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Con discreción se estrena documental sobre Pablo Escobar

Con baja asistencia lucieron las primeras funciones del documental sobre la vida del extinto capo colombiano del narcotráfico Pablo Escobar y en el cual su hijo pide perdón a los herederos de políticos víctimas de la organización liderada por su padre.

11 de diciembre de 2009

Bogotá — La cinta fue estrena en las salas de cine de Bogotá en la jornada y los espectadores manifestaron a la AP a la salida de la exhibición tanto creer en el perdón pedido por el hijo de Escobar a algunos de los hijos de sus víctimas, como el poder de ese perdón para superar la violenta historia de los años 80 y 90, cuando el narcotraficante desató una oleada de terror sin precedentes contra el Estado colombiano para evitar ser extraditado a Estados Unidos.

"Uno tiene que sanar el corazón. Sin darse cuenta, los hijos siguen arrastrando los pecados de sus padres", dijo Clara María León, de 66 años, tras asistir a la exhibición en una sala del norte capitalino.

El documental, que cuenta uno de los más sangrientos capítulos de la vida colombiana, deja ver el lastre que le dejó la disipada vida de su padre a "Sebastián Marroquín", el nombre del hijo mayor de Escobar y que lo cambió en los 90 por razones de seguridad tras la muerte de su padre.

Marroquín afirma en el documental que su camino "más digno" es "el silencio" sobre lo ocurrido con su padre, pero el arraigo por su patria lo impulsó a pedir perdón a algunas de las víctimas de Escobar.

"Verlo hablar con los hijos de (Luis Carlos) Galán y de (Rodrigo) Lara, se ve que le quita un peso de encima", dijo Verónica Rincón, de 42 años. "La juventud ya no piensa en el rencor, porque eso es lo que ha dañado el país... Lo más importante es el perdón y como ellos dicen: sacar el país adelante", agregó.

Rodrigo Lara, hijo del asesinado ministro de Justicia del mismo nombre en 1984 por enfrentarse al llamado Cartel de Medellín que encabeza Escobar, dijo durante el rodaje que Marroquín tuvo "un gesto valiente y noble" al enviarles una carta en 2008, en una misiva en la que manifiesta su dolor por los actos criminales de su padre.

La misiva fue dirigida a Juan Manuel, Carlos Fernando y Claudio Galán, así como a Rodrigo Lara Restrepo.

"Me pareció un punto muy importante que él (Marroquín) quisiera reunirse con los hijos de Lara y Galán, a pesar de que él no tuvo la culpa", señaló Diego Fernandini, de 26 años y quien aseguró que a pesar de su corta edad al finalizar la década del 80, recuerda bien algunos de los pasajes más crueles en la historia de la violencia del narcotráfico en Colombia.

Escobar "fue uno de los criminales más grandes de Colombia", indicó Rafael Montes, un estudiante de 25 años. "Para mí si hay perdón, necesariamente debe haber olvido, es uno de los elementos esenciales del perdón, que haya olvido".

El barón del cartel de Medellín fue abatido por la policía en diciembre de 1993. Al año siguiente, su esposa, su hijo varón y su hija menor salieron del país con nuevas identidades y se radicaron en Argentina.

La noche del miércoles, en una función privada, Marroquín asistió a la presentación del documental en Bogotá, en la que estuvo acompañado por el senador Lara, hijo del ex ministro asesinado por orden de Escobar.

(AP)