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Volkswagen busca reparar a los 482.000 clientes afectados en Estados Unidos con bonos de hasta 1.000 dólares y asistencia técnica en carretera durante tres años. | Foto: Bloomberg

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Volkswagen afronta el impacto económico del fraude

La tormenta no parece tener fin para el fabricante alemán de vehículos Volkswagen, que empieza a evidenciar las consecuencias económicas del escándalo desatado por haber trucado los motores diésel de sus vehículos con el fin de eludir los estándares ambientales.

18 de noviembre de 2015

La situación de la compañía con sede en Wolfsburgo (Alemania) se empeoró hace unos días cuando reconoció que también había encontrado irregularidades en los certificados de emisiones de Dióxido de carbono (CO2) en 800.000 de sus vehículos. 

Esta revelación se suma a la polémica desatada en septiembre pasado cuando se descubrió que los motores de al menos 9,5 millones de automóviles de Volkswagen fueron adaptados con un software capaz de burlar las pruebas de emisiones de óxido de nitrógeno (NOx).

Octubre, un mes de contrastes

Los resultados que obtuvo la compañía en octubre fueron bastante dispares en los diferentes países en los que opera. En Estados Unidos, por ejemplo, la marca Volkswagen logró un aumento de sus ventas en 0,24 % con respecto al mismo período del año pasado. 

Ese incremento se suma al ya registrado en septiembre, el mismo en el que la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas inglés) identificó el fraude en los motores. En ese período la empresa registró un tibio aumento de sus ventas (0,56%).

Sin embargo, los resultados de los últimos dos meses son un espejismo de la real situación de la compañía en esa nación, ya que las ventas de todas las marcas de Volkswagen cayeron un 2,2% en los diez primeros meses del año frente a enero –octubre del año anterior.

Y es que la caída de las ventas se ha convertido en una tendencia para el fabricante alemán. El año pasado estas alcanzaron las 366.970 unidades, lo que representa una disminución del 10% con respecto a 2013.

La ‘época de vacas flacas’ se ha traducido en la participación en el mercado estadounidense de Volkswagen, que apenas logra alcanzar el 2%. En un reporte de la agencia EFE se explica que la cuota del fabricante alemán es baja en comparación con el de marcas como Toyota (12%) o incluso Hyundai (4,4%). 

El mes de octubre para Volkswagen en Japón, a diferencia de lo que ocurrió en Estados Unidos, sí fue traumático. En esa nación asiática las ventas cayeron un 48 %, mientras que en septiembre la demanda solo había descendido en 9%.

Volkswagen no fue el único afectado en el mercado de vehículos nipón, pues en general la industria percibió que las ventas de autos nuevos e importados se mermaron hasta en un 6,6 % (21.068 unidades). 

Los líderes en ese mercado durante el décimo mes del año fueron Mercedes-Benz (4.109 unidades vendidas), BMW (3.190 unidades) y en la tercera posición, a pesar del dramático desplome, se sitúo Volkswagen (2.403 unidades). 

En Asia la situación es turbia. De hecho, recientemente unos 1.500 propietarios de automóviles Volkswagen en Corea del Sur adelantaron una demanda colectiva contra la marca porque se sienten “engañados”. 

Los afectados reclaman la anulación de los contratos de compra y el reembolso del dinero que invirtieron en esos vehículos ya que no confían en el fabricante alemán luego de que hubiese trucado los motores. 

La acción legal avanza justo en el momento en el que Volkswagen busca reparar a los 482.000 clientes afectados en Estados Unidos con bonos de hasta 1.000 dólares y asistencia técnica en carretera durante tres años. 

"Mientras trabajamos sin descanso para desarrollar una solución pedimos su paciencia", explicó el fabricante alemán en su página web, en la que expone que estas son algunas de las medidas que ejecutarán para restaurar la confianza “inestimable" de los clientes.