Home

Noticias

Artículo

El relevo de Greenspan

Alan Greenspan está en su último año de mandato al frente de la Reserva Federal. Encontrar un sustituto no será una tarea fácil.

21/7/2005
8 de julio de 2005

Alan Greenspan, el presidente de la Fed, que tiene 78 años de edad, se jubilará en febrero de 2006, después de 17 años ocupando el puesto. Su relevo no es una cuestión banal y el mero hecho de plantearla hace temblar a los mercados por la incertidumbre y la ansiedad que genera el cambio. De hecho, el primer año del nuevo presidente de la Fed va siempre acompañado de un aumento de la volatilidad, y para ejemplo están los casos de Arthur Burns, Paul Volcker y del propio Alan Greenspan.



Esta vez el nerviosismo puede ser mayor. Greenspan está al frente de la Fed desde 1987 y durante ese tiempo ha tenido que lidiar con dos recesiones (1993 y 2001) y con el mayor boom económico en la historia del país. Entretanto, ha visto pasar a cuatro presidentes, Ronald Reagan -quien le designó-, George Bush padre, Bill Clinton y George Bush hijo. Sus declaraciones públicas son seguidas en todo el mundo y hacen subir o bajar a los mercados con una facilidad pasmosa.



El nivel estará muy alto para el futuro sucesor. Greenspan es una persona que combina la función de economista, político, empresario, inversor y psiquiatra. Aun así, no se escapa de las críticas por no haberse anticipado al estallido de la burbuja tecnológica en 1999 y la crisis posterior.



Los nombres que surgen con fuerza como posibles sucesores son los de Martin Feldstein, Glenn Hubbard y Ben Bernanke. Feldstein aparece como el favorito. Este reconocido economista de la Universidad de Harvard lideró el comité de asesores del presidente Ronald Reagan entre 1982 y 1984 y ahora preside el National Bureau of Economic Research. Hubbard, por su parte, fue miembro del equipo de asesores económicos de Bush. Mientras que Bernanke es gobernador de la Fed, un cargo subalterno al de la presidencia.



En el caso de Feldstein, es conocido por ser muy duro con la inflación y, aunque durante la crisis de 2001 se mostró a favor del recorte de impuestos para reactivar el crecimiento, considera que la política fiscal y la monetaria "requiere un equilibrio de los riesgos". A Hubbard le preocupa menos el agujero fiscal, aunque no es indiferente al problema.



Junto a ellos se citan a John Taylor (profesor en la Universidad de Stanford y subsecretario del Tesoro), Stephen Friedman (otro asesor de Bush), Robert McTeer (gobernador de la Reserva Federal de Dallas) y Douglas McDonought, un antiguo ejecutivo del banco central de Nueva York. Ninguno se ha declarado públicamente dispuesto a asumir el cargo.



La decisión es calificada por los analistas de "crítica" y señalan que será una de las más importante que adoptará George Bush en su último mandato. El principal reto del futuro presidente de la Fed estará en su actitud respecto al elevado déficit fiscal de E.U.



El miedo está precisamente en saber el margen de maniobra que tendrá el sucesor de Greenspan para guiar su política monetaria y apoyar el crecimiento económico, mientras el dólar se debilita por el elevado déficit fiscal y exterior. ¿Y qué pasará con Greenspan después de cinco mandatos consecutivos en la Reserva Federal? De momento, el conductor de la política monetaria de E.U. no ha revelado sus planes.