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 Los hermanos Gilberto (izquierda) y Miguel (derecha) Rodríguez Orejuela lanzaron duros cuestionamientos contra el expresidente Andrés Pastrana, su Gobierno y la financiación de sus campañas.
Los hermanos Gilberto (izquierda) y Miguel (derecha) Rodríguez Orejuela lanzaron duros cuestionamientos contra el expresidente Andrés Pastrana, su Gobierno y la financiación de sus campañas. | Foto: CARLOS VASQUEZ

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Lo que hay detrás de la explosiva carta de los Rodríguez Orejuela a Pastrana

Financiación a las campañas presidenciales de Pastrana, la revelación de que Serpa no conocía de dineros ilegales y duros señalamientos de corrupción, entre los detonantes de la carta que hoy debate el país.

11 de septiembre de 2021

La carta con la que los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela sorprendieron al país, y que fue revelada en exclusiva por SEMANA, tenía una carga detonante que va más allá del chantaje del que denuncian habrían sido víctimas al obligarlos a acusar al expresidente Ernesto Samper y al exministro Horacio Serpa de haber recibido dinero para financiar la campaña a la presidencia de 1994. Señalamientos de corrupción, la promesa incumplida de no revelar el documento, un mensajero hasta ahora desconocido y la revelación de haber apoyado económicamente también la campaña del expresidente Andrés Pastrana, forman parte de los hechos que se encuentran entre líneas del documento.

El efecto búmeran golpeó las campañas a la presidencia de Pastrana de 1994 y 1998. Al afirmar que el exmandatario tenía memoria selectiva aseguraron que, por medio del periodista Alberto Giraldo, contactaron a uno de los directivos de la campaña, Álvaro Pava, hoy embajador en Argentina, y financiaron esta aspiración. Pastrana y Pava negaron inmediatamente esta versión, pero Viviana León Herrera, viuda del periodista, asegura que en los famosos narcocasetes borraron la parte de esta financiación. Los Rodríguez Orejuela fueron más temerarios, retaron a Pastrana a que los denuncie si es mentira.

La referencia a la financiación pondría en evidencia el escándalo del Proceso 8.000 más allá de las presidenciales. Buena parte de la política nacional, en especial congresistas, habrían sido salpicados con dinero del cartel. “Somos liberales de hueso colorado, pero antes que todo somos demócratas. Por esta última razón ayudamos en los últimos 50 años del siglo pasado tanto a liberales como conservadores”.

Otra explosiva revelación tiene que ver con el exministro Horacio Serpa, quien falleció con el estigma de haber recibido dinero del cartel. Los Rodríguez Orejuela aseguran que él nunca supo de ese dinero “Al doctor Serpa nunca le hemos dado un peso”, respondieron ante la solicitud de inculparlo. Sin embargo, ante la presión por una eventual extradición, aceptaron el “chantaje”.

La respuesta de los jefes del cartel de Cali llegó con una píldora para la memoria al recordar dos escándalos de corrupción que atravesaron el mandato de Pastrana: Chambacú y Dragacol.

Chambacú era un barrio deprimido de Cartagena habitado por cerca de 40 familias pobres, mayoritariamente afro. Durante el Gobierno Pastrana fueron señalados los ministros Fernando Araújo y Luis Alberto Moreno (expresidente del BID) por presuntamente aprovechar información privilegiada para negociar, mediante el Inurbe, un lote ubicado entre la ciudad amurallada y el castillo San Felipe, en donde ahora se ubican desarrollos inmobiliarios millonarios. Los protagonistas fueron absueltos por la justicia.

El escándalo con Dragacol hacía referencia a irregularidades en la conciliación por 26.000 millones de pesos entre el Ministerio de Trabajo y Dragacol, firmada el 6 de noviembre de 1998. Además, el Ministerio de Transporte habría pagado más de 1.200 millones para dragados en el canal de acceso al puerto de Barranquilla, al río Magdalena y al puerto de Buenaventura. La obra no se hizo porque supuestamente la draga Josefina estaba embargada, pero, en realidad, estaba siendo utilizada en Cartagena.

Al final, se trata de una promesa incumplida que hoy pasa factura. Cuando los Rodríguez Orejuela escribieron la misiva había, según ellos, el compromiso de no revelarla. “La carta es para llamar a Samper y Serpa y mostrársela para que ellos desistan de hacer declaraciones sobre Dragacol y Chambacú (...) no saldrá a la luz pública”.

En medio de este alboroto está el prestigioso médico Santiago Rojas, muy cercano al expresidente Pastrana, quien conoce los secretos detrás de esta explosiva carta, pero no está dispuesto a hablar de lo ocurrido hace más de 20 años cuando fue, como mensajero, según los Rodríguez Orejuela, a reclamar la acusación contra Samper y Serpa. n