El Presidente Juan Manuel Santos en la foto oficial con los demás Jefes de Estado de la región. | Foto: Presidencia de la República

Internacional

Se fue el año de las cumbres en Paraguay

En pleno optimismo por la celebración del bicentenario y la bonanza de su economía, Paraguay se esmeró para acoger las cumbres Iberoamericana, de Mercosur y Unasur, deslucidas por la significativa ausencia de sus vecinos.

1 de enero de 2012

A finales de junio, Paraguay entregó la presidencia temporal de Mercosur a Uruguay en una reunión de líderes en Asunción de la que se ausentó la argentina Cristina Fernández siguiendo el consejo de sus médicos, según la explicación oficial.

En la XXI Cumbre Iberoamericana las ausencias fueron muchas y significativas: en pocas horas se sumaron a Cristina Fernández los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, y de Uruguay, José Mújica, los otros socios de Paraguay en el Mercosur.

Analistas políticos en Asunción destacaron que la intención clara fue "hacerle el vacío" al presidente paraguayo, Fernando Lugo, para mostrar el rechazo a su política exterior, pues Paraguay sigue bloqueando el ingreso en el Mercosur de Venezuela (cuyo presidente también declinó acudir a las cumbres de octubre).

Lugo puso al mal tiempo buena cara y prefirió destacar el consenso que llevó a la Declaración de Asunción, en la que los líderes iberoamericanos enfatizaron el "rol del Estado en la erradicación de la pobreza y en la reducción de la desigualdad, a través de una inversión social sostenida" y se comprometieron a proteger a los "sectores más vulnerables en tiempos de crisis".

La crisis en Estados Unidos y Europa y sus posibles repercusiones en América Latina dominaron los debates de la reunión iberoamericana.

En entrevista con EFE, Lugo convino en que Paraguay no podrá repetir en 2011 la "hazaña" del 15% de crecimiento de su economía de 2010, que sirvió, en palabras del analista Alfredo Boccia, para que "el mundo entero focalizara su atención en Paraguay".

"Esto ocurrió en un país que los economistas mundiales no podían ubicar en el mapa", destacó a EFE Boccia, para quien este logro es más importante para Paraguay que su incapacidad para atraer a los vecinos a unas cumbres que apenas sirven para renovar "expresiones de deseos que nunca se cumplen".

Uno de ellos, reflejado en la Declaración de Asunción, es el viejo reclamo de libre tránsito de Paraguay por su condición de país mediterráneo, que perpetúa su aislamiento y lo hace dependiente de sus vecinos para el transporte de sus mercancías.

Como observó Boccia, si Brasil y Argentina "rehuyen" participar en cumbres es "para no escuchar reclamos, sobre todo los vinculados al comercio fronterizo".

Pese a todo, Boccia consideró que Paraguay ha conseguido en 2011 "sacar provecho" de su ubicación en el mapa económico mundial con el crecimiento "inédito" del año anterior, aunque en éste la previsión del Banco Central lo reduce al 5,5%.

Un golpe para la economía nacional vino en septiembre con la suspensión de exportaciones de carne bovina (su segunda fuente de divisas, después de la soja) por un brote de fiebre aftosa detectado en una hacienda de San Pedro, en el centro del país.

Y aún el Gobierno afronta el reto de reducir notablemente las cifras de pobreza: un 54,8% de los paraguayos es pobre y un 30,7% indigente, según datos de 2010 de un reciente informe de la Cepal que coloca a Paraguay en el segundo peor puesto de toda América Latina, detrás de Honduras.

Entre los logros del Ejecutivo, además de un año de relativa estabilidad política, sin escándalos relacionados con la vida privada de su presidente ni recaídas médicas (se le detectó cáncer en 2010), destacó el acuerdo en mayo con Brasil para triplicar el pago por el excedente de energía paraguayo de la central compartida de Itaipú, que en adelante será de US$360 millones al año.

Y entre las derrotas: el carpetazo en julio en el Senado a un proyecto de enmienda constitucional, por vía de referendo, que habría permitido a Lugo presentarse a la reelección en 2013 al término de su mandato de cinco años.

Lo impulsaban los sectores de la izquierda que apoyan al ex obispo, cuyas relaciones con sus supuestos aliados del Partido Liberal Radical Auténtico han sido cada vez más frías. EFE