¿Qué le hace falta a Latinoamérica en materia de innovación e industrialización?

La inversión en infraestructura, industrialización e innovación son tres aspectos clave para enfrentar la actual época de bajo crecimiento en la región latinoamericana, según planteó el Banco Mundial en una reciente publicación.

Estos aspectos también hacen parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), donde se plantea que la meta en 15 años es Construir infraestructura resiliente, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

Las cifras más relevantes de este ODS

Según las Naciones Unidas este es el objetivo 9. El ritmo de crecimiento y urbanización está generando la necesidad de contar con nuevas inversiones en infraestructuras sostenibles que permitirán a las ciudades ser más resistentes al cambio climático e impulsar el crecimiento económico y la estabilidad social. Estas son algunas de las cifras más relevantes a nivel mundial:

• Alrededor de 2.600 millones de personas en países en desarrollo tienen dificultades en cuanto al acceso a la electricidad.
• La infraestructura inadecuada conduce a una falta de acceso a los mercados, puestos de trabajo, la información y la formación, la creación de una barrera importante para hacer negocios.
• El efecto multiplicador del trabajo de la industrialización tiene un impacto positivo en la sociedad. Todo puesto de trabajo en la industria manufacturera crea otros 2,2 en otros sectores.
• Las pequeñas y medianas empresas son las principales generadoras de empleo, representan entre el 50% y 60% del total del empleo.
• En los países en desarrollo, solo un 30% de la producción agrícola se somete a la transformación industrial.

Latinoamérica, bien encaminada en infraestructura

Según el Banco Mundial, aunque aún hay mucho por hacer, Latinoamérica se encuentra bien encaminada en materia de infraestructura. Durante los primeros seis meses del año anterior, de los cinco primeros países con mayor inversión privada en grandes proyectos de infraestructura de energía, transporte y agua, cuatro fueron latinoamericanos: Colombia, Chile, Brasil y México.

De esta forma, la región representó el mayor destino de inversiones privadas en estos sectores, con un 41% del total. Además, es clave seguir fomentando las asociaciones público-privadas (APP), en momentos en los que la región registra una contracción económica significativa.

Fuente: Banco Mundial

Se necesita una mayor industrialización de productos agrícolas

A la región latinoamericana aún le cuesta realizar la transición de someter la producción agrícola a una transformación industrial. Como afirma Naciones Unidas, solo un 30% de la producción agrícola se somete a la transformación industrial en países en vía de desarrollo, pero en países desarrollados el 98% de las materias primas se procesan. Por estos motivos, se aclara que existen grandes oportunidades  para la agroindustria en los países en desarrollo.

Según el Banco Mundial, el valor agregado de las manufacturas como parte del Producto Interno Bruto (PIB), se ha disminuido a nivel mundial y regional. En Latinoamérica pasó del 22% en 1991 al 15% en 2014.

Por estos motivos, el integrarse a las cadenas globales de valor es un aspecto clave. No obstante, se encontró que los países de la región tienden a integrarse a las cadenas globales únicamente al comienzo de las mismas (exportando materias primas) o al final (produciendo bienes terminados).

Promover la innovación e investigación

Durante los próximos 15 años es de gran importancia promover y respaldar la innovación tecnológica e investigación científica. Según cifras de la Unesco, la cantidad de investigadores en la región se encuentra por debajo de la media mundial. Latinoamérica tiene alrededor de 440 investigadores por cada millón de habitantes, mientras que regiones como Asia, la Unión Europea y los países de la Ocde tienen tasas de 745, 2.900 y 3.400 respectivamente.

De igual forma, no se registra un número significativo de patentes nuevas. En la región, se registran alrededor de cuatro patentes nuevas por cada millón de habitantes, mientras que en países como Japón, la tasa ascendió a 444 patentes nuevas en el 2014.