A pesar de las dificultades políticas, Colombia es uno de los mercados más atractivos para invertir en América Latina

Pese a los traspiés con los que inició de año tanto en materia política, como económica, los cuales han generado un ambiente de incertidumbre e inestabilidad, los inversionistas extranjeros siguen teniendo a Colombia entre sus principales opciones para llevar su dinero. Así se evidencia en un estudio de KPMG, que ubica al país como uno de los cinco más atractivos para las fusiones y adquisiciones (M&A, por si siglas en inglés) dentro del continente latinoamericano.

El estudio, titulado ‘En un mundo incierto, aumentan las fusiones y adquisiciones en América Latina’, se revela que con todo y la incertidumbre alrededor de la economía global, la región presenta crecimientos en materia de inversión.

Para llegar a estas conclusiones en KPMG recolectaron información entre 400 ejecutivos de 14 países. Encontraron que cuatro de cada cinco inversionistas, consideran que sus inversiones más recientes en América Latina resultaron siendo un éxito, lo que podría implicar que en un futuro se potencien elementos claves en materia de inversión como, la compra y venta de activos a través de fondos de capital privado.

Abordando este análisis territorial, de manera más profunda, los 5 países con mayores inversiones son: México (79 %), Brasil (69 %), Costa Rica (54 %), Chile (53 %) y Colombia (51 %), sin embargo, el crecimiento en la región ha sido generalizado. Así lo explica JP Trouillot, socio de KPMG Estados Unidos, líder de Deal Advisory & Strategy para América Latina: “Las oportunidades de fusiones y adquisiciones en América Latina son abundantes, y la ejecución exitosa de estas transacciones depende en gran medida de tener un profundo conocimiento de las culturas, costumbres y regulaciones locales que, de lo contrario, pueden tomar a los inversionistas por sorpresa”.

De cumplirse las expectativas de este estudio, las cifras actuales de M&A en la región superarán las de 2022, año en el que Brasil tuvo un registro de 390 fusiones y adquisiciones, seguido de México y Colombia con 104 y 66, respectivamente. Así mismo, los sectores en los que más operaciones de este tipo se generarán son tecnología, servicios financieros y energía. Lo que está directamente relacionado con los avances digitales que han tenido los países y la biodiversidad y capacidad de generar energías limpias.

¿Cómo explicar este crecimiento?

Pese a la coyuntura reciente que ha generado una sensación de menor gobernabilidad tras los explosivos audios del exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, hacia la exjefe de gabinete presidencial, Laura Sarabia, así como el lento avance de las reformas del Gobierno en el Congreso de la República, lo cierto es que los fundamentales económicos del país siguen siendo positivos, lo que atrae la inversión extranjera y con ella las actividades de fusiones y adquisiciones.

Efectivamente, esta situación ha generado una mayor confianza por parte de los inversionistas extranjeros hacia el país, superando incluso la confianza de los inversionistas locales, quienes mostraban preocupación ante la llegada del primer gobierno de izquierda. A favor de Colombia juega una institucionalidad fuerte y robusta, lo cual es ratificado por el informe de KPMG en el que sostiene que la región latinoamericana es atractiva para la inversión por la solidez de sus instituciones, lo cual permite que lleguen inversiones de calidad y también en abundancia

“Durante mucho tiempo el invertir en la región fue algo que se consideró con cautela, debido a las complejidades políticas, sociales y económicas de sus mercados claves; sin embargo, en un contexto de agitación mundial y perturbaciones en otras grandes regiones, América Latina se alza como una de las opciones más favorables”, subrayan los expertos de la multinacional de consultoría.

Aunque 45 % de las compañías e inversionistas que consultaron en KPMG para este estudio creen que en este momento existen las mejores condiciones para hacer M&A en América Latina, también tienen una alta consciencia de los riesgos de traer su dinero a la región. 39 % de los encuestados aseguran que dichos riesgos nunca habían sido tan elevados.