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CRECIMIENTO

¡Confirmado! La economía colombiana creció 3,3% en 2019

El Dane informó que la economía colombiana creció un 3,3% el año pasado jalonada por el consumo y la inversión privada. La cifra del 2018 fue corregida levemente a la baja pasando del 2,6 al 2,5 por ciento.

14 de febrero de 2020

La economía colombiana creció 3,3% en el 2019, reveló este viernes el Dane, una tasa que no se observada desde el 2014 y que corrobora el proceso de recuperación que viene teniendo el país desde hace un par de años.

Según la entidad, el repunte de la economía está liderado no solo por el buen crecimiento del consumo de los hogares sino por el repunte de la inversión privada, que crecieron a la misma tasa del 4,6% en 2019, recuperándose ambos respecto al registro de 2018 de 3% y 1,5%, respectivamente.

Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, explicó el consumo estuvo jalonado por el nuevo y mayor consumo de los inmigrantes, el incremento de las remesas y el aumento del crédito de consumo por encima del promedio reciente, así como por un ligero aumento de la formalidad y de los ingresos de los asalariados.

Por otra parte, el repunte de la inversión se debió al incentivo tributario que implicó el descuento del IVA sobre todos los gastos en activos fijos productivos y el incremento del uso de la capacidad instalada en las industrias nacionales.

A este buen comportamiento también se unió el momentum de las obras civiles, las cuales fueron impulsadas por las concesiones de infraestructura 4G y el gasto regional y local, en parte financiado con regalías y acelerado por el fin del mandado de los gobernantes locales.

Por el lado de la oferta, los sectores que más aportaron al crecimiento del PIB fueron comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida, administración pública y actividades financieras.

Los otros sectores que se desaceleraron fueron agricultura e industria, precisamente dos de los sectores más asociados con el comercio exterior y más relacionados con la producción de bienes y el empleo. De ahí, que muchos critiquen que el repunte de la economía no genere el empleo suficiente y que el desempleo se mantenga en dos digitos.

La construcción de edificaciones siguió siendo el principal lastre para la economía, la inversión en vivienda cayó 7,2% anual y la producción de edificaciones no residenciales cayó cerca de 10%. Con esto, el sector de edificaciones completó tres años consecutivos en terreno negativo.

El sector externo también le resto dinamismo al repunte de la economía ante un fuerte crecimiento de las importaciones - hasta un 9,2% anual, resultando en la mayor tasa de variación desde 2012. Mientras que la dinámica de las exportaciones se desaceleró respecto al año 2018 ante el difícil panorama internacional y temas como la guerra comercial.

El crecimiento del 2018 fue ajustado levemente a la baja al pasar del 2,6 al 2,5% ante una revisión considerable del consumo privado (desde 3,6% a 3,0%) y de las exportaciones (desde 3,9% a 0,9%) a la baja. La revisión de las exportaciones se debe, en parte, a una reducción del crecimiento de la minería.

Durante el año 2019 también fueron revisados al alza dos de los trimestres. El segundo trimestre pasó de 3,0% a 3,3% y el tercer trimestre lo aumentaron de 3,3% a 3,5%.

En el cuarto trimestre, el crecimiento del PIB se ubicó en 3,4% anual, un pequeño ajuste frente a los meses previos lo cual sugiere un efecto reducido sobre el consumo de las marchas y protestas sociales de fin de año. En términos inter-trimestrales, la economía creció 0,5% trimestral.

Al final, la economía tuvo una variación anual del PIB por encima de 3% en todos los trimestres, reflejando el proceso de recuperación estable que transitó la economía.

Para el 2020, la mayoría de analistas esperan una tasa de crecimiento del 3,2%. Esto es, un año muy similar al observado en 2019, frente al 3,7 por ciento que espera el Gobierno.

Esto se debe a que muchos de los elementos que jalonaron el consumo no necesariamente se van a repetir en 2020 o que, si lo hacen, deberían darse con menor intensidad. De hecho, Hernández espera que este año el PIB este más impulsado por la inversión que por el consumo.

Para el experto, si bien habrá una mayor dinámica del sector de edificaciones, la inversión en obras civiles y en maquinaria y equipo reducirá su variación. Las obras civiles, aunque se mantendrán muy dinámicas, no podrán repetir su tasa de 2019 (que se ubicó en 10,7%) porque el inicio de los gobiernos locales se caracteriza por un menor gasto.

Y la inversión en maquinaria y equipo se estabilizará en tasas superiores a las del PIB, pero inferiores a las de 2019, por la dinámica moderada que tuvo la industria manufacturera y la dilación progresiva del efecto positivo del incentivo tributario.

Además, el comercio exterior seguirá contribuyendo negativamente al crecimiento, aunque en menor proporción que en 2019 por la desaceleración esperada en las importaciones.