Daniel Velandia, Director Investigaciones Económicas de Correval | Foto: Daniel Velandia, director Investigaciones Económicas

Opinión on line

La economía colombiana crecería 5,30%

El repunte del PIB podría estar impulsado por la consolidación del boom minero-energético, mayor inversión y los recursos del Gobierno para reconstruir el país. La inflación cerraría en 3,24% y dólar revertiría revaluación para cerrar en $1.870. Análisis de Correval.

Daniel Velandia, director Investigaciones Económicas
26 de abril de 2011

Pese a que son más los factores que inclinan la balanza al alza, los riesgos a la baja podrían estar por los lados de los efectos del entorno internacional, menor demanda en especial de los países de la Europa periférica, reducción del crecimiento de los países desarrollados, así como por factores internos como mayores importaciones que exportaciones, en especial de bienes de consumo, y a la decisión del Banco de la República de frenar su política expansiva.

Riesgos al alza
- Dinámica positiva del consumo que indica real capacidad de compra por parte de los hogares a pesar de factores adversos.
- Continuidad de gasto fiscal por cuenta de los recursos destinados a los procesos de atención y reconstrucción de la ola invernal.
- Consolidación del dinamismo en el crédito conjuntamente con tasas de interés históricamente bajas.
- Confirmación del denominado boom minero-energético que incentiva exportaciones e inversión.
- Inversión en general + IED

Riesgos a la baja
- Factores externos que pueden implicar una menor demanda del resto del mundo (Europa periférica, MENA).
- Mayores importaciones que exportaciones (de bienes de consumo) mientras se consolida el potencial auge minero-petrolero y el dólar continúa en niveles relativamente bajos + reducción de aranceles.
- Riesgos de crecimiento en economías desarrolladas sesgados a la baja.
- Política monetaria menos expansiva por parte del BanRep.

Por sectores:
Comercio bien, reducción próximos trimestres
(Crecimiento entre el 8% y 10%)

El comercio minorista continuará liderando gran parte del crecimiento económico en los próximos trimestres. No obstante, es de esperarse una reducción en la tasa de crecimiento de las ventas minoristas este año en relación con la observada en el 2010, a niveles cercanos al 8% ó 10%.

Industria, tendencia alcista
(Crecimiento del 5,1%)

La utilización de capacidad instalada permanece en niveles cercanos al promedio histórico y es de esperar que mantenga su tendencia alcista.

Factores a favor:
Según la misma industria, entre los factores más importantes que favorecerán el desempeño de la industria este año se encuentran:
• La mejor dinámica de la economía
•Inversión para ampliar capacidad productiva (gracias en parte a la revaluación acumulada del peso) y mejoras productivas.

El relativo optimismo de la industria debe contagiar a otros renglones, considerando que este sector ha sido uno de los más afectados tras la recesión, el cierre de la frontera con Venezuela, la revaluación del peso y la reciente crisis invernal.

Para el 2011, se espera un crecimiento de la industria cercano al 5,1%.

Construcción, después de minas y canteras
(Crecimiento entre 8 y 10%)

El importante dinamismo de los indicadores líderes explicado principalmente por la recuperación y confianza del sector privado, conjuntamente con el mayor gasto público esperado por cuenta de la tragedia invernal, permiten prever que la construcción será probablemente, después de minas y canteras, uno de los sectores con mayor crecimiento en el 2011 en el rango entre 8% y 10%.

Cartera: perspectivas favorables

En general, el sector financiero sigue mostrando solidez, bajos riesgos y por tanto, perspectivas favorables. En todo caso, el crecimiento acelerado de la cartera de consumo en particular, debe implicar la continuidad de una política monetaria menos expansiva por parte del BanRep a lo largo del 2011.

Inflación: 3.26%
En particular, si la información futura mantiene la tendencia favorable observada en los últimos dos meses, es de esperar que las expectativas converjan hacia los niveles pre-invierno (alrededor de 3,2% vs. 3,3% actualmente), permitiendo asimismo consolidar gradualmente nuestra expectativa de una tasa de interés de intervención entre 4.25% y 4,5% al cierre del 2011.

En nuestro caso, hemos corregido las expectativas de inflación para el cierre del año de 3,47% a 3,26%, valor similar a la proyección previa a la agudización de la tragedia invernal de 3,24%

Situación Fiscal
A pesar de que el gobierno no ha modificado oficialmente sus pronósticos de un déficit fiscal para el 2011 de 3,7% para el GNC y de 3,0% para el SPC (sin incluir los recursos destinados a la emergencia invernal), el MinHacienda, Juan Carlos Echeverry, declaró recientemente que el recaudo tributario al cierre del primer trimestre, permitirá que el nivel de déficit se ubique por debajo de estos niveles.

Debido a estas perspectivas, incluso se ha planteado la posibilidad de reducir las emisiones de títulos de deuda pública planeadas para este año por $28 billones, al mismo tiempo que se ha reducido la probabilidad de realizar un canje de deuda ante el pago por cerca de $11 billones que tendrá que realizar el gobierno por concepto de amortizaciones e intereses de TES en mayo. De hecho, ante el mayor recaudo tributario al esperado, la enajenación de Ecopetrol por el equivalente a $1,5 billones prevista para este año, podría resultar no ser tan urgente.

Ahora, las reformas que cursan en el Congreso estarán en el radar de analistas y del mercado.

Dólar: $1.870
Una vez parece cumplirse nuestra previsión según la cual el gobierno tendría que comenzar a monetizar parte de los recursos mantenidos en el exterior (los provenientes de los pagos por dividendos de Ecopetrol), al mismo tiempo que los factores que imponen presiones bajistas sobre la tasa de cambio se mantienen vigentes y son además, estructurales (crecientes flujos de IED, alto volumen de transferencias, altos términos de intercambio), mantenemos nuestra perspectiva fijada desde el año pasado de que la tasa de cambio puede alcanzar niveles cercanos a los $1.750 en algún punto del primer semestre, para terminar el año alrededor de $1.870.

En general, la expectativa de un nuevo incremento en la tasa de cambio al finalizar el año a $1.870 se basa en la experiencia de los dos últimos años, a saber, medidas de intervención (incluyendo verbal) para evitar mayores revaluaciones en el último trimestre. Así, consideramos altamente probable que, una vez sean alcanzados niveles de la tasa de cambio cercanos a $1.750, nuevas medidas sean adoptadas por parte de las autoridades. En principio, nos inclinamos más hacia medidas en relación con el endeudamiento externo que controles de capital directos sobre el mercado de valores.