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¿Llegó la hora de privatizar a Ecopetrol e ISA?

El Gobierno planea ejecutar privatizaciones por $ 18,5 billones entre 2021 y 2022. Expertos coinciden en que no habría otra salida que vender parte de estas compañías.

8 de julio de 2020

La crisis del coronavirus y las medidas que ha tomado el Gobierno no serán gratuitas y será necesario reponer los recursos que se han gastado para atender la pandemia.

La situación no es fácil. Las destinaciones del Ejecutivo -que incluyen las garantías de créditos, trasferencias monetarias, subsidios y el fortalecimiento al sector salud- superan los 11 puntos del PIB, recursos que normalmente se usan para otros rubros.

Otra alternativa sería salir de parte de Cenit, firma transportadora de crudo en la que está la petrolera colombiana.

Como el país debe avanzar una vez se supere la emergencia sanitaria y económica, será necesario tapar ese hueco que abrió la covid-19. Y aunque hay diversas formas de solventar esta situación, el Gobierno optó por ir a la fija: aumentar los impuestos, reducir los gastos y vender activos.

Para los dos primeros puntos, el Ministerio de Hacienda confirmó en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) que tramitará una reforma fiscal el próximo año o en el 2022, de tal modo que pueda recibir unos 20 billones de pesos.

"Creemos que Colombia tiene espacio para hacer esa corrección. Los ingresos son menores a nuestros pares y tenemos algunos rubros donde estamos gastando más", aseguró en su momento el viceministro de Hacienda, Juan Pablo Zárate.

Si bien apenas comenzará la redacción de esta norma, la declaración del funcionario da algunas luces sobre su futuro. Por un lado, sería necesario aumentar la base gravable de impuesto como el IVA, cuyas tarifas diferenciales (0 y 5 por ciento) le cuesta al país más de 70 billones de pesos.

De igual forma, analistas prevén que es el momento de aumentar el número de contribuyentes del impuesto de renta, así como de revisar algunas exenciones tributarias y subsidios.

Este será el plato fuerte de la política fiscal del Colombia para recuperar la economía, pero de forma paralela se vivirá un duro debate sobre las privatizaciones necesarias para tapar el hueco restante.

El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, tendrá la tarea de adelantar una nueva reforma tributaria y de privatizar activos por $ 18,5 billones.

En este caso, el Gobierno calcula ingresos por 1,1 puntos del PIB para 2021 y de 0,6 para el 2022. En plata blanca, esto quiere decir que aspiran concretar privatizaciones por unos 17 billones de pesos.

La cifra no es menor y, en el fondo, implicaría que la Nación salga de una ‘tajada‘ de su participación en las joyas de la corona: Ecopetrol, Cenit e Interconexión Eléctrica S.A. (ISA).

Dicha discusión no es nueva. En ocasiones anteriores, el propio Minhacienda ha convocado consultorías para determinar la mejor forma de enajenar su participación en ISA, aunque al final este proceso fue terminado por el Ejecutivo.

Según un reporte de Corficolombiana, "si el Gobierno vendiera el 8,49% de Ecopetrol (que aún tiene permitido) al precio actual de la acción de 2,100 pesos, recibiría 7,3 billones de pesos".

Con la venta de ISA, la Nación podría recibir cerca de 14 billones de pesos.

La cuestión es que con los precios del crudo a niveles bajos -como se prevé que se mantengan durante varios años-, este negocio podría ser poco favorable para el Estado.

    Otra alternativa sería salir de parte de Cenit, firma transportadora de crudo en la que está la petrolera colombiana. En este caso, los analistas prevén que Ecopetrol recibiría 17,6 billones de pesos, con lo cual al Gobierno le ingresarían 15,6 billones, a través de un dividendo extraordinario.

    Finalmente, en el caso de ISA, la Nación podría recibir cerca de 14 billones. A pesar lo de anterior, los expertos señalan que "las enajenaciones son un tema políticamente sensible y al no ser una fuente recurrente de ingresos, no despeja las dudas en materia fiscal para los próximos años".

    Las sumas y restas podrían cuadrar si se da el caso que la Nación logre vender el 8,5 por ciento de Ecopetrol y el 49 de ISA. Con estas sumas, aún faltarían un 1,51 por ciento del PIB (1,5 billones más) que podría llegar de algunas electrificadoras regionales.

    Con la realidad de la covid-19 y la necesidad de llenar el hueco que queda, el debate sobre la venta de activos estará para alquilar balcón.