No hay derecho

A un alto funcionario de una de las agencias de promoción de inversiones que hay en Colombia, vivió una anécdota bastante vergonzosa en una visita reciente a Corea. Se encontraba de viaje promocional en el país asiático y al final de uno de los encuentros con inversionistas, el jefe de una firma de construcción internacional se le acercó y entabló charla con él. En medio del diálogo, el empresario coreano le dijo, que había participado hace cinco años en la licitación del túnel de la línea y había perdido. Sin embargo, ahora estaba interesado en participar en la licitación para el mantenimiento de la obra.