El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli (C), junto a la directiva del BID, durante la sesión de inauguración de la 54 reunión de gobernadores. | Foto: Afp

Latinoamérica

Se necesitan reformas ante desaceleración mundial

Estol tendrá un efecto "desalentador" en América Latina y el Caribe si no hay reformas estructurales de fondo, en una región que crecerá 0,5% menos en el próximo lustro que en los años anteriores a la crisis de 2008.

18 de marzo de 2013

El crecimiento mundial se situará "por debajo de su potencial en los próximos años", por lo que los países latinoamericanos deben realizar importantes reformas estructurales para contrarrestar el efecto, explicó Juan José Ruiz, economista jefe del BID, al presentar el informe anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al término de la 54 reunión de gobernadores, celebrada el fin de semana en Panamá.

En los próximos años, "los precios de los productos primarios pueden caer y se espera un menor ritmo de crecimiento del comercio, lo cual tendrá un efecto desalentador en el crecimiento de la región", añadió Ruiz.

Las proyecciones de crecimiento a nivel mundial para 2013 "apuntan a la baja", según el BID, después de que el de 2012 cayera tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes, lo que se reflejó en los precios de productos primarios. "Debido a los vientos en contra que soplan desde los principales bloques económicos" de la economía mundial, el BID estima que el crecimiento en Latinoamérica sea de un 3,9% para el próximo lustro, casi un punto porcentual menos que el 4,8% registrado entre 2003 y 2007.

Según el BID, las principales modificaciones deben ir encaminadas a bajar la alta tasa de empleo informal, que afecta a la productividad, ya que la región ha quedado "rezagada" en las reformas del mercado laboral.

"El 56% de las personas que trabajan en América Latina están en la economía informal", explicó el economista jefe del banco. "Los que más pierden con este ambiente de informalidad son los propios trabajadores porque es muy difícil que los salarios aumenten en un contexto de estancamiento de la productividad", dijo Santiago Levy, vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID.

Durante la inauguración de la reunión el sábado, el presidente del banco, Luis Alberto Moreno, pidió en este sentido a los países de la región "reformas estructurales que aceleren el crecimiento y consoliden los progresos sociales".

Moreno destacó que los logros registrados en Latinoamérica en la última década "parecen ser insuficientes cuando se miran los retos que tenemos por delante para consolidarnos como sociedades prósperas y justas". "El informe evidencia que existe un gran potencial para aumentar la tasa de crecimiento de la región mediante la reasignación de recursos existentes", precisó Ruiz. Sin embargo, "el margen para llevar a cabo políticas macroeconómicas fiscales y monetarias tradicionales es limitado".

El BID insiste también en la necesidad de aumentar la inversión en los servicios de infraestructura, dado que la región "sufre una brecha significativa en la cantidad y calidad" en la materia. Además también debe haber reformas encaminadas a mejorar la educación, apoyar mayor competencia en los mercados y asegurar sistemas tributarios equitativos que promuevan el desarrollo. Asimismo, pide establecer marcos e instituciones regulatorias que favorezcan inversiones que estimulen un mayor ahorro. "Los cambios deben responder a la realidades de cada país con una visión pragmática", dijo Moreno.

Sin embargo, "si todos los países introdujeran reformas equivalentes de manera simultánea, el efecto en el conjunto de la región podría ser del orden de un 2,3% de crecimiento adicional al año" como mínimo. Incluso, el crecimiento pudiera llegar "de menos de 4% a más del 6%" si Brasil y México, las economías más fuertes de la región, profundizan las reformas.

El BID, que tiene previsto financiar este año proyectos para el desarrollo por valor de 12.000 millones de dólares, también resolvió realizar reformas internas para agilizar los préstamos al sector privado (a quien destina 2.000 millones de su presupuesto), que genera el 90% del empleo en la región.


Afp/D.com