Economía

India, obligada a crecer más

En las próximas décadas un nuevo motor de la economía mundial empujado por el peso de su propia grandeza puede ser la pieza faltante en el incompleto rompecabezas del crecimiento latinoamericano. Colombia debe prepararse.

11 de septiembre de 2015

Recientemente el ministro indio de Finanzas, Arun Jaitley, aseguró a la BBC que “sería viable que una economía como la de India, capaz de crecer un 8% o 9%, se convierta en el sostén de la economía global”.

La pregunta es que de lograrse, ¿a qué costo sería? y ¿quién podría beneficiarse?

Crecimiento desordenado


Según estimaciones de las Naciones Unidas, en 2022 China cederá su lugar de “el país más poblado del planeta” a su vecino, India. De hecho se espera que en las siguientes dos décadas el crecimiento poblacional de China sea negativo mientras el de la India continuará positivo.

El problema, como explica Asit K. Biswas, profesor de la Escuela de Política Pública Lee Kuan Yew en Singapur, es que un rápido crecimiento demográfico trae consigo un crecimiento igual o mayor en urbanización, lo que a su vez resulta en problemas económicos, sociales y ambientales de gran magnitud.

En el 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que la capital del país asiático, Delhi, tiene la peor calidad del aire del mundo y lejos de ser un evento aislado, en los primeros 18 lugares de mayor contaminación hay 13 ciudades indias. Sabiendo esto, en el 2025 India espera añadir a su población urbana 215 millones de personas.

Aunque de lograrse con éxito el modelo indio (sofocando el problema medioambiental) las expectativas apuntan a que el PIB per cápita urbano de ese subcontinente crezca un 6% anual en los siguientes 10 años. Incluso, se habla de que hasta 89 millones de hogares en la india con un nivel considerable de gastos podrían surgir en ese periodo.

Esto sin duda, deja en el aire nuevas oportunidades para las inversiones y los mercados que los nuevos habitantes indios van a demandar. ¿Pero qué mercados se beneficiarían de esta tendencia?

Un problema de infraestructura

En la actualidad, mientras que China destina US$116 por habitante en inversiones de infraestructura urbana, India solo gasta US$17. El margen de mejora es altísimo y los sectores que serán clave en la transformación de una India sostenible serán en principio infraestructura, alimentos, salud y comunicaciones.

Es evidente que el país asiático no ha pensado a gran escala en la urbanización como su vecino chino, lo que significa que en los próximos años se verá un nuevo empuje a la economía global.

En las siguientes décadas, como afirma el director del Instituto McKinsey, Richard Dobbs, el mercado de la infraestructura urbana en la India será masivo. El país deberá añadir de 700 a 900 millones de metros cuadrados de espacio en ese periodo. Al mismo tiempo deberá construir entre 350 y 400 kilómetros de ferrocarriles metropolitanos y sistemas de metro. Es difícil estimar la cifra de materiales de construcción y mano de obra que necesitará.

La oportunidad latina

Shang-Jun Wei, economista jefe del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) explica que “India es menos dependiente de la demanda externa que otros países asiáticos, por lo que el debilitamiento de los países desarrollados no la afecta tanto”.

Las exportaciones indias son apenas el 20% de su PIB y están muy diversificadas (el sector servicios es aproximadamente 50% del total de las exportaciones). Una estabilidad macroeconómica y un renovado Gobierno y abierto a las inversiones hacen cada día más atractiva a la India ante los ojos de inversionistas extranjeros.

Esta estabilidad es el punto central de las nuevas oportunidades que ofrece India para América Latina. Y es el deber de los países latinoamericanos aprovechar este nuevo escenario. Y no necesariamente con materias primas. El secreto será invertir en los proyectos sociales.

Como afirma Biswas, “las ventajas competitivas de India en la nueva economía global son bien conocidas, sin embargo, el progreso social solo será posible si se emprende un esfuerzo más intenso”. Este esfuerzo se refiere a los problemas sociales que impiden la consolidación de la economía India.

Aunque el comercio bilateral entre Colombia e India es positivo, aún es muy dependiente del petróleo y el oro. Según la Cámara Colombia India de Comercio e Industria el intercambio comercial en 2009 fue de US$946 millones y en 2013 llegó a US$4.137 millones (crecimiento del 337%).

El país debe diversificar sus relaciones con el gigante asiático. India está lejos de ser autosuficiente en alimentos siendo el país del mundo con mayor desnutrición infantil y un 21,3 % de su población está por debajo de los índices promedio de nutrición.

Las oportunidades en los campos de la medicina, arquitectura, comunicaciones y manufacturas varias contemplan escenarios similares que deben tenerse en cuenta. Un mercado de 1300 millones de personas espera a ser conquistado.