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Las ballenas viajan cada año aproximadamente 8.500 kilómetros, desde el Polo Sur hasta las tibias aguas de las costas colombianas. | Foto: Archivo Semana

Turismo

Reporteros enamorados del Pacífico

A Bahía Solano y Nuquí, en Chocó, el mismo lugar donde anualmente se realiza el Festival de Migraciones, llegaron tres periodistas de Canadá, Estados Unidos y Reino Unido, a vivir la experiencia de la diversidad colombiana.

8 de septiembre de 2013

Arthur Hanna, Martin Hullett y David Webb viajaron a esa región colombiana a finales de agosto para cumplir con una agenda, organizada por Proexport, con el objetivo de dar a conocer, a través de sus publicaciones en estos países, la oferta existente en los productos turísticos de aventura y naturaleza.

Sobre Colombia "he leído y visto algunas notas en televisión, pero esta es mi primera vez en Suramérica y la verdad, no tenía ni idea (de que esperar).Después de volar, llegar y ver el Chocó, me sorprendió: es maravilloso", aseguró Hullett, director de la versión online del periódico The Sun en el Reino Unido.

Su reacción, al igual que la de sus colegas, surgió no sólo del paisaje que integra una fastuosa selva con el profundo océano Pacífico, sino además de la diversidad de especies que allí habitan y arriban como las aves, tortugas y ballenas, para brindarles a cientos turistas un espectáculo ciento por ciento natural.

Durante su estancia de cinco días, los comunicadores tuvieron la oportunidad de hacer avistamiento de aves y mariposas, liberar tortugas tras la eclosión de sus huevos rescatados por grupos de ambientalistas, pescar de forma artesanal, sumergirse en aguas termales y practicar deportes como kayak y caretaje.

"Sólo han pasado unos cuatro o cinco días, pero hemos hecho mucho. Nos fuimos a las termales que estuvieron realmente excelentes, fuimos a hacer avistamiento de aves.Fue realmente increíble ver a las criaturas del bosque en todas partes", dijo Hanna del medio estadounidense International Travel News.

Sin embargo, el mayor impacto lo suscitaron los mamíferos de 40 toneladas y 16 metros de largo que ante los ojos extasiados de los extranjeros y sus manos ansiosas por captar el mejor ángulo, se pasearon juguetones por entre las olas e incluso cantaron, como rara vez lo hacen.

Las ballenas viajan cada año aproximadamente 8.500 kilómetros, desde el Polo Sur hasta las tibias aguas de las costas colombianas, ideales para dar a luz a sus crías, enseñarles a respirar y aparearse. Desde hace años, alrededor de ese acontecimiento, los operadores crearon tours que seducen a los visitantes.

En este viaje "he visto cosas como nunca antes: la liberación de las tortugas, las ballenas, el oír el canto de las ballenas, eso es algo que siempre recordaré. Yo ni siquiera sabía que eso era posible, pero es posible aquí en Colombia", sostuvo Webb, editor de la revista especializada Explore en Canadá.

Tras su paso por el Bahía Solano, Nuquí y en medio de ellas, el Parque Nacional Natural Utría, los reporteros coincidieron en que lo que vivieron puede únicamente ser producto de la magia, de la mezcla entre fantasía y realidad, que dio origen al concepto de la nueva

"He visto aves y todo tipo de criaturas y de vegetación que no sabía que existían, de las que nunca había oído hablar. Ha sido maravilloso por estas razones, por su comida y su gente, recomiendo a todo el mundo visitar el Chocó, visitar Colombia", concluyó Hullett, previo a su retorno a Londres.