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ANÁLISIS

¿Y si le damos una mano al Dane?

El Dane requiere un rediseño institucional que ensanche su independencia y presupuesto. La independencia le permitiría tener un rango similar al del Banco de la República, remedio efectivo para matar incertidumbres.

Freddy Castro
2 de marzo de 2017

Cerca al posconflicto Colombia carece de estadísticas confiables, tanto en el orden nacional como en el local. Prueba de ello es que a la fecha no está actualizada la información del Sisben, del catastro, de estratos y, mucho menos, contamos con censo de población. Este es el equivalente a andar de noche, en una carretera con curvas peligrosas, en medio de un fuerte aguacero y sin parabrisas. Toda una aventura digna de una república bananera.

Dejando de lado las estadísticas locales (Catastro, Sisben, etc.), hagamos “doble click” en el censo y la entidad encargada de actualizarlo: El Dane, ese patito feo al que frecuentemente le hacen conejo presupuestal. Es tan poco relevante que, pese a la evidente necesidad de información poblacional, el último censo de Colombia se hizo en 2005, ¡hace 12 años!

Vale la pena destacar que en Estados Unidos y el Reino Unido se adelantan censos regularmente desde 1790 y 1801, respectivamente. Además, en Estados Unidos los Censos se deben realizar, por Ley, en los años múltiplos de 10. Así pues, la anterior medición se realizó en 2010 y la próxima se hará en 2020.

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Analistas como José Leibovich y Roberto Angulo han puesto el dedo sobre la llaga sobre la urgencia de un nuevo censo poblacional. Tienen razón, las muestras son insuficientes; mientras que los censos proporcionan información detallada de la población para sustentar la asignación de recursos públicos. Adicionalmente, no se deberían tomar decisiones con proyecciones que tienen 12 años de rezago. Por razones como las anteriores, luego de un aplazamiento de un año, el Dane planteó recientemente realizar el censo en 2018, en pleno año electoral.

No hace falta ser experto en política regional para avizorar el riesgo. Meses antes de las elecciones locales habrá una puja entre alcaldes, gobernadores y algunos congresistas para contratar encuestadores; algunos de ellos sin la idoneidad para participar en un tema sensible como un censo poblacional y lo peor: con el riesgo de querer usar la plataforma para promover candidatos, puerta a puerta, bajo la bandera de una entidad “independiente”. Sin duda sería una atractiva maquinaria generadora de votos.

Bastará recordar que el Censo Agropecuario de 2014 también se adelantó en un año electoral. Los resultados no fueron los mejores.  La promesa de valor divulgada por el director de la entidad decía que los microdatos iban a ser divulgados en diciembre de 2014, sin embargo, estos fueron públicos solo a finales de 2015.

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Otro asunto recordado por expertos como Mauricio Reina, recalca el carácter gobiernista de las comunicaciones del DANE. ¿Será que es una señal de falta de independencia? Podría ser, después de todo ¿Qué voz tiene una entidad que depende del Gobierno Nacional para la aprobación de sus fichas de inversión? ¿Con qué autoridad se rehúsa el Dane a entregar microdatos a otras entidades de Gobierno? Quizá por ello, el director del Dane alguna vez presentó cifras del mercado laboral en la Casa de Nariño.

Para coger el toro por los cuernos, el Dane requiere un rediseño institucional que ensanche su independencia y presupuesto. La independencia le permitiría tener un rango similar al del Banco de la República, remedio efectivo para matar incertidumbres.

En dicha reforma se debería precisar, de una vez por todas, la obligatoriedad de realizar censos cada cierto número de años y la apropiación de recursos a cargo del Presupuesto General de la Nación. Así mismo, es imperativo promover la creación de un cuerpo colegiado independiente que defina marco de comunicaciones y agenda estadística, acorde a las necesidades de Colombia.

Quienes trazan políticas púbicas deben contar con un buen “parabrisas” para transitar por la difícil carretera de la asignación de recursos. En el posconflicto hay 185 municipios priorizados, todavía no es claro cómo se adelantará el monitoreo.

Habrá que ver si los candidatos presidenciales abordan el tema del fortalecimiento del Dane el próximo año.