Productos libres de humo para fumadores, ¿cómo funcionan?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para 2025 cerca de 1.000 millones de personas seguirán fumando. Una realidad que ha impulsado en el mercado otras alternativas libres de humo que generan un riesgo menor en comparación con el cigarrillo. ¿Para quiénes son estas alternativas? Únicamente para adultos fumadores, no para menores, ni tampoco para personas que no fuman y mucho menos para mujeres embarazadas.

Aunque sobre el tabaco y sus efectos se dicen muchas cosas, lo cierto es que fumar es un hábito dañino y adictivo. Por eso, la mejor opción es dejar de hacerlo. Sin embargo, hay personas que siguen fumando. Pensando en ellas y gracias al desarrollo tecnológico y científico, se han desarrollado mejores alternativas que sin quemar el tabaco y eliminando la combustión –principal causa de las enfermedades asociadas al tabaquismo-, pueden reducir el riesgo al que se exponen los fumadores adultos cada vez que prenden un cigarrillo.

Al encender un cigarrillo se quema el tabaco a temperaturas superiores a los 900 grados centígrados. Este proceso produce humo, el cual contiene más de 6.000 químicos, de los cuales unos 100 han sido clasificados por organismos de salud pública como dañinos o potencialmente dañinos. Al eliminar el proceso de quema, como lo hacen los productos libres de combustión, la generación de estos químicos puede reducirse significativamente en comparación con el humo del cigarrillo.

Los productos libres de humo funcionan de diferentes maneras. Por ejemplo, en el vapeo se calienta un líquido con o sin nicotina que crea un aerosol o vapor. Por otro lado, los productos de tabaco calentado, como su nombre lo indica, calientan tabaco a temperaturas controladas, lo que permite la liberación de la nicotina, pero sin generar humo o cenizas. Todos los productos que no generan combustión son diferentes, por lo que deben validarse científicamente. Igualmente, las personas deben tener acceso a los estudios completos para tomar una decisión informada.

¿Qué dice la ciencia?

Recientemente, un estudio de la Facultad de Medicina de Penn State establece que el uso de cigarrillos electrónicos o de un sustituto del cigarrillo puede disminuir el consumo de cigarrillos sin generar más adicción. “Nuestros resultados sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos o de un sustituto pueden dar lugar a una reducción del consumo de cigarrillos y de la dependencia que generan”, advierte Jessica Yingst.

En la actualidad, algunos expertos en salud pública como las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, han propuesto los productos sin combustión como una alternativa de “daño reducido” en comparación con los cigarrillos, para los fumadores adultos que han tomado la decisión de continuar con el hábito. De igual manera, el pasado 17 de noviembre de 2022, Cochrane, una de las redes de investigación científica más prestigiosas del mundo, publicó su más reciente revisión de estudios sobre vapeo. Luego de analizar más de 78 estudios concluyeron: “Existe evidencia de certeza alta de que los cigarrillos electrónicos con nicotina aumentan las tasas de abandono del cigarrillo en comparación con las terapias de reemplazo de nicotina”.

La apuesta que tenemos como sociedad es dar las garantías para que sean más los fumadores adultos que dejen el cigarrillo, ya sea porque abandonan por completo el consumo de nicotina y tabaco o porque hacen la transición a productos libres de combustión y de humo.

*Contenido elaborado con apoyo de Philip Morris International.