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El Vichada se da el lujo de tener una importante población de abejas, lo cual permite no solo desarrollar el negocio de la miel, sino explorar otras alternativas asociadas al sector agrícola. | Foto: Pixabay

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Vichada cambia la página de la violencia con producción de miel

Mujeres Vichadenses en Acción (Muvea), una joven iniciativa liderada por profesionales en distintas disciplinas, prevé posicionar a ese empobrecido departamento como un referente latinoamericano en la exportación de miel oscura, una variedad que es muy apetecida en el mercado de la confitería y los cosméticos en el mundo.

28 de agosto de 2015

Esta organización, que dispone de más 30.000 hectáreas (ha) facilitadas por la Asociación Gremial Agroforestal Vichadense (AGAF), involucra a las familias más pobres en la cadena de producción de miel y les brinda un alternativa de trabajo.

El mayor porcentaje de las ganancias por la venta de este producto las obtienen los trabajadores, mientras que la parte restante se invierte en proyectos sociales como guarderías para los niños.

Muvea, que inició sus operaciones en septiembre del año pasado, prevé alcanzar una producción anual de 880.000 kilos de miel en promedio, lo que representa ventas superiores a los $17.000 millones.

Más de 7.000 colmenas de abejas componen el “portafolio” de este emprendimiento social, cuyo principal objetivo es aumentar la competitividad y las oportunidades de trabajo en esa zona del país, afectada durante muchos años por el narcotráfico, violencia y el desplazamiento. 

Es preciso señalar que el departamento del Vichada, con una población cercana a los 70.000 habitantes, participa con el 0,7% del Producto Interno Bruto del país (PIB) y depende mayoritariamente de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (57% de la economía de ese departamento).

La confundadora de Muvea, Olga Lizarazu, le contó a Dinero que su iniciativa surgió con la intención de contrarrestar el “abandono del Estado” e impulsar un mercado “inexplorado” como es de la miel.

El inicio de este proyecto no fue nada fácil, pues las mismas fundadoras se pusieron el delantal y embotellaron la miel del Vichada para venderla los domingos de bicicleta en Bogotá.

Lizarazu trabaja de la mano de la psicóloga Alejandra Echeverri, la administradora de empresas Aleida Montañez y la odontóloga canadiense Kochurani Dombro, para sacar adelante este proyecto, con el que además quieren “mejorar la calidad de vida de las mujeres” en situación de vulnerabilidad.

Más allá de la miel

El Vichada se da el lujo de tener una importante población de abejas, lo cual permite no solo desarrollar el negocio de la miel, sino explorar otras alternativas asociadas al sector agrícola.

Esta situación contrasta con la realidad de Estados Unidos, en donde la colonia de esos insectos se redujo notablemente entre 1940 y la actualidad, al pasar de 5,7 millones a 2, respectivamente. 

Un porcentaje que podría ser bastante problemático en unos años teniendo en cuenta que, según cifras obtenidas del Banco Mundial, “el 75% de las plantas nativas en el mundo requiere de polinización”.

“Las abejas se han convertido en las más importantes aliadas de la producción agrícola en la región”, complementó la directiva, y apuntó que esa ha sido una de las razones que impulsaron a la fundación a apostarle al cultivo de distintos alimentos.

En la actualidad, Muvea tiene 2.000 hectáreas sembradas de marañón, un fruto de color rojizo que se consume principalmente en países como Brasil, Perú o Venezuela. Las proyecciones de esa entidad apuntan a incrementar el número de eso cultivos hasta alcanzar las 5.000 (ha) en los próximos años con el apoyo de AGAF.

A este desafío se suma la construcción de un centro de procesamiento de  materias primas, que permita dinamizar las tareas que hoy se realizan artesanalmente y dar valor agregado a los productos.

Con la flor de Jamaica, por ejemplo, tienen pensado elaborar vino. La fundación espera que esta bebida se produzca a una escala de 13.000 botellas anuales y se venda a $40.000 por unidad, detalló Lizarazu.

Y concluyó que buscan recursos de cooperación para poner en marcha estas iniciativas, así como otros proyectos encaminados a la inclusión de los ancianos y la protección de las tortugas que habitan en ese punto de la geografía colombiana.