La increíble forma en que un estudiante iba a clase desde otra ciudad; quería ‘ahorrarse’ el arriendo

La historia de un joven estadounidense se hizo viral en los últimos días al revelar cómo evitó pagar el costo de arriendo por una residencia, mientras estudiaba su máster en ingeniería. Al culminar su posgrado, Bill (como se identifica), compartió su caso en la plataforma Reddit y ahora es tendencia por su ‘estrategia’.

Cuando se comienzan los estudios universitarios, bien sea en nivel de pregrado o estudios de mayor avance, no son pocos los alumnos que deciden salir de casa en busca de sus sueños (que no siempre están en la ciudad natal). En numerosas ocasiones pueden ser cientos los kilómetros de distancia que llevan a contemplar otros opciones.

En principio, una de las alternativas más ‘viables’ es mudarse al lugar donde está el centro educativo, pero hay condicionantes. Lo anterior porque se hace necesario evaluar el presupuesto y si, de ser el caso, los gastos de arriendo y manutención benefician establecerse en otro sitio o, por el contrario, los gastos son equivalentes/superiores.

¿Cómo ‘sobrevivió‘ el último año académico?

Bill fue aceptado en la Universidad de California, en Berkeley, pero vivía en Los Ángeles; sin embargo, mudarse no era una alternativa inicial por lo cual optó por viajar todos los días hasta la institución. Lo ‘inusual’ es que sus trayectos eran en avión. Su decisión no fue tomada al ‘azar’, pues el programa académico solo duraba diez meses y quería regresar con el anterior empleador cuando acabara el posgrado.

Pero, ¿por qué recurrir a un avión? Su respuesta fue aprovechar un beneficio que tenía. “Me encanta volar y tengo muchas millas/puntos de viajero frecuente de bonificación/volar por registro de tarjeta de crédito en los últimos años. El alquiler en el área de la bahía es caro en general, y mi programa es de solo 10 meses, así que pensé que podría conseguirlo viajando en avión”.

Respecto a su horario, el joven afirmó que las clases aproximadamente no superaban los tres días a la semana y sacar un apartamento en alquiler le seguía resultando ‘injustificable’. Todo lo tenía planificado, pues la compra de reserva de vuelos la hizo con anticipación y hasta tenía un plan ‘b’ por si, eventualmente, era necesario ir todos los días al plantel.

Sobre la que fue su rutina por el lapso mencionado, el estadounidense contó que siempre se levantaba a las 3: 30 de la madrugada para tomar su vuelo, dos horas más tarde. Esa hora era la “única” que le garantizaba llegar a tiempo a clases (generalmente estas empezaban sobre las 8: 00 a. m.). En otoño, los horarios cambiaron y debía ingresar a las 11 a. m.

“Es un milagro”

Bill reconoció que la serie de trayectos fueron “una de las cosas más locas que he hecho en mi vida, y estoy tan contento de haberlo logrado, sin perder ninguna clase, eso en sí mismo es un milagro. No recomendaría a nadie que intente esto, pero si tiene alguna pregunta, ¡pregunte!”, dijo en el espacio digital Reddit.

En conversación con KTLA, el estadounidense contó que para ‘nadie’ era un secreto su odisea desde la casa a la universidad, incluso algunos compañeros y profesores “en lugar de preguntar ‘¿Qué hay para cenar?’ me preguntaban ‘¿Cuándo regresa tu vuelo?’”, dijo a ese medio.

Según reveló el joven, Bill llevó un informe detallado de sus gastos durante el casi año que duró el posgrado. En total la suma ascendió a 5,592.66 dólares en sus viajes. Ese valor incluyó; por ejemplo, la gasolina, los tiquetes e internet.