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Minera canadiense obtiene respaldo ambiental en Costa Rica

La empresa, que pretende hacer una inversión de 70 millones de dólares en la iniciativa, había obtenido la viabilidad ambiental en diciembre del 2005.

26 de enero de 2007

San José.- La minera Industrias Infinito, filial de la canadiense Vannessa Ventures, recibió un importante respaldo de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) en Costa Rica debido a que ese órgano ratificó la viabilidad ambiental del proyecto que la firma impulsa al norte del país.

La decisión de Setena fue notificada en la víspera a Infinito, dijo el viernes a la AP el vocero de la compañía Andrés Soto. Agregó que se trata de la respuesta de la entidad a cuatro recursos de revocatoria presentados por un grupo de vecinos que se oponen a la operación de la mina en Crucitas de San Carlos, poblado ubicado a unos 173 kilómetros de la capital.

"El aval ambiental es paso fundamental para que la empresa solicite al Ministerio del Ambiente los permisos de explotación del yacimiento... del cual pretende explotar 650.000 onzas de oro en un período de 10 años. Dicho material está valorado en unos 280 millones de dólares", detalló Soto.

La resolución de Setena asegura que "no hay duda que el proceso que este órgano llevó a cabo se ajusta a derecho y que la viabilidad ambiental otorgada a Crucitas goza de una solidez técnica y científica indiscutibles".

Ahora Industrias Infinito deberá esperar la respuesta de la Corte Constitucional a varias consultas planteadas por la firma, luego de que en septiembre reiterara la anulación de la concesión minera otorgada en el 2001. En ese momento, Soto explicó que los abogados de la compañía continuarán gestiones en dos escenarios: ante la misma Corte o, en caso de no obtener resultados positivos, ante el poder ejecutivo a través de la solicitud de una nueva concesión.

"Esto no paraliza el proyecto, seguimos con las construcciones así como con varios planes de desarrollo social en la zona de Crucitas, esta decisión retrasa el proyecto pero seguimos adelante", agregó.

En Costa Rica, además, opera la empresa minera Metales Procesados, subsidiaria de la canadiense Glencairn, y que tras superar trámites burocráticos y protestas de ecologistas, abrió sus funciones en diciembre de 2005 en su mina Bellavista, ubicada en la localidad de Miramar, a casi 100 kilómetros al noroeste de San José.


 
AP