¿Cómo cuidar el empleo en medio de la pandemia?

La respuesta para cuidar los empleos en la economía colombiana es sencilla: tenemos que apoyar a las empresas que operan en el país, pues emplean mano de obra local y contribuyen a la economía nacional a partir del pago de impuestos. Defender esta dinámica en el interior del país permite reducir el impacto negativo sobre el PIB, lo cual tiene implicaciones positivas directamente sobre las finanzas públicas.

Para entender la magnitud del reto que tenemos por delante, pongamos el tema en perspectiva histórica. Hace 100 años, en 1920, el mundo estaba en plena época de la primera posguerra. La situación en Colombia tampoco iba muy bien para los empresarios, ya que comenzó a haber una sobreproducción de café, nuestro principal producto de exportación. Los países europeos dejaron de importar, porque se estaban recuperando de la guerra y el sistema ferroviario en EE. UU. no mantuvo la misma capacidad. Esto llevó a una situación económica compleja para el país. 

En este contexto adverso, inmersa en plena Cordillera Central, surgió la primera ferretería de Colombia en Pacho, Cundinamarca. A partir de ese momento se comenzaron a dar los primeros pasos de la industria siderúrgica colombiana, abriendo más ferreterías en Amagá (Antioquia), Samacá (Boyacá) y en La Pradera (Cundinamarca), que luego se convertirían en las semillas de las primeras siderúrgicas nacionales.

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Desde 1920, el acero colombiano se convirtió en fuente de empleo, creando empresas familiares que luego escalaron hasta convertirse en multinacionales y proveyendo la materia prima con la que se comenzó a construir el país. Este material es la base de obras como el Hospital Pablo Tobón Uribe, que hoy atiende afectados con coronavirus en Medellín, o de vías tan importantes como Conexión Pacífico y la Vía al Llano, que conectan a Colombia.

La industria siderúrgica nacional genera más de 45.000 empleos directos e indirectos; ha hecho inversiones por más de US$620 millones a 2020; representa el 10,6% del PIB Industrial junto con la cadena metalmecánica, y es la mayor recicladora del país (1,2 millones de toneladas en 2019).

Es por eso que los invito a que, en estos momentos de incertidumbre, prime la unión y la acción conjunta. Como bien señaló Bruce Mac Master, presidente de la Andi, se debe establecer como prioridad la salud de todas las personas. Una vez la aseguremos, es clave que procedamos a darles un espaldarazo a todas las industrias y sectores que trabajan con mano de obra colombiana y elaboran productos nacionales.

No se trata simplemente de apoyar estos productos por ser colombianos; más bien, significa respaldar a una industria que se ha modernizado y que es tan competitiva como cualquiera a nivel mundial, pero que debe afrontar un desbalance en el comercio global, debido a subsidios a mano de obra e insumos en otros países.

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Ese espaldarazo, claro, deberá estar acompañado de acciones gubernamentales para proteger a la industria nacional, como lo serían los incentivos para la utilización del acero colombiano en la contratación pública, así como las medidas de defensa comercial necesarias para defender a los trabajadores y sus familias. 

Ya ocurrió en 1920 y, a partir del mineral de hierro, se comenzaron a construir las bases de la Colombia que hoy conocemos. El coronavirus nos está obligando a tomar una pequeña pausa, pero es solo un impulso para construir un mejor país entre toda la comunidad, gobernantes y empresarios.

*María Juliana Ospina, directora ejecutiva del Comité de Acero de la Andi