Mientras las bolsas globales, como New York Stock Exchange, ven con preocupación la evolución de la guerra en Ucrania y los impactos en la economía global, en América Latina suben las bolsas y las monedas locales. (AP Photo/Mary Altaffer)

Conflicto en Ucrania

Economía latinoamericana ‘la sacaría barata’ con guerra en Ucrania

La pequeña relación comercial de la región con Rusia y Ucrania haría que el conflicto no afecte su ritmo de crecimiento. Hoy las cuatro monedas más fuertes del mundo están en este lado del planeta.

6 de marzo de 2022

La invasión bélica de Rusia a Ucrania no da señales de finalizar ante los crecientes ataques del Kremlin y la respuesta de Kiev, lo que, por su puesto, ensombrece los pronósticos de crecimiento mundial y genera incertidumbre en los negocios. Los mayores precios del petróleo y del gas no solo se convierten en combustible para una creciente inflación, sino que ponen en peligro las cadenas de suministro globales, las cuales ya venían afectadas desde la pandemia.

Pese a este panorama, hasta ahora América Latina no ha mostrado mayores impactos económicos y, por el contrario, sus monedas se están fortaleciendo frente al dólar. De hecho, si el análisis cambiario se hace en lo corrido de 2022, se evidencia, según datos recopilados por el analista de Alianza Valores y Fiduciaria, Felipe Campos, que la región latinoamericana hace el ‘top’ 1, 2, 3 y 4 a nivel global de las monedas más fuertes del planeta.

La primera es el real brasileño, que hasta el 3 de marzo pasado se había fortalecido 10,91 %; la segunda es el peso colombiano, con 8,62 %; la tercera es el sol peruano, con 7,28 %, y la cuarta el peso chileno, con 7 %.

Así mismo, las bolsas de la región avanzan en terreno positivo en lo que va de este año. De nuevo lidera la de Brasil, con una valorización de 23,16 %; le siguen Perú con 21,81 %, Colombia con 17,13 % y Chile con 14,64 %.

Posición única

¿Cómo se explica que en un mundo globalizado en el que transcurre una cruenta guerra a América Latina no le esté yendo mal? Para la consultora británica Oxford Economics la explicación está en la posición única de Latinoamérica como gran exportador neto de materias primas, que además tiene pocos vínculos económicos directos con Rusia y Ucrania.

Al ser una región que vende petróleo, metales y alimentos al mundo, se beneficia de los precios altos de las materias primas, al tiempo que no tendría grandes disrupciones en sus exportaciones o importaciones totales, debido a su limitada relación comercial con Europa del Este. Esto haría que su crecimiento económico no sufra tanto por la disputa entre Rusia y Ucrania

“Las reacciones de los mercados desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia han sido mixtas. Las materias primas sensibles a Rusia o Ucrania, como el trigo, el petróleo y el gas, se dispararon a máximos de varios años, lo que alimenta los temores de inflación, pero redujeron las expectativas de una normalización política impetuosa en las economías avanzadas”, advierten en Oxford Economics.

Aunque se espera que los grandes bancos centrales, como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, empiecen a subir sus tasas de interés para controlar la inflación, existe la posibilidad de que no lo hagan o lo hagan a paso más lento para poder contener los impactos de la guerra en Ucrania. Esto beneficiaría a los países emergentes como Colombia, que se afectarían con mayores tasas de interés externas, pues los inversionistas foráneos se irían de estos mercados para buscar unos con rendimientos más altos y, encima, más seguros.

“Creemos que Latinoamérica se está protegiendo parcialmente de las opiniones más pesimistas derivadas de la guerra en Ucrania, porque la mayoría de los gobiernos de la región adoptaron una postura aparentemente neutral ante el conflicto, lo que minimiza la probabilidad de sufrir ataques directos o sanciones comerciales”, insisten en Oxford Economics, y señalan que en caso de que la situación empeore, Brasil sería el país latinoamericano más afectado, pues es el que tiene la relación comercial más alta con Rusia y Ucrania, que combinadas no superan el 3 % de su comercio total.

El segundo más afectado sería Chile con un comercio bilateral con esos dos países que no llega a 1,5 %. Luego vendrían en su orden Perú, Argentina, Colombia y México. Sin embargo, la mayoría exporta más de lo que importa de esos dos mercados en guerra, a excepción de Chile y Argentina, que les compran más a Rusia y a Ucrania que los que les venden.

“Los cereales y la energía de Rusia representan menos del 0,2 % del comercio total para la mayoría de los países de América Latina excepto Argentina, donde la dependencia de los combustibles rusos es mayor, pero todavía marginal. Otro canal de impacto importante relacionado con este conflicto está en el aumento de las presiones inflacionarias por la escasez de fertilizantes y metales de Rusia”, sostienen en Oxford económicos y advierten que, en consecuencia, elevaron su pronóstico de inflación para América Latina en 2022 en 0,5 puntos porcentuales a 11,6 %, pero dicen mantenerse escépticos sobre los impactos en la economía real.

“Nuestras estimaciones iniciales muestran, hasta el momento, efectos insignificantes en el PIB de América Latina, aunque existe la posibilidad de recortar nuestras proyecciones de crecimiento más adelante, si el conflicto se prolonga hasta 2023″, concluyen.

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