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Cómo jefe del bloque Resistencia Tayrona de las AUC, Hernán Giraldo llegó a ser el amo y señor de la Sierra Nevada de Santa Marta; con él se desmovilizaron casi 1.200 hombres en 2006. El pasado 25 de enero, después de 12 años en una cárcel en Estados Unidos por delitos de narcotráfico, volvió deportado a Colombia.

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Hernán Giraldo, el temido exjefe paramilitar, perdió todos los beneficios de Justicia y Paz. Esta es la trascendental decisión de la Corte Suprema

El exjefe del Bloque “Resistencia Tayrona” de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) continuó con actos de violencia sexual tras su desmovilización. Le decían “taladro” por sus abusos contra menores de edad.

Redacción Semana
6 de febrero de 2024

Por continuar con actos de violencia sexual luego de su desmovilización, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la expulsión de Hernán Giraldo Serna, excomandante del Bloque Resistencia Tayrona de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Con esta decisión pierde todos los beneficios de la ley de Justicia y Paz.

En la decisión emitida este martes se determinó que Giraldo Serna, conocido con el alias de El Patrón o Taladro, incumplió con los compromisos de no repetición y no revictimización. La Corte avaló los documentos que allegó la Fiscalía General que demuestran que antes de ser extraditado a los Estados Unidos, el exjefe paramilitar pidió autorizar el ingreso de menores de edad, a las cárceles de La Ceja, La Paz de Itagüí y La Modelo de Barranquilla.

Una mujer de confianza de Giraldo Serna habría sido la encargada de llevar a las menores de edad hasta esos centros de reclusión, para que sostuvieran encuentros sexuales con el exparamilitar. Esta mujer enfrenta un proceso por trata de personas, explotación sexual e inducción a la prostitución.

Cayó la mujer que secuestró y entregó a menor de edad para que el exparamilitar Hernán Giraldo Serna abusara de ella por años
Cayó la mujer que secuestró y entregó a menor de edad para que el exparamilitar Hernán Giraldo Serna abusara de ella por años | Foto: Fiscalía General

Con los documentos presentados por el ente acusador se pudo inferir que varias de las menores de edad que fueron a las cárceles ya habían sido víctimas de delitos sexuales cometidos por Giraldo Serna cuando ostentaba el cargo de comandante de las AUC, casos por los cuales fue condenado en el proceso transicional de Justicia y Paz por violencia basada en género.

En el proceso EL Patrón llegó a insinuar que las menores ingresaron de manera voluntaria a las cárceles, para la Corte Suprema “es una manifestación que no es de recibo, pues se trata de otra forma de revictimizar a las menores de edad, ya que sus versiones son enfáticas y coincidentes en afirmar que acudieron ante el postulado por el temor que le tenían”.

Por esto se concluyó que Hernán Giraldo Serna después de su desmovilización, reincidió en comportamientos revictimizantes al haber tenido contacto con menores de edad, quienes, por miedo, acudieron al establecimiento en el que se encontraba recluido para que tuvieran relaciones sexuales.

Con esta decisión, se cae la condena alternativa de ocho años de prisión que en el año 2019 le impuso la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá por los delitos de violencia de género, desaparición forzada, reclutamiento ilícito de menores, homicidios, torturas, secuestro, trata de personas, prostitución agravada y financiación de conductas ilícitas.

En dicha decisión, la Sala encontró que, durante 26 años, el grupo comandando por Giraldo Serna sembró el terror en la población civil del Magdalena. Las conductas ilegales de el Patrón estuvieron relacionadas con el abuso sexual sistemático de menores de edad.

“Se creyó con el derecho de poder decidir sobre el destino de los menores y niñas de la región”, advirtió el fallo. En este sentido se señaló que, teniendo en cuenta elementos materiales probatorios, los padres se veían amenazados y presionados por los hombres de Giraldo Sierra para “entregar a sus hijas”, por lo que se trasladaban hasta las fincas del jefe paramilitar.

“Debían acatar sin oposición alguna la orden encaminada a satisfacer sus deseos libidinosos, materializado de manera cruel sobre sus hijos menores”. Con testimonios que demostraban el horror, la Sala de Justicia y Paz no dudó en calificarlo como un “depredador sexual” que, durante años, “enfocó sus deseos morbosos y enfermos en niños. Para él, la infancia no existe”.