifras están muy lejos de los 170 atentados que se perpetraron en 2001, el año pico de este tipo de ataques contra la infraestructura petrolera.

Cerrado parcialmente el acueducto
El atentado también forzó el cierre preventivo de la bocatoma del Tibú, que surte parcialmente el acueducto de ese municipio.

Por eso a esta hora hay un racionamiento en el municipio, que se alivia con el abastecimiento de pozos profundos y de carrotanques enviados por Ecopetrol.

Hoy se estarán haciendo pruebas de agua en Bucaramanga para verificar si no hay trazas de petróleo en el agua. Cuando esto se establezca, se reabrirá la bocatoma cerrada.