Ecopetrol decidió suspender entregas de gas en el campo Gibraltar, por atentados en oleoducto Caño Limón-Coveñas

Lo que faltaba. Ahora no habrá entregas de gas por parte de Ecopetrol en el campo Gibraltar, debido a los atentados contra el oleoducto Caño Limón Coveñas.

Así lo anunció la petrolera, desde la cual, explicaron que la medida aplicada se hizo necesaria, ante los múltiples ataques a la infraestructura del oleoducto. Todo será para garantizar la seguridad de las operaciones, ya que se trata de materiales inflamables.

La suspensión de los despachos, según Ecopetrol, entra en vigencia a partir de este martes, hasta nueva orden.

Desde la planta de gas de Gibraltar se despachan 38 millones de pies cúbicos de gas, cada día. Este punto, ubicado en Toledo (Norte de Santander), abastece la demanda de gas domiciliario, pero también suministra al sector industrial en varias zonas del país: Santander, Antioquia y Norte de Santander.

Por esa razón, la petrolera recordó que estos actos en contra de la compañía solo incrementan el riesgo de las personas y pueden afectar el abastecimiento energético a los millones de hogares e industrias que así lo requieren. Eso, sin contar con que se pueden causar daños irreparables al medio ambiente.

La voladura de infraestructura se ha intensificado en los últimos días, en medio de varias sesiones de diálogo para las negociaciones de paz.

Hace apenas unas horas, el 27 de marzo, se registró otro hecho en la vereda Campo Alicia, zona rural del municipio de Cubará (Boyacá), en límites con Saravena (Arauca), también contra el mismo oleoducto. El ataque habría sido perpetrado por el ELN. Acerca del hecho que fue rechazado por la petrolera, la compañía dijo que se trataba del séptimo caso en lo que va corrido de 2023: cinco atentados, y dos ataques a la instalación de dos válvulas ilícitas para la extracción de hidrocarburos.

Pero los atentados contra la infraestructura petrolera vienen de tiempo atrás. Tanto así que, en la última década, Ecopetrol, con sus cinco oleoductos para el transporte de hidrocarburos, ha tenido que enfrentar 1.010 veces las voladuras contra estas redes de transporte de combustibles.

El mayor blanco es justamente Caño Limón-Coveñas, que, en total, según los registros históricos, ha sufrido más de 1.500 atentados terroristas en 33 años. Hay que recordar que se trata de una tubería de alrededor de 780 kilómetros de longitud, a través de la cual, se pueden transportar unos 220.000 barriles de crudo hasta el puerto de Coveñas, una plataforma para la exportación. En el caso del campo Gibraltar, el transporte de gas se hace hasta la estación de Palenque en Bucaramanga, para distribuirlo en el departamento de Santander y en los otros que se abastecen desde allí.

Las consecuencias son nefastas, tanto en materia económica y ambiental, como en el riesgo para las comunidades aledañas. No en vano, los derrames ocurridos, solamente en el caso de Caño Limón, han implicado el vertimiento de 3,7 millones de barriles de crudo en suelos, quebradas y ríos. Muestra de ello es lo sucedido en 2018, cuando se registraron voladuras al oleoducto Caño Limón-Coveñas, lo que finalmente afectó 65.000 metros cuadrados de suelo y cerca de 40.500 metros de cuerpos de agua. Pero también ha habido víctimas humanas.