La comercialización de vehículos nuevos, continuó con la tendencia al alza observada en los tres primeros meses del año, y las importaciones de bienes de consumo denotaron avances.

Economía

Preocupa comercio exterior en Antioquia

Al término del primer semestre, en un marco de inflación baja y estable, la economía antioqueña mostró señales heterogéneas en los resultados del sector real, y un preocupante escenario del comercio exterior.

22 de septiembre de 2014

Según el más reciente boletín de economías regionales del Banco de la República, se resalta por el Emisor que al cierre del primer semestre del año en un marco de inflación baja y estable, la economía antioqueña mostró señales heterogéneas en los resultados del sector real, y un preocupante escenario del comercio exterior.

En la evolución de la demanda, la información disponible para evaluar el consumo de los hogares sugirió un buen desempeño de este componente. De un lado, los resultados de la encuesta de expectativas económicas sobre el balance en el volumen de ventas, que incluye comercio interno, mejoró respecto de 2013.

La comercialización de vehículos nuevos, continuó con la tendencia al alza observada en los tres primeros meses del año, y las importaciones de bienes de consumo denotaron avances. El consumo privado también se benefició por la reducción del desempleo, que para el trimestre móvil abril - junio tuvo la tasa más baja de los últimos siete años, con evidente avance en la calidad del empleo.

Por su parte, la inversión tuvo señales contradictorias; de un lado, la importación de bienes de capital destinados a la industria cayó moderadamente, y la de bienes intermedios, para inversión en capital de trabajo, repuntó en términos anuales. Por último, el crédito dirigido a las empresas evidenció, en promedio para los trimestres de 2014, aumentos inferiores a los obtenidos en 2013.

Por el lado de la oferta, los indicadores sectoriales exhibieron panoramas opuestos. Es así como para diferentes gremios, la producción y las ventas industriales continuaron con la senda de recuperación observada desde comienzos del año, situación congruente con la demanda de energía reportada por el sector, que también creció, aunque en forma moderada; lo anterior contrastó con los resultados oficiales, al exhibir un pobre comportamiento. En el caso del comercio interno, los niveles de ventas, no obstante ser superiores en el comparativo anual, decayeron con relación a mayo y abril del presente año.

Para el sector de la construcción, los parámetros de medición evidenciaron avances importantes en junio, con estabilidad para el segundo trimestre y año corrido; en tanto, los despachos de cemento gris hacia el departamento aumentaron, mientras que la comercialización de vivienda nueva fue menor.

En lo que respecta a la minería, la explotación de metales preciosos continuó estancada desde 2013, luego de la excelente dinámica mostrada en 2012. Por último, de la escasa información del sector agropecuario se rescató el leve incremento en la producción porcina, y la expansión de las colocaciones dirigidas a esta actividad.

En el frente externo, el saldo de la balanza comercial siguió deteriorándose ante el débil aumento de las importaciones y la fuerte caída de las exportaciones, asociada a la significativa reducción en las ventas de oro y de productos industriales.