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Morales indemnizaría a minera si hizo inversiones

Con una ceremonia ritual andina, el mandatario tomó en los hechos posesión de la planta expropiada.

17 de febrero de 2007

Vinto, Bolivia.- El presidente boliviano Evo Morales se mostró dispuesto a indemnizar a la transnacional suiza Glencore, si la compañía "demuestra que realizó inversiones" en una metalúrgica que nacionalizó su gobierno hace una semana.

"Toda inversión se va a respetar, si Glencore demuestra que ha invertido es nuestra obligación reconocer, pero hasta ahora no se demuestra que haya invertido", dijo el mandatario el viernes en esta localidad altiplánica situada en las afueras de la ciudad de Oruro, a 211 kilómetros al sur de La Paz, donde está la fundidora expropiada por el gobierno.

"Hasta ahora Glencore ha exprimido a Vinto (la fundidora) sin ninguna casi inversión", agregó, dando a entender que la transnacional suiza no hizo ningún otro desembolso fuera de la compra de la planta que hasta 1999 era estatal.

Glencore anunció el martes en un comunicado emitido en Suiza que "se reserva el derecho" de reclamar una indemnización por la confiscación, y que de no recibir respuesta satisfactoria podría recurrir a tribunales arbitrales internacionales para demandar al gobierno boliviano.

"Si quiere ir a una demanda estamos dispuestos a enfrentar. Nosotros hemos estudiado el caso; esta no es ninguna aventura política, hemos recuperado algo que era del pueblo para el pueblo", dijo el mandatario.

El gobierno justificó la confiscación al señalar que la venta en 1999 a la empresa indo-británica Allied Deals en alrededor de 14 millones de dólares fue fraudulenta, no sólo porque al Estado le costó alrededor de 140 millones, sino también porque con las instalaciones se habrían entregado metales valuados en varios millones de dólares más que lo pagado por la planta.

El gobierno se propone invertir 10 millones de dólares para modernizar la metalúrgica que procesa mayormente estaño. Morales compartió el viernes con obreros y funcionarios con quienes "challó" las instalaciones en una ceremonia andina en la que un "yatiri" (sacerdote aymara) sacrificó una llama blanca. La "challa" es un ritual de agradecimiento a la "Pachamana" (madre tierra) a la que se pide buenos augurios ofreciéndole coca, cerveza y sangre de llama. El propio Morales regó sangre de llama en el piso cerca de un altar preparado para la ocasión.

El embajador de Suiza en Bolivia, Beat Luelicer, se reunió el viernes con el ministro de Minería, José Guillermo Dalence, a quien le manifestó su sorpresa por la medida y reclamó "seguridad jurídica", según señaló el mismo funcionario.

En una rueda de prensa posterior, Luelicer dijo que a su gobierno le preocupa "profundamente" que el acuerdo bilateral de protección de inversiones no sea cumplido. El convenio obliga a una compensación en el caso de expropiación.

 

AP